lunes, 24 de octubre de 2011

Yachting... o vela; da igual

Aguas doradas: ahora fue el turno del yachting

Otra gran jornada para el deporte acuático: Cecilia Carranza logró una medalla de oro, Julio Alsogaray oficializó otra y Mariano Reutemann, una presea de plata; la vela (como el remo y el esquí) expuso el poderío del equipo nacional; aquí, sus historias.
Por Germán Leza / Enviado especial

PUERTO VALLARTA.- El arribo al embarcadero de los argentinos fue una verdadera fiesta bajo otro día límpido y muy cálido en esta ciudad. Al grito de "Dale campeón, dale campeón", y liderado por Julio Alsogaray, medalla de oro en clase Láser, el equipo nacional de yachting llegó al embarcadero del Vallarta Yacht Club, en el complejo Village Paradise. Alsogaray revoleaba en círculos la bandera de la Argentina y se abrazaba con cuanta persona se cruzaba en su camino. Todos los presentes miraban sorprendidos ante la algarabía típicamente nacional.

La Argentina tenía muchísimo para festejar en lo que fue la mejor actuación en yachting después de Mar del Plata 1995. Con las medallas de oro de Cecilia Carranza, en la categoría Láser radial, la plateada de Mariano Reutemann en RS:X y la de bronce de Francisco Renna, en sunfish, la delegación nacional cosechó cuatro en total. Alsogaray ya se había asegurado el oro el día anterior, en Láser. La Argentina sumó cuatro medallas en la disciplina.

La peregrinación continuó. A excepción de Reutemann, que padeció un corte en uno de los dedos de un pie, con cada uno de los medallistas se repitió un rito: sus compañeros levantaban el bote y empezaban a vitorear su nombre. Primero fue Julio, de 31 años, después Cecilia, de 24, y por último, el benjamín del equipo, Francisco Renna, de 21.

Carranza, con la emoción contenida como para no quebrarse, fue la primera en hablar y sintetizó el espíritu del momento: "Este es un deporte individual pero se trabajó de forma grupal". Y siguió: "Hubo mucha seriedad y se pudo planificar. Se lo dedico a mis padres, que me enseñaron a trabajar". Cecilia, que quedó cuarta en los Juegos de Río de Janeiro, se tomó revancha y vaya si fue con éxito en estos Panamericanos.

Cecilia está arriba de un barco desde los seis años, cuando empezó en el optimist: "Mi familia me llevó al río. Y la pasión surge porque no hay nada más lindo que estar en un barco arriba del río. El gran objetivo ahora es ganar las clasificaciones para los Juegos, después ir a la Argentina para ganar el selectivo entre nosotros. Y ponernos a trabajar para Londres", concluyó Cecilia.

En medio de los festejos a la salida del agua, el presidente de la Federación Argentina de Yachting (FAY), Carlos De Mare, quien también compitió junto a su hijo Julián en la categoría Lightning, explicó por qué este deporte cosechó tantas medallas. "Hay una gran base piramidal. La Argentina tiene una gran clase media que fue la que invadió los clubes náuticos. Si vos te comparás con países desarrollados es muy elitista. Desde La Plata hasta San Fernando hay 50 clubes. Eso no pasa en otras partes del mundo", argumentó De Mare. "Empiezan a navegar desde los ocho años. En un campeonato de optimist hay 500 chicos. De esos, 10 o 15 participan en alta competencia. Eso es uno de los grandes secretos que tiene el yachting argentino", sentenció.

-¿Cuál fue la preparación para mejorar tanto en relación con Río 2007, donde se consiguieron dos platas y dos bronces?

-El Enard [Ente Nacional de Alto Rendimiento]. Ahora pudieron hacer una etapa preparatoria acorde con el nivel Panamericano. Esa preparación significó fundamentalmente competencia internacional. La verdadera evaluación del deportista es cuando compite a nivel internacional. Vos sabés, el dinero manda.

Reutemann fue uno de los que repitieron color y medalla en los Panamericanos. Para el cordobés, que terminó con las manos ampolladas, fue una competencia durísima: "El yachting en la Argentina es uno solo; todos queremos que al de al lado le vaya mejor y estamos dándonos aliento. Eso se ve en los resultados, se ha cosechado, y mucho", comentó un Reutemann "feliz", luego de la última regata.

El otro medallista que festejó en el embarcadero del Vallarta Yacht Club fue Francisco "Panchito" Renna. "Panchito, Panchitooo" , vitoreaba el equipo nacional de yachting. Con tan sólo 21 años, es uno de las promesas más interesantes que tiene el deporte en nuestro país. "Es mi primer Panamericano y lograr una medalla para mí es increíble. Me siento muy contento y es uno de los días más felices de mi vida", dijo Francisco, aún exhausto tras la última regata. "Empecé a los seis años, mi sueño fue siempre ganar una medalla olímpica y estoy camino a eso", se ilusionó Renna.

Los festejos continuaron en el Village Paradise, luego de que pasaron las cámaras y los micrófonos, siempre con Alsogaray como estandarte de los festejos. "Vengan, abrazo, abrazo", ordenó el deportista oriundo de San Pedro, y como un grito de guerra lanzó: "Esto veníamos a buscar, carajo".

Y lo consiguieron. En el agua compiten solos, aunque afuera festejan todos juntos, porque como dijo Reutemann lograron "conformar un gran equipo". Con mayúscula.

http://www.canchallena.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario