En una jornada matizada por el perfume de la victoria, el seleccionado femenino dio la nota: le ganó por 58 a 55 a Estados Unidos, por primera vez en la historia.
Por Gastón Saiz / Enviado especial
GUADALAJARA.- "Las chicas se dieron baños de inmersión después del partido, terminaron muy magulladas, pero felices. Sabían que lo que habían conseguido era algo histórico". Lo advierte Roberto Santín, el gran conductor, disfónico, enérgico en cuerpo y alma. No hay que tenerles miedo a ciertas palabras: hay que lanzarlas así, como dicta el corazón. Lo dice el entrenador, lo suscribe el sentimiento: en el día de la mujer del deporte argentino (por las grandes marcas, por algunos hitos), la tarea del seleccionado femenino de básquetbol es, sencillamente, histórica. Fue la primera vez que un equipo de damas derrota a un conjunto de ese país. Que no contó con las mejores exponentes, es cierto. Pero casi. Son buenas de verdad. Pero las nuestras, en este Panamericano, son una suerte de lobizonas de los aros. Chicas destinadas a la historia. "Esta victoria no nos cambia. Eso sí: sentimos que tenemos posibilidades de medalla", lanza el entrenador. Hay esperanza. Más aún, luego de lograr un éxito inédito, al derrotar al combinado de los Estados Unidos por 58 a 55, en un partido de la fecha inaugural del Grupo A.
Había un antecedente enriquecedor. Un sábado a la noche de súper acción. La Argentina luchaba a brazo partido en el Preolímpico de Colombia frente a Canadá, un durísimo adversario. Perdía. Sin embargo, en un juego repentino, de defensa guerrera a contraataque glorioso, dio vuelta el score casi al ritmo de la última campanada con un tiro de Marina Cava. Ese 61-59 marcó el comienzo de algo verdaderamente grande. Y, si bien la clasificación directa a los Juegos de Londres fue para el equipo brasileño, quedó encendida una vela. Que ayer fue fuego verdadero.
El equipo dirigido por Roberto Santín supo recomponerse de una dura desventaja inicial (5-19), al término del primer cuarto y, con paciencia, con reacción y, sobre todo, con entusiasmo, construyó un triunfo inolvidable. La conductora Melisa Gretter, con 21 unidades (7 de 16 en tiros de cancha) y 5 rebotes, resultó la pieza fundamental en la laboriosa victoria albiceleste. Porque eso es lo que fue: un trabajo de artesano.
No suele empezar bien la Argentina. Y suele terminar muy bien, eso también es cierto. "Teníamos mucha ilusión porque nunca les habíamos ganado. Ni con universitarias, ni con equipos de la WNBA, nunca. Cuando Brasil les ganó por 20 (en un amistoso), nos ilusionamos", contó Paula Reggiardo, ala pivote, responsable de 13 tantos. "El partido tenía que ser nuestro", comentó.
Los últimos diez minutos fueron intensos y parejos. Para graficarlo mucho mejor: palo y palo. Porque Estados Unidos pasó al frente por 48-45 y amenazaba. Sin embargo, un simple ejecutado por Agostina Burani le dio la decisiva ventaja por 58-55.
Siempre se puede mejorar. ¿En qué aspectos? La lucha bajo los tableros (Estados Unidos le tomó 46 rebotes) y la elección de tiros (tuvo 29 intentos de triples y apenas convirtió ocho), porque en muchas ocasiones las chicas se apresuraron. Deberán calmar su ansiedad con antídotos de sabiduría oriental. Para hoy, desde las 22, el equipo jugará su segundo encuentro ante México. "Todas nuestras chicas actúan en la liga local. Hay una recién casada, que es Paula Reggiardo, la única con experiencia en Europa, porque jugó en España". La voz de Santín, un personaje robusto y de bigote, parece menos disfónica ahora. Es que su garganta debe prepararse para otra batalla, otro paso camino a la historia grande.
PARA EMPEZAR A SOÑARLos Panamericanos de Guadalajara no clasifican al básquetbol femenino para los Juegos Olímpicos. La Argentina logró en el Preolímpico, jugado hace un mes, una plaza para el repechaje de 12 países, que se realizará el año próximo, de donde surgirán los cinco últimos pasajes a Londres. Este triunfo alimenta aún más la idea ya manifestada por los dirigentes de apostar a ser sede de ese torneo. Las mujeres de nuestro país nunca fueron a un Juego Olímpico, pero desde ayer se puede empezar a soñar con esa posibilidad.
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