sábado, 17 de septiembre de 2011

Copa Davis: 2 a 0

Del Potro, perfecto

Impecable y con un saque desequilibrante, barrió a Tipsarevic en un duelo que valió ponerse 2 a 0.

PorFederico Kotlar
Belgrado, Serbia. Enviado Especial

Señoras y señores, con ustedes, los cucos. Aquí tienen al primero: el tremendo público de Belgrado, bullicioso como en los países sudamericanos y que entra en éxtasis especialmente en Copa Davis; viene ahora el segundo: el gran equipo de Serbia, campeón vigente de la competición e invicto como local desde que su país existe como nación independiente; ¿quieren más? Viene el tercero y se llama Janko Tipsarevic, el tenista poderoso que llegó a los cuartos de final del último Abierto de Estados Unidos, está decimotercero en el ranking mundial y se vuelve una fiera cuando juega ante su público. Señoras y señores, la fiesta de los cucos terminó. Porque, como sabe cualquier chico, en el momento más difícil aparece el gigante bueno que puede espantarlos a todos. Ayer, en el Belgrado Arena, el metro y 98 centímetros de Juan Martín Del Potro se elevó por encima de todos los miedos posibles y escribió una victoria extraordinaria para dejar a Argentina a un paso de la cuarta final de Copa Davis en su historia.

Fue bastante distinto el trámite del partido entre Del Potro y Tipsarevic en relación al primer punto. Hubo muchos puntos cortos y los dos tuvieron una fuerte dependencia del saque. En ese contexto, el que tenía más para ganar era Delpo, dueño de uno de los servicios más potentes del mundo y que ayer estuvo a la altura de lo que necesita para mostrar todo lo que cabe en su mejor tenis.

El set inicial mostró mucha paridad, pero la balanza empezó levemente a inclinarse a favor del tandilense sobre el cierre. Primero se quedó en la puerta del festejo cuando no pudo festejar un triple break point en el décimo game. Sin embargo, tuvo otra vez esa chance en el duodécimo y en esa ocasión una derecha a la red de Tipsarevic le dio el 7-5 con el que se cerró el primer capítulo.

En el segundo set, Del Potro no le dio la mínima oportunidad de respirar ni a su rival ni al público serbio, que a esa altura había abandonado en buen número en el Belgrado Arena. Tipsarevic se encontró en el cuarto game otra vez break point. Tenía cada vez más problemas con su servicio. En ese punto clave, no metió el primero, y cuando eso ocurre es un jugador muy diferente de cuando lo hace. Del Potro aprovechó su chance, quebró el saque y después mantuvo la diferencia para obtener el 6-3 y quedar a un pasito de la victoria.

El serbio sabía que para poder mantener alguna ilusión debía estar sólido con su saque. Seguía igualmente tratando de intercambiar palo por palo con un Del Potro al que es casi imposible jugarle así. ¿Lo hizo por la falta de un plan alternativo o porque el argentino lo obligó? Es difícil saberlo. Pero lo que sí se puede verificar es que la receta no funcionó. A Del Potro otra vez le bastó apenas un quiebre, esta vez en el séptimo game. La hinchada argentina empezó a bailar la tarantela y palpitar el final. Del Potro no había perdido el saque en todo el partido y nunca lo haría. Llegó así al 6-4 y desatar en el punto final el estallido del banco y la tribuna. El inesperado 2-0 a favor era una realidad.

“Siento que no jugué tan mal, sino que Juan Martín lo hizo muy bien. Nunca pude manejar su servicio y casi no tuve chances de break”, explicó Tipsarevic en la conferencia de prensa posterior a su caída. Aquel ogro que tanto asustaba antes de que comenzara la serie estaba desolado por la aparición de ese gigante que le regaló a Argentina su segunda sonrisa. Y colorín colorado, este cuento se acercó mucho a un final feliz.

http://www.clarin.com



No hay comentarios:

Publicar un comentario