El tandilense se consagró en Portugal tras darle una paliza al español Verdasco; desde hoy será N° 32 del mundo y empiezan a observarlo como una amenaza; "Estoy jugando mejor cada dÃa", celebró.
Cuando los tenistas de elite, la prensa internacional, los veteranos entrenadores y hasta los empresarios que organizan los torneos coinciden en un concepto, evidentemente es porque algún fenómeno está ocurriendo, porque existe una verdad indisimulable que se fundamenta y no encuentra objeciones. El mundillo del tenis, hoy, se quita el sombrero ante la fiereza de Rafael Nadal y la explosión de Novak Djokovic, es cierto, pero también se rinde ante el resurgir de Juan MartÃn del Potro. El tandilense arrojó los ocho meses de inactividad en el baúl de los malos recuerdos y, a puro latigazo y saques hirientes, le avisa al circuito de la ATP que está de regreso, con hambre y ánimo de ser aquella amenaza en la que se habÃa convertido tras lograr el US Open 2009. Entre la cirugÃa de la muñeca derecha y las elecciones del calendario, hacÃa casi dos años que Delpo no participaba de un certamen sobre polvo de ladrillo, superficie en la que aprendió a jugar entre las sierras, pero que no es su favorita. Tras la eliminación en los cuartos de final de Miami (cemento), regresó a nuestro paÃs, se cambió el chip , se puso a entrenar en el porteño Tenis Club Argentino, sólo se tomó un respiro para alentar a su querido Boca, viajó a Europa junto con su equipo de trabajo y... en su primera participación, en el ATP 250 de Estoril, se consagró cediendo sólo un set y, desde hoy, será el N° 32 del mundo. Impresionante. Y pensar que hace nada más que tres meses habÃa quedado en su peor posición: 485°.
"Cuando está acertado es muy difÃcil contrarrestarlo. Le pega durÃsimo a la pelota y muy profundo. Si está bien, es difÃcil seguirle el ritmo." La referencia del español Fernando Verdasco, el 2° favorito en el torneo portugués, pero vÃctima en la final con Del Potro, que lo arrolló por un doble 6-2, en 1h 16m, sintetiza lo que la mayorÃa de los tenistas siente. Estando sano, el espigado tandilense posee condiciones para amenazar a cualquiera, incluso al reducido grupo de estrellas compuesto por Nadal, Djokovic, Roger Federer y Andy Murray. En febrero pasado, Andy Roddick, uno de los últimos sÃmbolos del tenis estadounidense, aventuró que Del Potro serÃa top-ten en poco tiempo. Lo mismo sospecha el circuito. "Cómo juega Delpo por Dios, es el Messi del tenis, se mete entre los 4 del mundo fácil" , escribió en Twitter Brian Dabul, N° 126 de ATP y uno de los argentinos que más afinidad tienen con "Chiquito", como él lo apoda.
La aceleración de Del Potro fue rabiosa: ganó 23 de sus últimos 26 partidos. "Estoy jugando mejor cada dÃa, torneo tras torneo. Aunque mi primer objetivo es estar saludable, sin lesiones, al ciento por ciento de la muñeca, que me sigue molestando en los dÃas de mucha humedad. Pero también quiero estar listo para la segunda parte del año", sentenció ayer Juan MartÃn, de 22 años, que por ser campeón en Estoril se adjudicó un cheque de 72.600 euros y llevó a 9-3 su récord sobre finales de ATP.
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