jueves, 12 de marzo de 2015

FILBA nacional

Un mapa de letras argentinas

Mar del Plata es una ciudad símbolo de la historia argentina, sintetiza muchas de las cosas que han pasado en el país”, sostiene Gabriela Adamo, directora del encuentro que este año ampliará su oferta de talleres y tendrá toda clase de actividades.

Por Silvina Friera

“Poné pausa: cuatro días de literatura”. La sugerencia tal vez preserva la elegancia reposada de una ciudad que supo ser el destino turístico de la aristocracia de Buenos Aires. Quién sabe si Mar del Plata hará honor a uno de sus epítetos más emblemáticos: “La Feliz”. Los escritores marplatenses ratificarán o cuestionarán lo que se intuye a priori un cliché desafinado pero efectivo, a la hora de diseminar una suerte de baño de luz de alegría perpetua sobre una tristeza acuática metida en el alma de un puñado de poetas. La cuarta edición del Filba Nacional, que se realizará en la ciudad balnearia de 9 al 12 de abril, desplegará un puñado de actividades que incluyen diversos talleres, charlas y debates con escritores, espectáculos, proyecciones de documentales, encuentros profesionales de libreros, editores y gestores culturales, un espacio literario para los más chicos a través del Filbita y caminatas playeras. La apertura de esta edición estará a cargo de Edgardo Cozarinsky con una conferencia titulada “Elogio del lector” en el Museo de Arte Contemporáneo (MAR), una de las sedes del festival junto con el teatro Auditorium, el Muelle de Pescadores y Mundo Dios. Juan José Becerra, Guillermo Martínez, María Moreno, Miguel Vitagliano, Félix Bruzzone, María Sonia Cristoff, Carlos Ríos, Inés Garland, Iosi Havilio y Federico Falco son algunos de los escritores que llegarán a Mar del Plata para participar en intercambios con varios colegas marplatenses: Ana Porrúa, Fabián Iriarte, Matías Moscardi, Juan Carrá, Sebastián Chilano, Luciana Caamaño, Martín Zariello y Gastón Franchini, entre otros.

Edgardo Cozarinsky inaugurará el Filba con una conferencia titulada “Elogio del lector”.
 

“Trabajar con Mar del Plata está resultando muy especial”, cuenta Gabriela Adamo, directora del Filba. “Cuando llegamos a una ciudad, no la conocemos tanto. No es que elegimos la ciudad por una cuestión literaria, sino por las posibilidades de que haya un socio local que realmente se sume, nos ayude y que tome la semillita de lo que el Filba va a dejar ahí y la siga trabajando. En este caso es el museo MAR, que tiene un equipo de gente muy comprometida, muy entusiasta, muy metida en el día a día de la vida cultural y que resultaron una especie de puerta muy generosa para ver lo que está pasando. Junto a ellos también la gente de la Universidad de Mar del Plata, sobre todo Ana Porrúa, nos abrió un montón de puertas. Otra llave que tuvimos fue el comité asesor. Todos los festivales trabajan con un comité que son autores que vienen a prestarnos el tiempo, las ideas y un montón de formas de ir encarando el programa. Este año fueron María Sonia Cristoff, Inés Garland y Federico Falco; y con todo este combo de asesores fuimos descubriendo que hay una escena de poesía en Mar del Plata de mucha gente joven que publica en pequeñas editoriales, hace recitales y está presente en galerías de arte. Toda esta escena la pudimos meter en el programa. Logramos llevar la mejor producción nacional, pero a la vez pudimos incorporar con un lugar de bastante peso la producción de Mar del Plata, pensando que este festival va a servir también como una vidriera para que el resto del país vea lo que se está haciendo ahí”, explica la directora del Festival.
Algunas actividades para destacar dentro de la programación son iniciativas como “Los modos de mirar un poema”, un panel con proyecciones; “En el límite: arte y literatura”, un intercambio que para la directora del Filba “pone sobre el tapete discusiones de las más actuales que hay en torno de la literatura”; o “Pitucos”, sobre cómo influyó en la cultura nacional la “aristocracia criolla” y qué ecos se perciben aún hoy. “Mar del Plata es una ciudad símbolo de la historia argentina, sintetiza muchas de las cosas que han pasado en el país, se ven ahí paso a paso, mientras uno va caminando”, advierte Adamo. “En este cruce entre las culturas populares con el teatro típico del verano, las carteleras con esa estética de lo que es muy masivo, está también la Mar del Plata asociada a la casa de Victoria Ocampo, a la de Silvina y Bioy Casares, a la ciudad que eligió Manucho para casarse”. Entre lo imperdible de la programación está “Necrológicas”, las lecturas de las notas que escribieron cuatro autores sobre muertos emblemáticos de la ciudad: Alberto Olmedo por Félix Bruzzone; Pepita la Pistolera por Sebastián Chilano; Alicia Muñiz por Iosi Havilio y Alfonsina Storni por María Moreno, con la participación especial de la escritora y tarotista Cuqui. “Lo que está generando el Filba Nacional con estos festivales es un mapa literario de la Argentina. Si vemos las producciones, los programas, toda la información que vamos trayendo de cada festival, se genera un mapa sobre el cual pensamos que vamos a poder trabajar mucho a futuro... despacito, porque es un país muy grande, con muchas necesidades, y no es fácil ir llegando a todas partes. Pero con paciencia y con tiempo, hacia allá vamos”, afirma Adamo.
A diferencia de otras ediciones, el menú de talleres amplió su oferta. María Moreno dará un taller intensivo de escritura de crónica. Federico Falco dictará uno de narrativa. Inés Garland dará un taller de escritura creativa para jóvenes de 13 a 17 años. Silvana Franzetti dictará un taller de videopoesía. Todos los talleres tienen cupos limitados y requieren inscripción previa (info@filba.org.ar). “Yo soy un admirador fanático del Filba”, subraya Jorge Telerman, presidente del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires. “Varias veces nos habíamos juntado con la idea de hacer algo, así que por un lado tengo la alegría de ayudar en la organización de este capítulo bonaerense en Mar del Plata, pero además me siento complacido por algo que he visto crecer desde el principio, por la importancia y el valor que tiene este festival”. Pablo Braun, presidente de la Fundación Filba que organiza los dos festivales, el nacional y el internacional, repasa los comienzos de esta propuesta. “El Filba Nacional surge con la idea de federalizar la literatura. Nosotros estamos peleados con la idea de que sólo ocurran las cosas en capital. Por cuestiones de logística y presupuesto fue difícil llevar el Filba Internacional a distintas provincias, pero se nos ocurrió hacer un Filba Nacional con la misma estructura: cuatro días, varios autores en mesas redondas, en entrevistas, y en los diversos cruces que hacemos entre la literatura y otras artes.” El Filba Nacional ya pasó por Bahía Blanca, Santa Fe y Azul. Mar del Plata, cuna de personalidades como Astor Piazzolla y Osvaldo Soriano, se prepara para tirar la casa por la ventana. La fiesta literaria está por empezar.

* La programación completa se puede ver en www.filba.org.ar


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