Mar del Plata es una ciudad símbolo de la historia argentina, sintetiza muchas de las cosas que han pasado en el país”, sostiene Gabriela Adamo, directora del encuentro que este año ampliará su oferta de talleres y tendrá toda clase de actividades.
Por Silvina Friera
“Poné
pausa: cuatro días de literatura”. La sugerencia tal vez preserva la
elegancia reposada de una ciudad que supo ser el destino turístico de
la aristocracia de Buenos Aires. Quién sabe si Mar del Plata hará honor a
uno de sus epítetos más emblemáticos: “La Feliz”. Los escritores
marplatenses ratificarán o cuestionarán lo que se intuye a priori un
cliché desafinado pero efectivo, a la hora de diseminar una suerte de
baño de luz de alegría perpetua sobre una tristeza acuática metida en el
alma de un puñado de poetas. La cuarta edición del Filba Nacional, que
se realizará en la ciudad balnearia de 9 al 12 de abril, desplegará un
puñado de actividades que incluyen diversos talleres, charlas y debates
con escritores, espectáculos, proyecciones de documentales, encuentros
profesionales de libreros, editores y gestores culturales, un espacio
literario para los más chicos a través del Filbita y caminatas playeras.
La apertura de esta edición estará a cargo de Edgardo Cozarinsky con
una conferencia titulada “Elogio del lector” en el Museo de Arte
Contemporáneo (MAR), una de las sedes del festival junto con el teatro
Auditorium, el Muelle de Pescadores y Mundo Dios. Juan José Becerra,
Guillermo Martínez, María Moreno, Miguel Vitagliano, Félix Bruzzone,
María Sonia Cristoff, Carlos Ríos, Inés Garland, Iosi Havilio y Federico
Falco son algunos de los escritores que llegarán a Mar del Plata para
participar en intercambios con varios colegas marplatenses: Ana Porrúa,
Fabián Iriarte, Matías Moscardi, Juan Carrá, Sebastián Chilano, Luciana
Caamaño, Martín Zariello y Gastón Franchini, entre otros.
Edgardo Cozarinsky inaugurará el Filba con una conferencia titulada “Elogio del lector”.
“Trabajar con Mar del Plata está resultando muy especial”, cuenta
Gabriela Adamo, directora del Filba. “Cuando llegamos a una ciudad, no
la conocemos tanto. No es que elegimos la ciudad por una cuestión
literaria, sino por las posibilidades de que haya un socio local que
realmente se sume, nos ayude y que tome la semillita de lo que el Filba
va a dejar ahí y la siga trabajando. En este caso es el museo MAR, que
tiene un equipo de gente muy comprometida, muy entusiasta, muy metida en
el día a día de la vida cultural y que resultaron una especie de puerta
muy generosa para ver lo que está pasando. Junto a ellos también la
gente de la Universidad de Mar del Plata, sobre todo Ana Porrúa, nos
abrió un montón de puertas. Otra llave que tuvimos fue el comité asesor.
Todos los festivales trabajan con un comité que son autores que vienen a
prestarnos el tiempo, las ideas y un montón de formas de ir encarando
el programa. Este año fueron María Sonia Cristoff, Inés Garland y
Federico Falco; y con todo este combo de asesores fuimos descubriendo
que hay una escena de poesía en Mar del Plata de mucha gente joven que
publica en pequeñas editoriales, hace recitales y está presente en
galerías de arte. Toda esta escena la pudimos meter en el programa.
Logramos llevar la mejor producción nacional, pero a la vez pudimos
incorporar con un lugar de bastante peso la producción de Mar del Plata,
pensando que este festival va a servir también como una vidriera para
que el resto del país vea lo que se está haciendo ahí”, explica la
directora del Festival.
Algunas actividades para destacar dentro de la programación son
iniciativas como “Los modos de mirar un poema”, un panel con
proyecciones; “En el límite: arte y literatura”, un intercambio que para
la directora del Filba “pone sobre el tapete discusiones de las más
actuales que hay en torno de la literatura”; o “Pitucos”, sobre cómo
influyó en la cultura nacional la “aristocracia criolla” y qué ecos se
perciben aún hoy. “Mar del Plata es una ciudad símbolo de la historia
argentina, sintetiza muchas de las cosas que han pasado en el país, se
ven ahí paso a paso, mientras uno va caminando”, advierte Adamo. “En
este cruce entre las culturas populares con el teatro típico del verano,
las carteleras con esa estética de lo que es muy masivo, está también
la Mar del Plata asociada a la casa de Victoria Ocampo, a la de Silvina y
Bioy Casares, a la ciudad que eligió Manucho para casarse”. Entre lo
imperdible de la programación está “Necrológicas”, las lecturas de las
notas que escribieron cuatro autores sobre muertos emblemáticos de la
ciudad: Alberto Olmedo por Félix Bruzzone; Pepita la Pistolera por
Sebastián Chilano; Alicia Muñiz por Iosi Havilio y Alfonsina Storni por
María Moreno, con la participación especial de la escritora y tarotista
Cuqui. “Lo que está generando el Filba Nacional con estos festivales es
un mapa literario de la Argentina. Si vemos las producciones, los
programas, toda la información que vamos trayendo de cada festival, se
genera un mapa sobre el cual pensamos que vamos a poder trabajar mucho a
futuro... despacito, porque es un país muy grande, con muchas
necesidades, y no es fácil ir llegando a todas partes. Pero con
paciencia y con tiempo, hacia allá vamos”, afirma Adamo.
A diferencia de otras ediciones, el menú de talleres amplió su
oferta. María Moreno dará un taller intensivo de escritura de crónica.
Federico Falco dictará uno de narrativa. Inés Garland dará un taller de
escritura creativa para jóvenes de 13 a 17 años. Silvana Franzetti
dictará un taller de videopoesía. Todos los talleres tienen cupos
limitados y requieren inscripción previa (info@filba.org.ar). “Yo soy un
admirador fanático del Filba”, subraya Jorge Telerman, presidente del
Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires. “Varias veces nos
habíamos juntado con la idea de hacer algo, así que por un lado tengo la
alegría de ayudar en la organización de este capítulo bonaerense en Mar
del Plata, pero además me siento complacido por algo que he visto
crecer desde el principio, por la importancia y el valor que tiene este
festival”. Pablo Braun, presidente de la Fundación Filba que organiza
los dos festivales, el nacional y el internacional, repasa los comienzos
de esta propuesta. “El Filba Nacional surge con la idea de federalizar
la literatura. Nosotros estamos peleados con la idea de que sólo ocurran
las cosas en capital. Por cuestiones de logística y presupuesto fue
difícil llevar el Filba Internacional a distintas provincias, pero se
nos ocurrió hacer un Filba Nacional con la misma estructura: cuatro
días, varios autores en mesas redondas, en entrevistas, y en los
diversos cruces que hacemos entre la literatura y otras artes.” El Filba
Nacional ya pasó por Bahía Blanca, Santa Fe y Azul. Mar del Plata, cuna
de personalidades como Astor Piazzolla y Osvaldo Soriano, se prepara
para tirar la casa por la ventana. La fiesta literaria está por empezar.
* La programación completa se puede ver en www.filba.org.ar
http://www.pagina12.com.ar
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