viernes, 4 de junio de 2021

Diego en Roland Garros

 

Schwartzman ya está en la tercera rueda luego de un cómodo triunfo sobre el esloveno Bedene

 

El número 10 del mundo se impuso en sets corridos y dio otro paso sobre el polvo de ladrillo del abierto francés.

Diego Schwartzman ya está en la tercera rueda de Roland Garros 

Diego Schwartzman ya está en la tercera rueda de Roland GarrosJulian Finney - Getty Images Europe.

 

Sin sobresaltos y con holgura, Diego Schwartzman avanzó otra etapa en este Roland Garros. El número 10 del mundo consiguió un triunfo sobre el esloveno Aljaz Bedene por 6-4, 6-2 y 6-4, y está en la tercera etapa del abierto francés, en el que defiende las semifinales que alcanzó la temporada pasada.

Su próximo adversario será el alemán Philipp Kohlschreiber. El experimentado jugador, de 37 años, dio una de las sorpresas del día al ganarle al ruso Aslan Karatsev por 6-3, 7-6 (7-4), 4-6 y 6-1. Kohlschreiber fue Top 20 y cuenta con 8 títulos en su carrera, pero actualmente se ubica en el puesto 132°, pero en lo que va del año no había sumado triunfos en el nivel ATP, y este jueves superó a uno de los jugadores en mejor forma en 2021.

El Peque marcó diferencias cuando promediaba el primer parcial, y partir de allí dominó sin problemas el resto del encuentro, que cerró luego de 2 horas y 21 minutos de juego. En la búsqueda de un juego algo más agresivo sumó 28 errores no forzados, casi la mitad de los que acumuló Bedene (55), mientras que el argentino totalizó 19 tiros ganadores, contra 32 del jugador esloveno.

Como es habitual, Schwartzman consiguió ganar bastantes puntos al presionar desde la devolución (45 sobre 95, el 47 por ciento), lo que le permitió generar varias chances de quiebre, y con cinco breaks sobre 10 intentos le alcanzó para llevarse el encuentro disputado en el Court 14, con buena presencia de público en las tribunas. Sólo cedió su servicio en una oportunidad, durante el primer set. “Fue un buen partido, hice todo lo que tenía que hacer en lo táctico. Intenté errar poco, jugarle mucho por el revés y abrirlo por la derecha, pude jugar más largo y consistente. Puede ser que haya sido uno de mis mejores partidos últimamente, pero lamentablemente tampoco había jugado muy bien las últimas semanas. Siento que jugué 7 puntos, 7 y medio, pero tengo que seguir mejorando. Ganar en sets corridos y tener un día libre ayuda a mejorar, al menos en mi caso”, comentó el número 10 del ranking.

Eso sí: Schwartzman evitó como pudo una pregunta sobre cómo se le podía abrir el cuadro de cara a las próximas etapas. “No me digas, no me lo digas”, le pidió al periodista que iba a mencionar los posibles rivales que cayeron por su lado de la llave. Y explicó: “No miro más allá de con quién tengo que jugar ahora, que ya sé que es Kohlschreiber. Hay cosas que no puedo ni quiero ver. Ahora, si podía elegir, es cierto que a Karatsev prefería evitarlo, porque le fue bien las dos veces que jugó contra mí y era un rival difícil, con un presente espectacular y excelentes resultados este año. El otro (Kohlschreiber) vino como 20 veces a Roland Garros, tiene experiencia, juega lindo, es un jugador muy vistoso, y voy a tener que jugar con eso, con que me toca jugar contra un veterano del tour, y tengo que hacer todo lo que pueda para que pueda pegar siempre una pelota más y llevarlo al límite. Con Karatsev hubiera sido un partido completamente distinto, es como pasar de jugar dos pelotas por punto a ocho o diez, es lo que toca”.

“Hoy necesitaba dar un salto de calidad y ponerme bien. Aproveché cada chance que me dio, sentí un poco los nervios para cerrar al final, pero [Bedene] era un rival difícil, que un par de veces llegó a tercera ronda acá y ya demostró ante otros jugadores que si le das la chance de volver te puede complicar. Por eso el grito del final fue un desahogo, son cosas que aparecen. ¿La confianza? Es un tema mental que va y viene, aparece y desaparece. Hay todo un trabajo que no se ve, que en el tenis es muy importante para que esa confianza vuelva es muy importante y muy poca gente lo ve, se analiza muy poco también, y creo que es fundamental para, cuando ganás dos partidos, estar preparado y no haber estado lamentándose por no venir bien”, remarcó el Peque.

Schwartzman entiende que, más allá de que los resultados no lo acompañaron en las semanas previas, no cambió nada de cara a este Roland Garros. “Yo me lamento por cada derrota; cuando pierdo, ese día me siento mal y no soy de reprochar nunca nada al que tengo al lado, porque siento que yo me equivoqué. Pero cuando no se dio durante varias semanas, con el cansancio de la gira, también a ellos les costaba tenerme fresco, y lo que no me salía bien me costaba el triple, así que me hicieron ver la realidad, que por el momento soy Top 10, que estaba 22 o 23 en el Race al Masters y que tuve un bajón como lo puede tener cualquiera, y hay un montón de razones. Si yo no tengo paciencia, no le puedo ganar a nadie, así que me tomé unos días más libres de lo normal y eso ayudó para salir, caminar y refrescarme la cabeza”, dijo sobre lo que hizo para enfocarse en París.

“En los últimos nueve meses [desde el regreso del tenis tras el parate por la pandemia] estuve solamente un mes y medio en casa. Después de ganar el torneo de Buenos Aires (a principios de marzo) tuve tres días para estar con mis amigos, comer un asado, me fui a Acapulco y todavía no volví, con todo lo que eso implica. Creo que perdí un poco el eje. Uno se desconcentra, inconscientemente se nota en muchos aspectos. Cuando termine Roland Garros voy a volver, quizá me baje del torneo de Queen’s, pero necesito bajar tres o cuatro días, porque después ya nos vamos a Wimbledon y a Tokio (para los Juegos Olímpicos”, explicó.

Para Schwartzman, se trata de su octava participación en Roland Garros, donde llegó a las semifinales en 2020 y a los cuartos de final en 2018. Este año llegó con la tarea de recomponer su juego y sumar resultados positivos después de una gira previa en las canchas lentas de Europa en la que le fue por debajo de lo que él mismo esperaba. Hasta aquí, consiguió dos victorias holgadas para tonificar la confianza, con un mínimo de desgaste de cara a los próximos compromisos.

El Top 10 argentino consiguió su triunfo 41° en Grand Slams, una cifra que lo ubica entre los cinco jugadores con más victorias en estos certámenes, a la par de Guillermo Cañas, y por detrás de Guillermo Vilas (139), Juan Martín del Potro (97), David Nalbandian (86) y Juan Ignacio Chela (46), y por delante de Guillermo Coria (40) y Gastón Gaudio (36).

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