miércoles, 12 de agosto de 2015

Un tesoro en Google

El argentino que custodia los rollos del Mar Muerto

Adolfo Roitman creció en La Paternal, es curador en el Museo Nacional de Israel y logró que Google creara una plataforma para mostrar ese tesoro de la humanidad.

Adolfo Roitman, antropólogo y experto en religiones comparadas, durante su reciente visita a Buenos Aires.. Foto: LA NACION / Fernando Massobrio.

Uno de los mayores tesoros de la humanidad es custodiado, en el Museo Nacional de Israel, por un argentino. Es el antropólogo Adolfo Roitman, que creció en el barrio porteño de La Paternal, estudió en la UBA y se trasladó a Jerusalén en los años noventa.
Allá cedió a la fascinación que despiertan los rollos del Mar Muerto, como se conocen los pequeñísimos trozos de cuero de animal en los que los primeros hombres de esta era escribieron historias de profetas y otros relatos de época. En 1994 fue nombrado curador de esa colección, para la que el Museo de Israel había creado tres décadas antes el Santuario del Libro. Esa designación cambió la vida de Roitman. Y no sólo porque desde que ocupa ese cargo debió recibir visitas ilustres, como el príncipe heredero y hoy Felipe VI de España y Barack Obama.
"Ser responsable de este tesoro es como aquel que toda su aspiración era jugar en Ríver o en Boca y termina jugando en Barcelona con Messi", compara Roitman en diálogo con LA NACION después de dar dos charlas en la jornada sobre prevención y restauración de colecciones documentales realizada días atrás en la Manzana de las Luces por la Biblioteca Nacional.
Roitman, que no es un jugador solitario, abrió el cofre de los tesoros para todos. Logró queGoogle creara una plataforma específica para que cualquiera pudiera conocer las joyas más valiosas sin verse obligado a viajar a Israel. Desde setiembre de 2011 se exhiben en la gran vidriera virtual cinco de los ocho manuscritos más valiosos de su colección.
"Entrar en contacto con los rollos es como si se hiciera un viaje a través del túnel del tiempo y se hallaran huesos de dinosaurios que permanecieron sin ser tocados durante siglos", grafica el experto en religiones comparadas, graduado en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Son manuscritos cuya historia, según Roitman, parece la de un film hollywoodense. Transcurre en una de las zonas más bajas y secas del planeta: la del Mar Muerto, unos 400 metros bajo el nivel del mar, en el desierto de Judea. En ese escenario, en 1946, unos beduinos buscaban una cabra perdida y encontraron lo que ningún arqueólogo había visto jamás: manuscritos del siglo I dentro de vasijas de barro.
Fue en una de las cuevas de Qumran, en la costa oriental del Mar Muerto, a 35 km de Jerusalén. En un primer momento hallaron siete manuscritos que resultaron ser los mejor conservados y los de mayor significación de los 15.000 rollos encontrados en los años siguientes en otras cuevas. Estaban rodeados por un tejido y una sustancia pegajosa que los técnicos consideran destinados a la preservación. "Me pregunto si dentro de dos mil años tendremos el mismo éxito con los documentos que hoy queremos preservar de forma tan sofisticada", confesó Roitman.

Accediendo al sitio del museo de Israel (http://www.imj.org.il/) y cliqueando en Srine of the book (santuario del libro), primero, y luego en The digital dead sea scrolls (Rollos del Mar Muerto digital) se puede conocer el único manuscrito completo del libro de Isaías , el gran profeta de Israel que vivió hace 2800 años. Un cuero de unos siete metros de largo en el que se despliegan 66 capítulos. Como el 90% de los rollos del Mar Muerto, también éste está escrito en hebreo, según el estilo macabeo propio de las dos primeras centurias de nuestra era.
En el sitio del museo también se ofrecen otros cuatro manuscritos conocidos, como el Comentario a Habacuc (uno de los profetas menores, que vivió hace 2600 años ), el Rollo del Templo (llamado también El sexto libro de la Torá); la Regla de la guerra o Guerra de los Hijos de la Luz contra los Hijos de las Tinieblas, y la Regla de la comunidad. "Quienes acceden ven esos manuscritos mejor que si los tuviesen frente a sus ojos porque están en una calidad de 1200 megapíxeles", dijo el experto. Y contó que desde 2013 se incorporó a la Web la "mejor traducción al español" de los manuscritos, de Florentino García Martínez.
A esa información se suma la ofrecida por un video de la Autoridad Nacional de Arqueología de Israel, disponible en YouTube.

Y, en poco menos de un mes, según anticipó Roitman a LA NACION, se podrá ver, también de forma gratuita, una película producida por el Museo Nacional de Israel. Filmada con actores profesionales en los escenarios naturales, contará una historia de la Comunidad del Mar Muerto.
Si bien no es documental, a medida que transcurren las escenas se abrirán ventanas del lado derecho del monitor con información útil sobre los objetos o lugares que se muestran. "Se llama Human Sanctuary (Santuario Humano) y estará disponible en la Web de forma gratuita en inglés. Según la respuesta del público se buscará traducirlo a otros idiomas", prometió Roitman, para quien los rollos del Mar Muerto presentan "una realidad distinta en este momento en el que se busca conocer otras voces". Y su valor no es exclusivamente religioso, sino histórico y cultural, porque "informan sobre la época grecorromana, una de las más fascinantes de la historia de Occidente".

http://www.lanacion.com.ar



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