De la iniciativa, que se extenderá desde las 19 hasta las 7 de mañana con entrada gratuita, participarán intelectuales argentinos, franceses y alemanes. Además de breves charlas a cargo de los disertantes, habrá lecturas performáticas, recitales y una muestra.
Por Silvina Friera
La
genealogía de una ruptura puede devenir en la retrospectiva de la
escritura-reencuentro con ese mundo homofóbico y xenofóbico del que
necesitó liberarse cuando escapó de la provincia donde nació a la gran
capital. “Lo importante no es lo que hacemos de nosotros, sino lo que
hacemos nosotros mismos con lo que hicieron de nosotros”. La frase de
Jean-Paul Sartre en su libro sobre Jean Genet se convirtió en el
principio de la existencia del filósofo y sociólogo francés Didier
Eribon, uno de los invitados a “La noche de la Filosofía” –que comenzará
hoy a las 19 y se extenderá hasta las 7 de la mañana del domingo en el
Cultural San Martín, con entrada libre y gratuita– junto con otros
filósofos franceses y alemanes como Emmanuel Renault, Patrice Vermeren,
Susanne Klengel y Julia Weitbrech. También participarán varios
pensadores locales como Juan José Sebreli, Tomás Abraham, Alejandro
Rozitchner, Eduardo Grüner, Alejandro Katz, Diana Cohen Agrest,
Maristella Svampa, Claudia Hilb, Daniel Link, Samuel Cabanchik y
Alejandro Boverio, entre otros.
En Regreso a Reims, una belleza desgarradora en su lucidez y
melancolía, que acaba de publicar Libros del Zorzal, Eribon (1953)
explora las contradicciones y el desasosiego de escapar de dos
veredictos sociales: un veredicto de clase y un veredicto sexual. El
discípulo y amigo de Pierre Bourdieu huyó de los valores y la
sensibilidad de Muizon, un poblado en el que actualmente viven unas 2000
personas, en la periferia de Reims, para vivir su homosexualidad y
forjar su cosmos intelectual en la capital francesa. “Poco después de
haberme mudado a París, un día en que caminaba en la parte abierta del
Jardín de las Tullerías, que era uno de los lugares de encuentro que me
gustaba frecuentar cuando caía la noche y donde siempre había mucha
gente, vi venir de lejos un grupo de jóvenes, evidentemente
malintencionados. Se la tomaron con un hombre bastante mayor, al que se
pusieron a moler a piñas y, cuando cayó al piso, a patadas. Un
patrullero pasaba por la avenida que, en esa época, bordeaba el parque.
Lo detuve gritando a sus ocupantes: ‘¡Le están pegando a alguien en el
jardín!’. Me respondieron: ‘No tenemos tiempo para perderlo con putos’, y
siguieron su camino”, recuerda el filósofo francés, que presentará este
libro el lunes a las 19 en la Alianza Francesa (Córdoba 946). “Los
lugares gays están atormentados por la historia de esta violencia: cada
camino, cada banco, cada espacio alejado de las miradas llevan
inscriptos todo el pasado, todo el presente y probablemente todo el
futuro de esos ataques y esas heridas físicas que dejaron y dejarán tras
de sí, sin hablar de las heridas psicológicas”, agrega el autor de
Reflexiones sobre la cuestión gay (2001), Una moral de lo minoritario
(2004) y Escapar del psicoanálisis (2008), entre otros títulos.
“Una fiesta del pensamiento”. Esta es la carta de presentación de
“La noche de la Filosofía”, organizada conjuntamente por el Ministerio
de Cultura porteño y las embajadas de Francia y Alemania. Esta
iniciativa, que se ha realizado en París, Berlín, Londres, Nueva York y
Rabat, estimula el formato de la divulgación filosófica a través de
breves charlas, simultáneas y de veinte minutos de duración, a cargo de
más de veinte filósofos argentinos, franceses y alemanes. Además, habrá
actividades paralelas con lecturas performáticas a cargo de actrices y
actores como Alejandra Radano, Maruja Bustamante, Alfredo Allende, Carla
Peterson y Juana Viale; recitales de música y danza y proyecciones de
documentales sobre Michel Foucault y Hannah Arendt; y una muestra de
caricaturas y filosofía a cargo de los franceses Jul y Charles, entre
otras propuestas. “Podría escribir, inspirándome en la prosa metafórica y
florida de Genet, que llega un momento en que uno transmuta los
escupitajos en rosas, los ataques verbales en una guirnalda, en rayos de
luz –plantea Eribon en Regreso a Reims–. En resumen, un momento en el
que la vergüenza se transforma en orgullo. Y ese orgullo es político.
Uno lleva a cabo un trabajo lento y paciente para moldear la propia
identidad a partir de la que nos impuso el orden social. Es por eso que
uno nunca se libera de la injuria o de la vergüenza. Tanto más cuanto el
mundo nos llama al orden a cada instante, reactivando los sentimientos
que quisiéramos olvidar, que a veces creemos haber olvidado.”
* La programación completa se puede consultar en: http://elculturalsanmartin.org/http://www.pagina12.com.ar
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