El récord de los técnicos argentinos en las semifinales de la Copa América
VIÑA DEL MAR.- Todavía no se sabe quién ganará la Copa América,
pero sí se conoce que el campeón tendrá director técnico argentino. El
póker de entrenadores de nuestro país entre los semifinalistas lo
completó ayer Ramón Díaz, que dio uno de los batacazos del torneo al eliminar con su Paraguay a Brasil. El Pelado dejó en la cuneta al único colega que quedaba sin ser compatriota: Dunga,
que obtuvo la Copa América en 2007 y al que Brasil volvió a confiarle
el seleccionado tras la catástrofe del Mundial que organizó. Paraguay
volvió a ser verdugo por penales de Brasil en los cuartos de final, como
ocurrió hace cuatro años, con el equipo guaraní que por entonces
dirigía Gerardo Martino.
Aquella noche, entre Villar, los palos y la mala definición obraron el
milagro de la clasificación. Quedó para la posteridad la frase despojada
de eufemismos del Tata: "Pasamos de culo". Ayer, otro entrenador al que
lo suele guiar la buena estrella, al que se le alinean los planetas
hasta cuando menos lo parece, reivindicó la capacidad del técnico
argentino.
Los emparejamientos quedaron así: Martino vs. Ramón Díaz y Jorge Sampaoli ( Chile) vs. Ricardo Gareca ( Perú).
El duelo del Pacífico y el del río Paraná, ambos con timoneles
argentinos. Salvo el de Sampaoli, los ciclos de los otros tres están en
una etapa embrionaria, de crecimiento hacia otro objetivo importante de
este año: el comienzo de las eliminatorias para el Mundial 2018.
El torneo tenía un 50 por ciento de conductores argentinos. Los dos que ya hicieron las valijas son Gustavo Quinteros ( Ecuador), que no pasó la etapa clasificatoria, y José Pekerman, que con Colombia resistió hasta los penales frente a la Argentina.
A
los cuatro los une la nacionalidad, pero de acuerdo con el material con
que cuentan representan distintos estilos de juego. Martino apuesta por
la posesión y el control; Sampaoli, por la verticalidad, la intensidad y
la búsqueda del ataque con varios jugadores; Ramón, por el pragmatismo y
el oficio de varios de sus experimentados futbolistas; armó un equipo
que esconde sus defectos y potencia las virtudes; Gareca procura el
mismo equilibrio entre defensa y ataque que lo distinguió en Vélez.
Habrá
un duelo repetido. La Argentina y Paraguay ya se enfrentaron en el
debut, en un choque con dos tiempos antagónicos. El conjunto de Martino
fue dominador absoluto en la primera etapa, cuando consiguió una ventaja
de dos goles, y se desorientó en el período final a partir de la
reacción guaraní y de un cambio del Tata (Tevez por Pastore) que
descompensó la estructura y lo expuso a un golpe por golpe en el que
salió desfavorecido, con el empate 2 a 2.
Los DT argentinos se han
cruzado algunos elogios. Martino hace unos días fue generoso con
Sampaoli: "La selección que más me llama la atención e impresiona es
Chile, es una máquina de atacar, atacar y atacar. Si yo fuera chileno,
estaría recontra orgulloso de esta selección, más allá de que gane o no.
Argentina tiene más pase que Chile, que es más vertiginoso, pero igual
me encanta". El conjunto del técnico casildense le da razón al Tata al
ser el más goleador del torneo, con 11 tantos en cuatro cotejos. Antes
de empezar la copa había toda una declaración de intenciones: "Tenemos
que jugarla con 11 kamikazes".
Los pálpitos y predicciones apuntan
a una final Chile-Argentina. Pero Paraguay enseñó que cada vez que se
lo subestimó, superó un obstáculo, aunque haya ganado un solo partido
(1-0 a Jamaica con un regalo inconcebible del arquero) y empatado los
otros tres. Martino imaginaba la secuencia Brasil y Chile rumbo al
título. Como tantas veces, el fútbol tiene reservada una sorpresa. A
aquel Ramón que sacó chapa de técnico dirigiendo a un River trufado de
estupendas individualidades ahora hay que reconocerle su habilidad para
reflotar la garra y el temperamento guaraní, que estaban muy adormecidos
en un plantel que terminó último en las eliminatorias pasadas.
El
Tigre Gareca dio el golpe al vencer a Colombia y frente a Bolivia Paolo
Guerrero le sacó lustre a su apodo "Depredador", con tres goles,
cantidad que lo tiene como uno de los máximos anotadores de la copa,
junto con Arturo Vidal. Perú cuenta con uno de los mejores laterales
izquierdos del torneo, Luis Advíncula, y sorprendió con la gambeta y el
atrevimiento del volante Christian Cueva.
Sobre la proliferación
de técnicos argentinos en la copa, Carlos Bianchi escribió en ESPN
Magazine antes del comienzo: "Sobrevivir en el medio argentino es una
prueba de fuego permanente que, no tengan dudas, templa el carácter (.)
Este tremendo nivel de exigencia hace que, si uno pasa el examen,
termine obteniendo un máster en dirección técnica que da credenciales
para trabajar en cualquier parte del mundo". Y en esta parte del mundo
que es América del Sur, un técnico argentino saldrá con post grado de
campeón.
http://canchallena.lanacion.com.ar
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