Al Tun Tun, El Murgón de la Esquina, Cielo Arriba, Los Musiqueros, Los Cuatro Vientos, Divertitango y Los Cazurros pondrán el cuerpo y la música a una jornada en la que también aportarán contenido Pakapaka, Aadi, el Ministerio de Educación y Calibroscopio.
Por Facundo García
Donde estuvo la tragedia se escucharán risas de niños. Y no porque se quiera tapar el pasado. Al contrario: una de las metas del Primer Festival de los Chicos María Elena Walsh –que tendrá lugar mañana desde las 14, en el Espacio Cultural Nuestros Hijos, Libertador 8465, predio de la ex ESMA– es socializar ese sitio de horror para insuflarle vida. En la programación hay un abanico de reconocidos artistas infantiles, cada uno con su estilo, aunque unidos por un mismo compromiso. Además se ofrecerán talleres de teatro, narraciones y artes plásticas, en lo que será un homenaje no sólo a la memoria, sino también al futuro.
“María Elena Walsh fue una gran inspiración, por eso elegimos ese nombre. Era una mujer que –a pesar de la monotonía que imponían las dictaduras– armaba discos llenos de imaginación”, explican los entrevistados. Lo de mañana es también el cierre del año para el programa El ECuNHi hace escuela, que desde su inicio en 2010 trabajó junto al Ministerio de Educación (también organizador de la fiesta de mañana), con más de doce mil alumnos, en visitas y talleres artísticos en el espacio del ECuNHi. Por eso es que tantos quisieron sumarse a la fiesta. Entre los artistas que saldrán a divertirse con los chicos hay varios del Movimiento de Música para Niños (Momusi), como Al Tun Tun, El Murgón de la Esquina, Cielo Arriba y Los Musiqueros. Divertitango y los Cuatro Vientos completarán una grilla de excelencia, en una fiesta que será conducida por Los Cazurros, que también aportarán lo suyo.
Junto al ECuNHi y el Ministerio de Educación, se sumaron a la movida como auspiciantes el canal Pakapaka, que propondrá rincones de talleres y muestras (ver aparte); la editorial Calibroscopio, que pondrá a disposición sus ediciones en el rincón de narración; la Asociación Argentina de Intérpretes y la Secretaría de Cultura (el evento fue declarado de interés cultural). Los organizadores también anuncian artistas circenses y grupos de percusión que darán la bienvenida a los chicos, y hacen una invitación: si el día está lindo, conviene llevar gorrito, lona, reposera, vianda y todo lo necesario para pasarlo al aire libre. Si el tiempo no acompaña, anuncian que el evento no se suspende: la fiesta sigue bajo techo, en las instalaciones del espacio cultural de las Madres.
“A mí me encanta que el ECuNHi se esté abriendo más y más. Si cuando yo vine acá por primera vez salí transformada, ¿qué mejor experiencia, qué mejor enseñanza que acercarte junto con tu hijo y transformarse juntos?”, invita Débora Azar, de Al Tun Tun. La charla se da a la vera de unos árboles, en un mediodía movido por las idas y vueltas que hace el sol con la sombra de las hojas en la sede del ECuNHi. Los intérpretes conversan con debates e ilusiones en proporción equivalente. Para Ernesto Sánchez, de Los Cazurros, estar en la conducción del evento junto a su partenaire Pablo Herrero implica un reto personal y profesional: “Sentir que estás siendo consecuente con lo que pensás es lo que más te moviliza. Sabemos que va a pasar un tiempo largo hasta que podamos modificar la energía de estos edificios, pero en esta última época yo creo que estamos viviendo a flor de piel. Nos emocionamos con otra intensidad y hay ganas de recomponer la historia”.
Las Madres de Plaza de Mayo asumieron la gestión de las instalaciones el 31 de enero de 2008. Ese día pintaron flores en los muros, en un intento de trocar la tristeza por aprendizaje, belleza y arte. El objetivo planteado para el ECuNHi fue “generar una Universidad de Artes y Oficios que dé respuesta concreta de capacitación a la población de la ciudad, del país y del mundo”, con “contenidos académicos de excelencia”. Desde entonces hubo avances, pero los obstáculos no faltaron. Ni faltan. En efecto, los artistas están convencidos de que lo de mañana es una oportunidad para hacerles el aguante a las queridas viejas. Por otra parte, el domingo es el Día Internacional de los Derechos del Niño. Otra razón para el encuentro.
–¿Cómo se hace para encarar ciertos temas relacionados con el ECuNHi de un modo que sea accesible para los chicos?
Facundo Alvarez (El Murgón de la Esquina): –Nosotros venimos tal como somos, con sinceridad y sentimiento. Igual la dificultad no es tanta, porque las generaciones más nuevas tienen otra apertura. Así como entre los adultos hay fuerzas políticas antiguas que están sacando muy pocos votos y simultáneamente se ven despuntar ideas novedosas, los pibes de hoy se están posicionando desde perspectivas que te sorprenderían. Saben sacar sus conclusiones y están al tanto de que pueden optar por distintos caminos. De hecho, si vos te fijás en la programación del festival, vas a ver que hay artistas muy diferentes entre sí, como para que cada chico decida.
Fernanda Massa (Al Tun Tun): –Es que lo que hay que recuperar no son solamente “ideas”. Es todo un tesoro de estéticas el que fue ocultado. Es más: hemos tocado acá antes y sentimos una energía impresionante. No es que haya respuestas cerradas ni que nadie esté interesado en las bajadas de línea. La sensación es que se abre un diálogo en el que todas las preguntas son bienvenidas. Esa me parece otra de las claves para comunicar a los chicos en el toque de mañana: nadie los va a obligar a aprender, pero ellos deberían ser libres para plantear todos los interrogantes que quieran.
Cada uno de los artistas independientes tiene su búsqueda. Sin embargo, se intersectan en valores comunes. Para Jorge Gribo, de Cielo Arriba, eso los posiciona en otra vereda respecto del pensamiento único que imponen las corporaciones del entretenimiento. “Hoy los pibes están cercados por el ‘producto comercial’ –define–. Te venden la película, la obra de teatro, la figurita y la remera. Y detrás de eso, la nada. De ahí que los chicos se desesperen por ser adolescentes, por escapar. Lógico, el mercado los hace saltarse etapas porque sabe que los ‘jóvenes’ consumen más. Nosotros pretendemos ir por otro lado. Ojo, sin obligación: en nuestros recitales las puertas siempre están abiertas, para que el que quiera entre y el que tenga ganas de salir salga. Pero esta vez va a ser más lindo todavía, porque vamos a estar proponiendo esta alternativa en familia y al aire libre.”
Los locos bajitos que se cansen de los conciertos podrán hacer de las suyas en talleres con clowns, malabaristas, contadores de cuentos y actores. Pakapaka, la Secretaría de Cultura, la AADI y Calibroscopio agregarán aún más opciones: ante semejante diversidad cabe preguntarse qué es lo que comparten los participantes. Para Gribo es “una ética y un respeto por la diferencia”. “Defendemos lo poético y la metáfora, que casi no existe en los grandes medios o existe como estereotipo. Y no laburamos sólo ‘para los nenes’. Planteamos un marco amplio... ¡de hecho hay padres que son más fans de nuestra banda que sus hijos!”, apunta.
Para el Cazurro Ernesto Sánchez, la coincidencia pasa por el cariño por lo que se hace. “Se percibe a esta actividad como un género menor”, tira. “Pero me consta que los que estamos acá no venimos por plata ni para ganar horas de escenario. Venimos porque afirmamos que el contenido, la calidad y las ideas pueden ir de la mano.” Las implicancias de mantenerse en esa línea serían imposibles de enumerar. Tal vez sirva resumir diciendo que el esfuerzo es a favor de la palabra y contra la angustia del vacío, a favor de las melodías y contra el ruido, por la vida y contra la muerte. Dice Sánchez: “Tenemos fe en este oficio. En una función, vino una madre con un flaco de diecisiete años. Este flaco era autista, por lo que le estaba costando desarrollarse y actuaba como si tuviera siete u ocho. Bueno, el pibe se acercó y me encajó un abrazo. Bien fuerte. Cuando miré a la madre, vi que lloraba. Era el primer gesto de cariño que le había visto hacer a su hijo. Habíamos descubierto un cauce para lo que le pasaba al tipo. De eso se trata”.
* La entrada al Primer Festival de los Chicos María Elena Walsh es libre y gratuita. A las 14 comienzan los diferentes rincones de talleres. A partir de las 15.30 se larga la música en el escenario, con Cuatro Vientos, Los Musiqueros, Al Tun Tun, El Murgón de la Esquina, Cielo Arriba, Divertitango y Los Cazurros. Más información en www.nuestroshijos.org.ar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario