martes, 9 de junio de 2015

Más que merecido

Ricardo Piglia ganó el premio Formentor

Lo distinguieron por su trayectoria. Antes que él, lo ganaron Borges, Beckett y Carlos Fuentes, entre otros.


Con el diario. Ricardo Piglia, en trabajo reciente de la fotógrafa Alejandra López. 


“Una obra narrativa que se desenvuelve armónicamente entre la originalidad y la cultura popular y la tradición más exigente”. Así definió el jurado del Premio Formentor el trabajo literario de Ricardo Piglia (Adrogué, 1941), cuando ayer lo anunció ganador de la edición 2015 del galardón, dotado con 50.000 euros.
El Formentor, que se entregará el 25 de septiembre, fue creado por la editorial Seix Barral en 1961 y se entregó hasta 1967 en el Hotel Formentor de Mallorca, que se había convertido en una especie de foro literario. Desde 2011 volvió a entregarse y ahora reconoce a Piglia por su obra completa. Según el jurado, la obra de Piglia “está por encima del proceso de desliteraturización que padece la novelística actual” porque en sus ficciones el autor también les brinda a los lectores “la mirada de un crítico literario perspicaz y el conocimiento de un teórico de la literatura”.
El jurado estuvo presidido por Basilio Baltasar –director de la Fundación Santillana– y formado por Darío Villanueva, director de la RAE, y los escritores Félix de Azúa, José Ángel Gonzalez y Marta Sanz. El veredicto habla del escritor que en 1980 publicó Respiración artificial, una de las novelas más destacadas de la entonces nueva literatura argentina; del ensayista que escribió sobre Roberto Arlt, William Faulkner, Julio Cortázar, Macedonio Fernández y, especialmente, Jorge Luis Borges; de uno de los teóricos que pensaron el vínculo entre la ficción y la política en la literatura argentina.
Hablaba, el jurado, del artista que ayer, a los 73 años y enfermo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), dijo que recibía el premio con alegría y agradecimiento y que la creación literaria resiste en la actualidad porque “uno de sus horizontes es, justamente, contar cómo sobreviven los hombres en esta intemperie que no tiene fin”.
Desde que recibió una mención especial en la edición de 1967 del premio Casa de las Américas por su libro de cuentos Jaulario, Piglia fue reconocido con el Premio Planeta, el Konex de Brillante y el Rómulo Gallegos. Con el Formentor, subirá a un podio donde estuvieron autores como Samuel Beckett, Jorge Semprún, Witold Gombrovicz, Carlos Fuentes y el mismísimo Borges.
“La de Piglia es una de esas obras en las que la literatura alcanza su plena autoconciencia. No son muchos los casos en los que eso se consigue –otro es Borges, por supuesto–; Piglia lo hace además con una tensión narrativa admirable”, opinó el escritor y crítico literario Martín Kohan, consultado por Clarín. “Considero más que merecido cualquier premio que le den a Piglia, incluso el Nobel. No sólo es un autor importantísimo, sino una persona muy generosa con su sabiduría”, sostuvo Daniel Link, también escritor y crítico literario: alcanza ver Borges, por Piglia, el ciclo de clases televisadas que el autor de Blanco nocturno dio sobre Borges por la TV Pública para estar de acuerdo.
Emilio Renzi, un personaje que apareció como tal en su cuento “La invasión”, de 1967, fue en muchas ocasiones quien le permitió a su autor hablar del mundo de la literatura. Tal vez la reflexión de más largo aliento sea la que está por publicarse, en septiembre de este año, en Los diarios de Emilio Renzi.

“El reconocimiento de los colegas es el mejor halago al que podemos aspirar”, reflexionó Piglia ayer, ante la admiración del mundo literario.

http://www.clarin.com

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