sábado, 18 de octubre de 2014

Tarea silenciosa

Milagroso: obras que renacen como en un hospital de arte

Un día en el mundo preciosista de Tarea, el taller de restauro de pinturas y esculturas más importante de América del Sur.

Por María Elena Polack

A seis pasos de distancia se aprecia la obra; bien de cerca se aprecia la intervención. Restaurar arte es una tarea profesional de un detalle imperceptible para el ojo del público, una labor parecida a la de un monje que, en silenciosa concentración, dedica muchas horas diarias a investigar y diagnosticar la "enfermedad" por curar y proceder a su tratamiento.
El espíritu de lo que sucede aquí, detrás de la fachada de la histórica fábrica de corsés La Ninfa, en Barracas, es parte del milagro. En el Taller de Restauro de Arte (Tarea) del Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural de la Universidad de San Martín, que hace 10 años tomó la posta de la Fundación Antorchas, el mundo tiene una dimensión distinta. Amplias mesas de trabajo convocan a especialistas en distintas disciplinas, desde un ingeniero químico que estudia materiales y colores hasta historiadores del arte. Hablan pausado y en voz baja. Hay necesidad de ser preciso; no rápido. Pero el equipo de casi 20 profesionales no se da cuenta del impacto que genera.

Miles de personas han gozado de su maestría sin conocer sus nombres. Han restaurado más de 200 obras en esta década. Con algunos pocos ejemplos se puede confirmar su excelencia: el controvertido mural de Siqueiros, que se exhibe en el Museo del Bicentenario (estuvo abandonado en contenedores al aire libre por años); la colección del Museo Pío Colivadino; el telón del teatro el Círculo de Rosario; las lunetas de Galerías Pacífico -cuatro estaciones pintadas por Spilimbergo, Urruchúa, Castagnino y Colmeiro-; la escultura en madera de El Señor del Milagro de Salta; 20 pinturas de los héroes de la Independencia de Gil de Castro, que actualmente se exponen en Perú. Y sigue la lista.
El taller de Quinquela Martín 1784 tiene 800 metros cuadrados de superficie. Por su tamaño y su prestigio es el más grande de la región, y el mundo del arte lo tiene en su radar. Hace pocos días, expertos internacionales debatieron aquí sobre el gran tema del patrimonio, la conservación y la restauración. Entre mesas de trabajo y depósitos de obras que aguardan su turno en este quirófano donde las tratan con manos de cirujano, se suceden las ceremonias mágicas de recuperar "la correcta lectura de la obra", como definen su tarea.
Todos ya sueñan con el próximo destino de Tarea: el edificio de más de 3000 metros cuadrados que tendrán en el Campus Migueletes de la Unsam. ¿La mística y el espíritu se podrán mantener intactos? Nadie arriesga ningún propósito, pero se miran cómplices con la cofradía cotidiana que comanda el decano del Instituto, Néstor Barrio.

http://www.lanacion.com.ar

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