Milagroso: obras que renacen como en un hospital de arte
Un día en el mundo preciosista de Tarea, el taller de restauro de pinturas y esculturas más importante de América del Sur.
Por María Elena Polack
A seis pasos de distancia se aprecia la obra; bien de cerca se aprecia la intervención. Restaurar arte
es una tarea profesional de un detalle imperceptible para el ojo del
público, una labor parecida a la de un monje que, en silenciosa
concentración, dedica muchas horas diarias a investigar y diagnosticar
la "enfermedad" por curar y proceder a su tratamiento.
El espíritu
de lo que sucede aquí, detrás de la fachada de la histórica fábrica de
corsés La Ninfa, en Barracas, es parte del milagro. En el Taller de
Restauro de Arte (Tarea) del Instituto de Investigaciones sobre el
Patrimonio Cultural de la Universidad de San Martín, que hace 10 años
tomó la posta de la Fundación Antorchas, el mundo tiene una dimensión
distinta. Amplias mesas de trabajo convocan a especialistas en distintas
disciplinas, desde un ingeniero químico que estudia materiales y
colores hasta historiadores del arte. Hablan pausado y en voz baja. Hay
necesidad de ser preciso; no rápido. Pero el equipo de casi 20
profesionales no se da cuenta del impacto que genera.
Miles de personas han gozado de su maestría sin conocer sus nombres.
Han restaurado más de 200 obras en esta década. Con algunos pocos
ejemplos se puede confirmar su excelencia: el controvertido mural de
Siqueiros, que se exhibe en el Museo del Bicentenario (estuvo abandonado
en contenedores al aire libre por años); la colección del Museo Pío
Colivadino; el telón del teatro el Círculo de Rosario; las lunetas de
Galerías Pacífico -cuatro estaciones pintadas por Spilimbergo, Urruchúa,
Castagnino y Colmeiro-; la escultura en madera de El Señor del Milagro
de Salta; 20 pinturas de los héroes de la Independencia de Gil de
Castro, que actualmente se exponen en Perú. Y sigue la lista.
El
taller de Quinquela Martín 1784 tiene 800 metros cuadrados de
superficie. Por su tamaño y su prestigio es el más grande de la región, y
el mundo del arte lo tiene en su radar. Hace pocos días, expertos
internacionales debatieron aquí sobre el gran tema del patrimonio, la
conservación y la restauración. Entre mesas de trabajo y depósitos de
obras que aguardan su turno en este quirófano donde las tratan con manos
de cirujano, se suceden las ceremonias mágicas de recuperar "la
correcta lectura de la obra", como definen su tarea.
Todos ya
sueñan con el próximo destino de Tarea: el edificio de más de 3000
metros cuadrados que tendrán en el Campus Migueletes de la Unsam. ¿La
mística y el espíritu se podrán mantener intactos? Nadie arriesga ningún
propósito, pero se miran cómplices con la cofradía cotidiana que
comanda el decano del Instituto, Néstor Barrio.
http://www.lanacion.com.ar
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