domingo, 12 de octubre de 2014

Sudamericano de deportes acuáticos

La historia de Andrea Berrino, la promesa de la natación a la que le recomendaron no nadar nunca más

Le detectaron un problema congénito en su columna vertebral y, pese a los pronósticos desfavorables, mantuvo su rutina de entrenamiento de lunes a lunes; desde octubre de 2013, lleva ganadas 28 medallas; a sus 20 años es presente y futuro del equipo argentino.

Por Fernando Czyz

 Andrea con sus siete medallas en el Sudamericano.  Foto: Facebook Andrea Berrino.

Desde que dejó su Río Tercero natal, a los 13 años, para viajar a la capital de Córdoba comenzó una ilusión: transformar su pasión por la natación en una profesión que le permita ir cumpliendo sus sueños. Mucha agua pasó debajo del puente en poco tiempo. Este último fin de semana, Andrea Berrino coronó en el último Sudamericano de Natación un año desde su regreso a la competencia, luego de una lenta rehabilitación de dos años tras un diagnóstico que casi le trunca su ilusión a los 17 años. "Mi entrenador me dijo que luego de lo peor iba a llegar la recompensa", revela en diálogo con canchallena.com. Y la recompensa llegó.
"Me llegaron a decir que tenía que abandonar por completo la natación; que lo ideal era dejar todo. Vine a Córdoba y me dediqué sólo a la recuperación. Me habían dicho que no iba a poder nadar más en el alto rendimiento. Era horrible para mí", recordaba la joven sobre aquel duro momento en una reciente nota con Mundo D.
Sin embargo, su tenacidad, fortaleza y temple le permitieron luego de dos años de rehabilitación conseguir torcer y contradecir esos primeros pronósticos pesimistas sobre una fuerte tendinitis, desencadenada por escoliosis, espina bífida y problemas congénitos de su columna.

"Lloraba del dolor en el Mundial Juvenil de Lima. Los médicos le dijeron que era una tortura y que no valía la pena seguir. Sin embargo cuando volvimos nos juntamos con Fernando Herrera, un preparador físico del PLADAR, y nos recomendó que 'sólo trabaje la patada'. La única opción era entrenar en doble turno y hacer kinesiología y fisioterapia todos los días, hasta el domingo", contó su entrenador Federico Rossi.
"A su vuelta, los resultados no eran buenos: pasó de ser campeona sudamericana (a los 14 años en Mar del Plata y a los 16 en Lima) a ni subir a los podios en los torneos argentinos. De todos los nadadores que tengo, la única que pudo hacer algo así es ella, con ese temple", completó Rossi.
En charla con canchallena.com, Andrea contó sobre el origen de esa fortaleza: "Con mi entrenador tenemos mucha confianza y él me dijo después de un torneo en el que participé en mi período de recuperación: 'Tenés que bancar esta situación dos años y luego va a haber recompensa'. Y no se equivocó".

"Esos años fueron muy complicados. En mis primeros años me iba muy bien y cuando sos chico cada vez que te tirás a la pileta mejorás tu tiempo. Entonces, el problema en mi espalda llegó en un instante muy complicado pero yo me apoyé mucho en mi familia, amigos, entrenadores y fisioterapeutas", expresó la cordobesa.
"El año pasado, en el primer torneo que se tiró al agua, 'la Flaca' salió campeona argentina en 200 metros espalda, pero a la noche recibí una llamada donde me decía que no podía caminar porque le dolía mucho el pie. El diagnóstico fue una trombosis femoral que derivó en cinco meses más de rehabilitación", recuerda Rossi.
  
El balance desde su regreso definitivo
En octubre del año pasado, en su regreso, bajó el récord argentino de 200 metros de pileta corta, que le pertenecía nada más y nada menos que a Georgina Bardach.
Hoy, Andrea puede mirar al horizonte y volver a soñar como a los 13 años. Con 28 medallas conquistadas en cuatro torneos disputados en los últimos 12 meses, se anima a ilusionarse con competir en 2016 en los Juegos Olímpicos de Río.
El contador de los útimos doce meses marca 3 preseas en cinco disciplinas en los últimos Odesur, 15 medallas en el torneo Argentino, 3 en el Nacional brasileño en su primera experiencia para un club internacional y 7 en el Sudamericano, con tres récords nacionales.

En Mar del Plata, Andre hizo podio en las siete pruebas en las que participó, además de lograr dos nuevas marcas argentinas individuales en 100 y 200 metros espalda. Asimismo integró el equipo nacional que estableció dos récords nacionales en la posta 4x200 libre y 4x100 combinado.
"Fue un año muy bueno para mi carrera. Me falta muchísimo para mejorar y, como no puedo, por mi situación física, realizar un trabajo intenso en el gimnasio pretendo suplirlo por un trabajo planificado y sostenido en la pileta", dice con un tono adulto que hace olvidar sus apenas 20 años.
"A fin de año participaré en el Mundial de pileta corta en Doha. Luego estaré en el selectivo para el de pileta larga en la ciudad rusa de Klizan, y después tendré a mitad de año los Juegos Panamericanos de Toronto, para donde ya estoy clasificada". Así, lejos de quienes presagiaban lo peor, Berrino ya repasa un calendario cargado y se tira a la pileta con la llama olímpica de Río encendida en sus ojos.

http://canchallena.lanacion.com.ar




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