sábado, 25 de octubre de 2014

Juegos Olímpicos Río 2016

Viento en popa

Mariano Reutemann fue el primer deportista argentino en conseguir una plaza olímpica en Río 2016 para la delegación nacional.
Hace 30 años que el cordobés se subió a una tabla de windsurf y lo atrapó la pasión.



Luciana Aranguiz

Hace 30 años, cuando se subió por primera vez a una tabla de windsurf, nació su amor por la náutica. Desde entonces, primero en su Villa Carlos Paz natal y después alrededor del mundo, Mariano Reutemann fue construyendo su carrera y, a base de trabajo y objetivos cumplidos, llegó a transformarse en un referente de la vela argentina. Hoy, con tres Juegos Olímpicos disputados y 37 años, festeja un nuevo logro: haber asegurado una plaza para la Argentina en los Juegos de Río de Janeiro 2016. Pero lejos de relajarse, el cordobés no frena su marcha y sigue con la cabeza puesta en el futuro.
"Haber conseguido nuevamente el pasaje para que Argentina esté presente en los Juegos Olímpicos fue algo muy importante y una satisfacción personal muy grande. Era uno de los grandes objetivos que tenía para este año. Pero el camino hacia Río sigue y hay que continuar trabajando para encarar los próximos desafíos y para lograr estar en las primeras posiciones de esta disciplina", le contó Reutemann a Clarín.
El cordobés, que con su 22° lugar en el Mundial de la clase RS:X fue el primer argentino en asegurar un lugar para la delegación nacional en Río 2016, descubrió el windsurf con sólo siete años. Siguió los pasos de su papá y rápidamente se enamoró de un deporte que, según cuenta, es tan divertido como exigente. "El windsurf es muy lindo, pero también muy intenso. Es un deporte muy variable, depende del viento y eso hace que vayan cambiando las necesidades que uno tiene cuando navega. Por momentos es muy aeróbico, por lo que hay que estar física y aeróbicamente muy bien preparado. Además, arriba de la tabla es necesario tener mucho dominio y mucha elasticidad para poder balancearse y desplazarse por la embarcación sin sufrir ninguna dificultad ni caerse al agua. Y eso es también parte de lo que uno entrena y practica", explicó.
-Con exigencias tan distintas, ¿en qué consiste el entrenamiento de un windsurfista?
-Tenemos que hacer un trabajo de fuerza, de explosividad y de flexibilidad. Arrancamos muy temprano, con una hora y media de aeróbico, yoga y de resistencia física en el gimnasio. Y después lo específico, con tres horas más de entrenamiento en el agua. Yo vivo en Villa Carlos Paz y cuando estoy en el país me entreno en el dique San Roque. Pero como estoy permanentemente compitiendo y viajando, paso gran parte del año entrenándome afuera, con equipos de otros países. No es fácil, pero compartir con otros atletas nos ayuda y nos potencia.
-El próximo gran desafío será Toronto 2015. ¿Qué expectativas tenés para esos Juegos Panamericanos?
-Primero tenemos que asegurar la clasificación, ya sea en el Sudamericano que se va a hacer en diciembre en Buenos Aires o en alguno de los selectivos de 2015. Pero para Toronto, el objetivo es claro: ganar el oro. Después de las medallas de plata que conseguí en Río 2007 y Guadalajara 2011, creo que es una meta que se puede lograr. No es fácil, porque en los Panamericanos competimos contra Brasil, número uno del ranking mundial y una de las potencias en nuestra disciplina. Pero confío en el trabajo que venimos haciendo y creo que podemos ganarle.
-¿Cuánto te ilusiona pensar que podrías disputar tus cuartos Juegos Olímpicos?
-Todavía no está decidido quién va a representar a Argentina en Río, porque los selectivos comenzarán después de Toronto, pero ya tengo muchas expectativas sobre la posibilidad de ir. Los Juegos Olímpicos son el sueño de todo deportista. Y aunque todavía falta, ya estamos apuntando a fortalecer la preparación para llegar de la mejor manera a esa fecha y poder pelear para entrar en la Medal Race y, por qué no, por un lugar entre los tres mejores.

http://www.clarin.com

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