Una vidriera pensada para compradores de todo el mundo
A partir del martes, más de 400 películas de la región estarán
disponibles para distribuidores, exhibidores y programadores de
festivales. “Latinoamérica será protagonista absoluta”, dice Bernardo
Bergeret, codirector del encuentro.
Por Oscar Ranzani
La quinta
edición de Ventana Sur, el mercado cinematográfico latinoamericano
creado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y
el Marché du Film del Festival de Cannes comenzará el próximo martes 3
en el predio de Alicia Moreau de Justo 1690 y en el Cinemark Puerto
Madero, y se extenderá hasta el viernes 6 de diciembre. Esta importante
cita para productores, distribuidores, compradores y vendedores del
mundo del cine, surgida durante la gestión de la presidenta del Incaa,
Liliana Mazure –que está terminando su labor al frente del organismo
cinematográfico para asumir como diputada nacional (FpV)–, se ha
convertido en un evento que figura en el mapa mundial de la industria
cinematográfica. A lo largo de cuatro días participarán 300 compradores
europeos, asiáticos, estadounidenses y de distintos puntos del mapa,
quienes podrán conocer las producciones más recientes del cine
latinoamericano: de octubre de 2012 al mismo mes de este año. Y también
se darán cita más de 2200 acreditados (además de compradores y
vendedores) como productores, exhibidores y programadores de importantes
festivales extranjeros (sólo el número de estos últimos asciende a 40
representantes).
“El objetivo madre de este mercado que Liliana Mazure fomentó y
apoyó tanto y con tan buen criterio se sigue manteniendo: que el cine
latinoamericano tenga una ventana donde sea protagonista para mostrarse a
los compradores del mundo”, explica el codirector ejecutivo de Ventana
Sur, Bernardo Bergeret (por la parte argentina) junto al francés Jérôme
Paillard (en representación del Marché du Film del Festival de Cannes).
“Estábamos en los mercados internacionales, pero nunca como
protagonistas. Acá Latinoamérica en su conjunto es absolutamente
protagonista para los compradores internacionales. Vienen cuatro días
para ver solamente las películas de la región”, agrega Bergeret. En
rigor, habrá una oferta suculenta: una videolibrería con 419 films del
continente. “Obviamente, los mayores países de la región representados
son Argentina, Brasil, México, y también Chile y Colombia, que han
tomado mucha fuerza en los últimos tiempos. Y el resto de Latinoamérica
con algunas producciones más o menos que en años anteriores, pero
siempre manteniéndose”, cuenta Bergeret. Y en las salas de Puerto Madero
se han previsto 111 proyecciones. Si bien este mercado termina en
cuatro días, se continuará con otro virtual: esas mismas películas
podrán verse durante los 90 días posteriores para que los potenciales
compradores las puedan seguir visualizando luego de la culminación de
Ventana Sur.
A partir de la experiencia de ediciones anteriores, el director
ejecutivo explica las posibilidades de apertura a los mercados
internacionales de las producciones latinoamericanas: “Ya en la primera
edición de Ventana Sur, la película, que fue elegida en Primer Corte
después compitió en el Festival de Cannes y ganó la Cámara de Oro: la
mexicana Año bisiesto. Y así fue pasando a lo largo del tiempo con
muchas de las películas que estuvieron en Ventana Sur”. Pero Bergeret es
consciente de que, por otro lado, en el exterior hay un conocimiento
incompleto de la cinematografía latinoamericana (“y va para la Argentina
también”, dice). “En el exterior se conocen mucho las películas que van
a festivales y que compiten en esas muestras, pero se desconoce que
también hay una producción de películas que no transitan los festivales,
pero que tienen buena calidad y atractivo para el público. Ventana Sur
permite que los compradores internacionales puedan ver que hay una gran
gama de temáticas. Hay muchas películas que no son festivaleras, pero sí
son para estar en las salas”, afirma Bergeret sobre el perfil de
producciones que lograron encontrar y que pueden seguir encontrando más
lugares de distribución en el mundo.
En esta edición habrá más de 2200 acreditados para las proyecciones, encuentros y mesas de negocios.
Por otra parte, el objetivo no es sólo apuntar a compradores
europeos, estadounidenses y asiáticos, sino también fortalecer la
consolidación del mercado dentro de la propia América latina. “Tenemos
pocos vasos comunicantes en lo que tiene que ver con la distribución en
América latina, muy dominada por las majors. Pero de alguna manera,
Ventana Sur ha ido abriendo espacios. Y ha intensificado más la
coproducción en la región”, entiende el director ejecutivo.
Para que los directores y programadores de festivales que vienen a
Ventana Sur puedan ir evaluando las películas que van a encontrar en un
futuro cercano, se ha previsto una convocatoria para films que estén aún
en etapa de posproducción, en la Sección Films in Progress (FIP), donde
podrán verse 40 “porque tienen un muy buen nivel y una muy buena
calidad y para que también los programadores de festivales puedan
evaluar lo que va a venir en el cine latinoamericano”, señala Bergeret.
De esas 40, seis largometrajes integrarán la programación de la Sección
Primer Corte, cuya selección la hizo Georges Goldenstern, director la
Cinéfondation del Festival de Cannes. Las elegidas son No es vigilia
(Colombia-España), Los bañistas (México), Ciencias naturales
(Argentina), Retrato de un comportamiento animal (Uruguay), Feriado
(Ecuador-Argentina) y Blue Lips (Argentina-España). Estos seis
largometrajes, con su primer corte, compiten por diversos premios que
les van a permitir poder completar la producción.
Una de las novedades de este año es el espacio destinado al cine de
terror que, según entiende Bergeret, “ha ganado muchas audiencias en el
mundo y hay todo un circuito muy independiente de cine de terror que
este año hemos incorporado en Ventana Sur bajo el nombre de Blood Window
(Ventana Sangrienta)”. Esa sección estará compuesta por unas 60
producciones de Latinoamérica que se suman a las 419 mencionadas. “Hay
un espíritu y todo un segmento de producción que va por caminos muy
independientes, muy fuera del establishment. Como también hay algunas
películas que están dentro de la estructura habitual del cine
latinoamericano, estas otras corren por otros festivales como el de
Sitges, Festival Mórbido, Fantaspoa, Fantasia (de Canadá), que son
festivales muy especializados en este tipo de géneros. Y es un cine muy
alternativo”, observa Bergeret.
Para esta edición se ha previsto una serie importante de actividades
pensadas especialmente para productores y exhibidores. Para los
primeros está destinado el Producers’ Network: “Es una triangulación que
llamamos Forjando Alianzas. La conformamos Cannes, San Sebastián y
Ventana Sur. Consiste en mesas donde se sientan a dialogar productores
de Latinoamérica con proyectos junto a productores e inversores del
exterior (sobre todo europeos) para tirar sobre la mesa las ideas y los
proyectos y, a partir de ahí, armar nuevas coproducciones”, informa
Bergeret. Por otro lado, los institutos de cine argentino (Incaa),
brasileño (Ancine), y uruguayo (Icau) han previsto –dentro del marco de
Ventana Sur pero como una actividad complementaria– un encuentro de
coproductores de los tres territorios (aproximadamente serán cien).
“Cada uno de ellos vendrá con un proyecto, van a tener un encuentro y se
van a conocer con el resto. Ya todos han recibido todos los proyectos.
Esos cien productores de los tres territorios ya incorporaron sus
proyectos y leyeron o están leyendo los proyectos de todos los demás. Y
ahí van a armarse sus agendas y sus encuentros para solidificar todo
esto”, explica el director de Ventana Sur.
Bergeret menciona que esta actividad está apoyada por un fondo
especial que hay entre Brasil y Argentina y que también lo tiene Brasil
con Uruguay. “De esos proyectos iniciales de ese fondo
argentino-brasileño surgieron Corazón de león, que convocó 1.800.000
espectadores; Habi, la extranjera, una película que recorrió desde
Berlín para adelante muchos festivales; La suerte en tus manos, de
Daniel Burman. Fue muy positivo ese fondo creado especialmente. Y acá
estamos dándoles cabida a todos los productores para que vengan y
empiecen ya a entrecruzar ideas”, señala Bergeret.
También dentro del marco de Ventana Sur, se diseñó el Encuentro
Internacional de Expertos de Nuevas Tecnologías para la Producción,
Circulación de contenidos en la era digital. “Vienen muchos proveedores
del exterior, exhibidores de distintos continentes y todos los que están
vinculados con todo este proceso de digitalización de las salas. Va a
ser un seminario importante: estamos entrando en la era digital, las
salas se están digitalizando y la Argentina es un país que, dentro de
Latinoamérica, viene muy avanzado en cuanto a la digitalización de
salas. Obviamente, esto implica un nuevo espíritu del negocio. Van a ser
encuentros como para ir intercambiando experiencias con países que ya
están al ciento por ciento de digitalización (como el caso de Francia y
Estados Unidos) para ir aportando experiencia de cómo se fue haciendo
ese paso de lo que era el 35mm a lo que es hoy el DCP”, concluye
Bergeret.
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