viernes, 26 de agosto de 2011

Argentina invicta en la serie de amistosos previos al Preolímpico de Mar del Plata

Argentina derrotó a Venezuela en el Luna Park

Un escenario mítico, para un equipo mítico. Tal para cual. Argentina cerró este jueves su preparación de cara al Preolímpico de Mar del Plata en el Luna Park, el mismo escenario que lo vio conseguir su único título mundial, en 1950, y de paso culminó la serie de amistosos con una nueva victoria ante Venezuela (la tercera en 12 días), para sumar su séptimo éxito en serie antes del torneo.

La Generación Dorada, esa camada de jugadores que uno quisiera conservar en formol, llenó el tradicional escenario porteño, poco habitué a de espectáculos basquetbolísticos, que también cayó seducido por el magnetismo de “Manu” Ginóbili (fue su primera vez en la “casa de Tito Lectoure”), que despidió al equipo con una generosa ovación a pesar de que anoche le retaceó mucho de su repertorio antes de quedarse con una apretada y sufrida victoria por 77-73.

Es que al margen del resultado, algo que de antemano se sabía que no tendría mayor relevancia, se supone que este grupo de jugadores representa una de las pocas esperanzas de medalla para Argentina en los Juegos Olímpicos de Londres. Claro, siempre y cuando en Mar del Plata, los dirigidos por Julio Lamas muestren algo más que la pálida imagen que dejaron ayer.

Así, con un partido que pintaba para trámite –llevaba 21 puntos de ventaja a 3m 45s del cierre del tercero (57-36)- y que terminó con un final apretado y lleno de dudas, Argentina puso fin a su serie de amistosos de manera invicta. Eso sí, justo el juego más flojo de todos fue el de anoche, el de despedida y en el Luna, que llevó a “Manu”, que tampoco lució, a pedir disculpas: “Quedamos en deuda con el público de Buenos Aires, pero hay que acostumbrarse que muchos partidos se nos van a presentar así”.

Pero lo más importante del partido de anoche excede ampliamente al resultado y el trámite del juego. Argentina probó variantes de todo tipo en el ámbito correcto: un partido amistoso. Le fue bien de a ratos, al principio cuando entraron los triples de Prigioni y Delfino, y luego cuando Luis Scola se puso el equipo al hombro en los momentos más calientes. Fue precisamente el pivote de Houston, goleador con 22 puntos, el que terminó absorbiendo el peso del equipo y quien se animó a “discutir” la figura de “Manu” entre la preferencia del público porteño.

Queda ahora el trabajo más duro para el entrenador, que mañana deberá cortar (¿dos o tres?, según considere a Leonardo Gutiérrez o no) a quienes se quedarán afuera del Preolímpico en la recta final. Hay nombres que no se discuten y otros que ayer, se sabe, rindieron examen: Leonardo Mainoldi, Juan Pablo Figueroa, Federico Kammerichs y Paolo Quinteros. Después de la decisión más difícil para Lamas, se viene un desafío no menos complicado: ratificar ahora sí con el valor del resultado, el enorme favoritismo con que afrontará el pase a Londres 2012.

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