martes, 6 de enero de 2015

Más allá del dinero

Casas de arte: nacen nuevos espacios, sin espíritu comercial

Están en Villa Crespo, La Boca y Parque Patricios, y son de libre acceso.

Por María Paula Zacharías

Ni galería ni centro cultural. En la ciudad aparecieron en los últimos meses nuevos proyectos dedicados al arte sin espíritu comercial. Organizaciones no gubernamentales potencian nuevos circuitos en barrios periféricos, con amplitud de criterio y de espacio, libertad curatorial e independencia del mercado. Móvil, La ira de Dios y Prisma-KH inauguran una nueva tradición de salas de mediana escala sin fines de lucro, que en Europa y Estados Unidos no son novedad y que en América latina están comenzando a cobrar fuerza.
Dedicadas al arte contemporáneo en sus facetas experimentales, abiertas a diversidad de disciplinas y con acceso gratuito para el público, son referentes la Serpentine Gallery y la Whitechapel Gallery, en Londres, y The Kitchen, en nueva York, y su existencia es facilitada por subsidios, políticas culturales y una tradición fuerte de apoyo privado a iniciativas artísticas. En la Argentina su surgimiento tiene que ver con la ley de mecenazgo: el gobierno de la ciudad recibe proyectos, los analiza y si los declara de interés cultural, pueden salir a buscar patrocinantes privados que destinen a esos proyectos culturales parte de su pago de Ingresos Brutos.
Alejandra Aguado y Solana Molina Viamonte se conocieron en su época de estudiantes. Molina dirigió por ocho años Ruth Benzacar, y Aguado vivió en Londres y trabajó en la Tate. Después de un año de desarrollo, en abril pasado inauguraron Móvil en un galpón con luz natural en Parque Patricios, que funciona dentro de Chela, una ex fábrica que hoy es centro autogestionado de experimentación en arte, tecnología y comunidad.
"Financiamos la producción de obras específicas para nuestro espacio, en una escala que los artistas a los que invitamos todavía no han probado y les pagamos un honorario de artista. Somos ambiciosos en la calidad y el tiempo de desarrollo, sin el apuro de los circuitos comerciales y las ferias, ni la solemnidad de los museos", dice Molina.
En 2014 presentaron una muestra con elementos industriales de Irina Kirchuk, una instalación y una pintura monumental de Joaquín Boz y una videoinstalación de Tomás Maglione. Cada una duró tres meses. En 2015 además de tres artistas jóvenes, van a tener una ópera de una artista visual consagrada, Marina de Caro.
Con el circuito habitual del arte local están muy conectadas, pero les interesa sumar nuevo público. Organizan encuentros con los artistas para vecinos, escuelas, personas mayores, estudiantes, asociaciones comunitarias y meriendas para chicos, lo mismo que curadores internacionales y coleccionistas.
"Queríamos que los artistas locales más jóvenes experimentaran sin pensar en la salida comercial de sus obras, y nos interesaba mucho el programa de visitas participativas y talleres. El objetivo de Móvil es poner el foco en la experiencia de la producción, y movernos para traer a gente de todo tipo", indica Aguado.
Para sostenerse tienen el apoyo de padrinos y amigos que pueden comenzar a colaborar con 300 pesos, aunque mediante Mecenazgo un banco privado les ha ofrecido un apoyo importante para todo 2015. Las obras en exposición no están en venta, pero sí comercializan una serie de obras múltiples que los artistas dejan como colaboración, que pueden ser fotos, grabados o dibujos.
"Son ediciones de obras que se venden a muy bajo costo y que ayudan a difundir el trabajo de los artistas y permiten al público adquirir obras de manera accesible", señala Aguado.
La multidisciplina es el rasgo distintivo de Prisma-KH, en el Distrito de las Artes de la Boca/Barracas, que se define como una Kunsthalle, sala de arte en alemán, especie de centro cultural experimental y abierto a la comunidad. Teatro, cine, performance y artes visuales irán alternándose durante 2015. Por dos años, en el piso superior, trabaja la artista Catalina León, con la única condición de exponer en la sala al término de su residencia. Además del gran espacio galponero de exposiciones, pintado de negro, con luces de inspiración industrial y paneles blancos, funcionará un bar o cafetería.
El responsable es Alberto Sendrós, que fue por diez años galerista del circuito Retiro. Quiso abrir Prisma antes de que terminara el 2014, tan prolífico en mudanzas y aperturas, e hizo una gran fiesta de inauguración en diciembre pasado para estrenar la casa y una obra de Nicolás Mastracchio en su fachada.
"Yo quería crear un lugar cuyo destino no estuviera ligado necesariamente a mí, como la galería que llevaba mi nombre. Me gustaría que Prisma fuera una institución que siga su propio camino. Y en ese sentido tengo más libertad para trabajar con más disciplinas y sin urgencias económicas, con fondos que no dependen de ventas. Muchos de nuestros proyectos van a estar canalizados a través de Mecenazgo, que está funcionando muy bien", cuenta Sendrós.
"La galería era un lugar tan aburguesado y convencional que ya no me entretenía más, sumado a la necesidad de vender. Mis artistas habían crecido tanto que ya no hacía por ellos un aporte significativo", cuenta.
El 18 abril inaugurarán su primera exposición, un proyecto comisionado de Luciana Lamothe, encargado y comprado por un mecenas para su colección, especialmente pensado para la sala. La segunda muestra estará dedicada a un artista joven, Nicolás Vasen, habrá ciclos de cine y teatro, y luego otra muestra de artes plásticas, de Sofía Bohtlingk. "Nos interesa principalmente llegar al público del barrio", destaca Sendrós.
La ira de Dios es una institución más híbrida, dirigida por los artistas Pablo Caligaris y Carolina Magnin. En 2010 comenzaron como galería de fotografía y nuevos medios en un departamento de Villa Crespo, y desde hace unos meses encontraron un galpón para ampliar sus horizontes, siempre en la calle Aguirre (por la película de Herzog que le dio nombre, Aguirre, La ira de Dios). "Nos convertimos en una asociación civil sin fines de lucro en un espacio donde podemos presentar obra de gran formato", dice Magnin.
Recurrieron al financiamiento colectivo para un primer reciclado del espacio, y en la plataforma ideame juntaron 34.000 pesos gracias al aporte de 152 colaboradores que donaron entre 10 y 5000 pesos (las recompensas eran obras originales de artistas afines). Venden obra de artistas representados con un porcentaje menor de lo habitual, y piensan viajar a ferias.
En el primer piso alquilan estudios a artistas como Martín Salinas, Matias Siragusa, Frabro Tranchida, Eva Shin, Julián León, Silvana Muscio, Mariana Villafañe y Alejo Hoijman. En estos días, además, comenzaron un programa de residencia por un mes para once artistas extranjeros y uno local becado, Pablo Lozano, que terminará con una muestra colectiva de todos los participantes.
En breve, lanzarán un concurso para intervenir la fachada, que por ahora es un portón azul graffiteado donde se lee Generation 00. "Todo el dinero que ingresa se vuelca en el proyecto, para producir muestras, mejorar el espacio, dar becas y comprar equipos. Nos interesa mucho el intercambio entre artistas, y generar vínculos y conexiones para que el circuito no sea endogámico", explica Caligaris. Sin dudas, el arte local está en un momento de cambios.

Ámbitos lejanos al concepto de galería

Móvil
Iguazú 451, Parque Patricios movil@movil.org.arwww.movil.org.ar
Prisma-KH
Wenceslao Villafañe 485, La Boca info@prisma-kh.comwww.prisma-kh.com
La ira de Dios
Aguirre 1029, Villa Crespo info@lairadedios.com.arwww.lairadedios.com.ar.

http://www.lanacion.com.ar 

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