Un consorcio público-privado integrado por dos empresas, una organización social y el Estado fabricará en la Argentina el benznidazol, una droga que había dejado de producir un laboratorio privado internacional. Se entregará gratuitamente.
El benznidazol, un medicamento que se utiliza para combatir el mal de Chagas-Mazza, cuya producción fue discontinuada por un laboratorio privado internacional, será ahora elaborado en el país, a partir de un emprendimiento público-privado del que participan un consorcio de laboratorios, la Fundación Mundo Sano y el Ministerio de Salud de la Nación. “Hoy es un día histórico en materia de salud pública en la Argentina, porque después de sesenta años de enormes esfuerzos en la lucha contra el Chagas, tengo el orgullo de decir que el país comenzó a producir el tratamiento para esa enfermedad”, dijo ayer el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, quien precisó que el benznidazol estará disponible para quienes lo necesiten a través de la provisión pública de medicamentos que lleva adelante la cartera sanitaria nacional. “El benznidazol era producido por una empresa multinacional que lo había discontinuado porque no era negocio elaborar medicamentos para los pobres”, subrayó el ministro. Esto ponía en serio riesgo la provisión del producto a nivel mundial.
Esto era un problema grave dado que “las estructuras sanitarias del país temían por la falta de un insumo esencial”, dijo Manzur, para agregar que ya se cuenta con una partida de más de mil tratamientos completos, pero se trabaja para abastecer a la demanda local –hay un millón y medio de afectados– y también para proveer del insumo a países latinoamericanos. La droga, que es la principal en el tratamiento de la enfermedad, será producida por los laboratorios ELEA y Maprimed, que es propiedad del Grupo Chemo y Roemmers.
El medicamento cuenta con la autorización como especialidad medicinal por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (Anmat). “Con el desarrollo de este medicamento a nivel nacional, se demostró en un corto plazo que el país tiene el potencial para producir todo lo necesario para tratar a la población que padece esta enfermedad”, afirmó Jaime Lazovski, subsecretario de Relaciones Sanitarias e Investigación en Salud del ministerio.
“En el caso del Chagas, una enfermedad endémica que afecta a muchos niños en áreas rurales y pobres, tener acceso al tratamiento con un producto argentino es un orgullo para el país, para el ministerio y para la industria nacional”, agregó el funcionario, quien aseguró que la calidad del producto “es excelente”, dado que su disolución “es mejor de la que disponíamos anteriormente”. Resaltó que, además de los adultos, se va a tratar a niños, lo que “hace necesario que el insumo se transforme en una especie de jarabe para el mejor consumo de la población pediátrica”.
En esta primera etapa, los laboratorios produjeron “mil tratamientos completos, lo que nos permite proveer de medicación durante todo el año”, informó Lazovski. Para fines de 2012 está planificado tener “la producción total para un largo tiempo”. Con posterioridad, según resaltó el funcionario, Argentina “podrá proveer de medicación al resto de los países de Latinoamérica que están necesitando este insumo”. El titular del Instituto Nacional de Parasitología Doctor Fatala Chabén, de la cartera de Salud nacional, Sergio Sosa Estani, aseguró que “la producción autónoma de este producto en Argentina es un orgullo y es un gran aporte de una alternativa más para disponer de un medicamento que es crítico”.
En el acto de presentación estuvieron también la presidenta y la directora general de la Fundación Mundo Sano, Silvia Gold y Sonia Tarragona, respectivamente, los gerentes de los Laboratorios Maprimed, Alejandro Lacalle, y de ELEA, Francisco Cervo, y el representante de la OPS en la Argentina, Pier Paolo Balladelli.
“Estamos orgullosos de integrar este consorcio público-privado”, dijo Lacalle. Comentó que “estamos en condiciones de producir la totalidad del principio activo necesario para formular el benznidazol y continuar trabajando en la optimización de los procesos”. Francisco Cervo, de ELEA, señaló que salieron a cubrir “una necesidad urgente de pacientes que se quedaban sin tratamiento, y ya estamos trabajando en un segundo lote”. El próximo objetivo es “extender la producción para abastecer las necesidades que exceden a la Argentina”.
El anuncio oficial fue realizado en el marco de la jornada Atención de la salud y acceso al tratamiento en enfermedad de Chagas, organizada por el Ministerio de Salud y Mundo Sano, que se realizó en la Facultad de Medicina. En el encuentro, especialistas de todo el mundo disertaron sobre los avances en el tratamiento del Chagas y discutieron sobre las estrategias adecuadas para aplicar el benznidazol a pacientes adultos crónicos.
Manzur sostuvo que al asumir su gestión se propuso analizar de qué manera enfrentar una enfermedad de las llamadas “desatendidas”, como el Chagas. (...) Se creó la Dirección de Enfermedades de Transmisión Vectorial y en dos años “se invirtieron más de 140 millones de pesos en las acciones de prevención y control de la enfermedad”. También se creó el Instituto Nacional de Medicina Tropical, hecho que consideró “otro hito sanitario en la lucha contra las enfermedades de la pobreza”. Para enfrentar estas enfermedades, el Estado se unió a “instituciones de enorme prestigio como son la OPS a nivel internacional y la Fundación Mundo Sano, que tiene un largo recorrido de trabajo en las zonas más pobres y vulnerables”.
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