Unos dos mil alumnos de los diversos niveles educativos y sus docentes
participarán del encuentro que comienza hoy en una escuela del Delta del
Tigre, con una lectura de Diana Bellessi. Durante veinte dÃas habrá
talleres, lecturas y homenajes.
El festival crece año tras año y en esta edición contará con el apoyo del Ministerio de Educación de la Nación.
Por Silvina Freira
La poesÃa
–“esa larga y prolongada vacilación entre el sonido y el sentido”, desde
la perspectiva de Paul Valéry– anda vibrando por las paredes de las
aulas del paÃs con una potencia que rompe las murallas de arcaicos
prejuicios. Alrededor de 2000 alumnos de los diversos niveles educativos
–inicial, primario, secundario, educación especial y artÃstica– y sus
docentes participarán del VI Festival de PoesÃa en la Escuela, que
comienza hoy en la Escuela Primaria 12 y Escuela Media 46 (RÃo
Sarmiento, Delta del Tigre) con una lectura de Diana Bellessi. Los 30
poetas invitados –Paulina Aliaga, Marcelo Carnero, Javier Cófreces,
Lucio L. Madariaga, Alberto Muñoz, Eduardo Mileo, Alicia Genovese,
Marcelo Carnero, Romina Freschi, Victoria Schcolnik, Silvia Castro,
Gabriel Reches y Ricardo Cabral, entre otros– leerán sus propios poemas
pero también los de algún maestro o maestra para trazar una especie de
gran red entre generaciones. Como todos los años, habrá talleres de
poesÃa y arte visual, de poesÃa y juegos teatrales, de Kamishibai, de
libros artesanales y de investigación y creación digital, por mencionar
algunas de las opciones. En la Escuela Alfonsina Storni, de Casa Grande
(Córdoba), se pintará un mural colectivo en base al libro El árbol de
lilas, de MarÃa Teresa Andruetto. El cierre, el miércoles 17 de
septiembre, se hará por primera vez en Tecnópolis, con un homenaje a
Juan Gelman.
El festival, organizado por las poetas Alejandra Correa y Marisa
Negri, cuenta con el apoyo del Ministerio de Educación de la Nación y la
Fundación Flechabus. “Cierro los ojos, y otra vez es el primer festival
y estamos reunidos en la casa de Alejandra con muchos poetas viéndonos
las caras por primera vez –recuerda Negri a Página/12–. Y aquà estamos,
cinco años más tarde, la gran mayorÃa sigue con alegrÃa participando del
festival, y aunque la vida nos va mudando –literalmente en mi caso– hay
algo que fue fundado y que permanece. Una alianza, una manera de mirar y
de brindarse. Y eso nos hermana. Los chicos nos esperan, los más
grandes proponen seguir participando, aunque ya dejaron la secundaria y
se organizan para ir a susurrar a otras escuelas.” Correa cuenta que hay
jóvenes egresados de las escuelas por donde ha pasado el festival que
siguen en contacto como susurradores o se acercan a colaborar. “El año
pasado se tejieron lazos muy hermosos con chicos de la Escuela 3 del
barrio de Floresta. Allà recibieron al festival con una gran producción.
Las bibliotecarias tenÃan un dÃa de lectura de poesÃa, una silla
especialmente decorada para el lector, y los chicos estaban fascinados
con esta posibilidad de ‘decir’ un poema que habÃan aprendido de
memoria, pero sin ser torturados con la memorización, se veÃa el
disfrute. Fue realmente emocionante escucharlos recitar a coro ‘La
muralla’, de Nicolás Guillén. No sólo eso, los chicos habÃan investigado
y leÃdo a los poetas que iban ese dÃa: Leonardo MartÃnez, Selva
Dipasquale, Inés Manzano y Miguel MartÃnez Naón. Una de las chicas que
pidió decir un poema en voz alta miró a Selva Dipasquale y le dijo: ‘Voy
a recitar un poema tuyo’. Imaginate lo maravilloso de la situación...”
El año pasado, Correa –que nació en Uruguay y desde los tres años
vive en Buenos Aires– regresó a la escuela del barrio de Almagro donde
cursó desde jardÃn hasta tercer grado. “Fue una emoción enorme poder
entablar un diálogo con los chicos de hoy en ese lugar tan querido que
fue mi primera escuela, donde aprendà a leer y a escribir”, confiesa la
poeta, autora de Cuadernos de caligrafÃa y Los niños de Japón, entre
otros poemarios. “Cada año que volvemos a la Escuela Portal del Sol, de
Tapiales, tenemos a los pequeños poetas detrás nuestro para mostrarnos
lo que acaban de escribir. Y la situación se repite en otras escuelas.
Los docentes de todo el paÃs nos escriben, nos preguntan cómo pueden
sumarse, cómo pueden leer o intentar que los chicos escriban.
Verdaderamente es conmovedor para nosotras ver cómo se multiplica la
propuesta.” Negri advierte que falta mucho camino aún por recorrer. “La
poesÃa sigue siendo esa unidad de la currÃcula que se deja para fin de
año, cuando ya todo lo importante está dado. El gran desafÃo es
conquistar el corazón de los maestros, porque con los chicos no nos ha
costado nada, ha sido jugar, tomar prestado de aquà y de allá, leer,
escribir... Pero los maestros tienen que relajarse más, no estar presos
de los horarios, los timbres, los libros de texto, para experimentar
otras cosas.” Correa plantea que se proponen actividades para “perderle
el miedo a la poesÃa”. “El prejuicio mayor es el de la dificultad de
abordaje de la poesÃa. Queremos convencer a los docentes de que la
poesÃa para un chico o para un adolescente es un lenguaje cercano. Que
en esa edad hay permeabilidad a la poesÃa y lo que hay que hacer es
ofrecer y dar a conocer. Mediar. Pero es el propio docente el que debe
experimentarla en primer lugar.”
Tecnópolis será un escenario ideal para concluir la sexta edición
del Festival de PoesÃa en la Escuela. “Este año contamos con el apoyo
del Ministerio de Educación de la Nación, con el que venimos dialogando
desde hace tres años, realizando intercambios de ideas y experiencias,
aportando lo que podemos desde nuestro lugar, que es autogestivo
–explica Correa–. Estamos felices porque el ministerio entregará 10 mil
bibliotecas de poesÃa para las escuelas secundarias de todo el paÃs,
cada biblioteca con 80 volúmenes, entre los que se encuentran poetas
como (Juan Carlos) Bustriazo Ortiz, Jorge Leónidas Escudero, Diana
Bellessi, JoaquÃn Giannuzzi, Alejandra Pizarnik y Juan Gelman. De hecho,
la biblioteca llevará el nombre de Juan Gelman. Siempre hemos insistido
con que uno de los problemas que tenÃamos que solucionar era que en las
escuelas no habÃa libros de poesÃa. Estas bibliotecas además implican
una inyección de energÃa para las pequeñas editoriales independientes
que fueron elegidas para editar 10 mil volúmenes de cada libro. Y para
los poetas, a los que les han pagado derecho de autor. Es una movida
importantÃsima.”
Cuando murió Gelman, en enero de este año, muchos chicos que están
en el grupo de Facebook de PoesÃa en la Escuela les escribÃan a Negri y a
Correa para darles el pésame y posteaban poemas del escritor en el
muro. “Eso es invalorable. Que un joven de 15, 17 años sepa quién fue
Gelman, que lo asocie a PoesÃa en la Escuela, porque lo conoció a través
de nosotros, es comprobar que el trabajo ha rendido sus frutos –dice
Negri–. En el cierre participarán Alicia Genovese, Julia Magistratti,
Sergio de Matteo y Lucio Madariaga, habrá un homenaje a Gelman,
realizaremos talleres con su obra, leeremos poemas con los chicos,
realizaremos una instalación interactiva. Cuando estábamos organizando
el segundo festival, en 2011, Juan nos envió un mensaje que decÃa: ‘Este
festival tiene un gran valor: lleva a las escuelas poesÃa de verdad, la
que aprendemos a amar, la que nos ayuda a pensar y sentir con el
espÃritu sin errores de ortografÃa ni sintaxis imperfectas. Saludo a sus
organizadores de todo corazón y ojalá este ejemplo cunda y abrigue a
los alumnos del paÃs entero’. En eso estamos, en que PoesÃa en la
Escuela cunda y abrigue.”
* Programación en: poesiaenlaescuela.blogspot.comhttp://www.pagina12.com.ar
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