Schwartzman y el inolvidable día del trabajador del circuito: el camino del Peque al primer título
A los 23 años, anotó su nombre entre los campeones argentinos de ATP;
las razones de un jugador que se recuperó de malos momentos para llegar a
su primer título.
Schartzman con el título de Estambul.
Diego Schwartzman empezó a jugar al tenis en Náutico Hacoaj a los 7
años. Perteneciente a la categoría 1992, le tocó remar desde abajo; en
su mismo nivel en juniors asomaban jugadores más promisorios como
Agustín Velotti, el zurdo Andrea Collarini y Facundo Argüello. Pero, a
la hora de dar el salto al circuito profesional, fue el Peque el que lo
hizo con mayor aplomo y seguridad; superó con holgura el primer escalón,
el de los futures -los torneos más chicos del tour-, para luego pasar
al nivel de los challengers. El progreso continuo le permitió ser
también el primero de su camada en ingresar en el Top 100, y asentarse
dentro de un circuito hípercompetitivo. También se hizo lugar en la Copa
Davis, primero como sparring y luego dentro del equipo, con esfuerzo y
responsabilidad, aun cuando los resultados le hayan dado la espalda.
Su primer título en el circuito ATP llegó un 1ro de mayo. Todo un símbolo para quien es considerado como un auténtico trabajador
del circuito. Schwartzman llega con lo justo a 1,70, una estatura que
contrasta cuando enfrente suyo aparecen rivales cada vez más altos. Sin
altura y sin la potencia de los gigantes, el Peque se apoya en la
velocidad de sus piernas, su tenacidad, y en su fortaleza mental. Su
modo de trabajo es, también, el de un jugador maduro, que parece estar
hace rato dentro del circuito, y no ha dudado en buscar variantes para
mejorar un poco cada día.
Después de un buen 2015, este año no
empezó bien. Llegó con toda la ilusión a Australia, y en el debut le
ganaba con holgura al local John Millman, hasta que los calambres lo
hicieron abandonar; deshidratado, debió ser internado. Hace cuatro
semanas, el chipriota Marcos Baghdatis lo eliminó de Houston con un
rotundo 6-0 y 6-0, la peor paliza de su corta carrera. "Tocando
fondo...", reconoció en la red social Twitter. Y agregaba: "A los que
buscan alguna explicación a lo de hoy, ni yo la tengo. Nunca estuve ni
cerca de un partido así. Cuando nada sale... Lo único que queda es
agradecer a todos los que intentan levantarme el ánimo. Y los que me
quieren tirar abajo... No van a poder!".
Siguió su camino con un
paso fugaz por el Challenger de Sarasota y el torneo de Bucarest. Con
apenas tres victorias en cuatro meses desembarcó en Estambul, un torneo
en el que el año pasado le fue tan bien que llegó hasta la semifinal,
donde cayó de manera ajustada en el tercer set frente a Roger Federer. Y
el circuito, que da revancha todas las semanas, le abrió la puerta.
Sucesivamente venció a Facundo Bagnis, Bernard Tomic (1er favorito del
torneo), Damir Dzumhur y Federico Delbonis (con el que había perdido los
tres duelos previos) antes de la rocambolesca final contra Grigor
Dimitrov. Una definición repleta de nervios y ansiedades. En la pulseada
mental, Schwartzman le torció el brazo al talentoso búlgaro. En el
final del segundo set, Dimitrov acusaba calambres... y enfrente tenía a
un rival que, entre el viernes y el domingo jugó cinco partidos
(incluidas la semifinal y la final de dobles) y acumuló nada menos que
11 horas y 14 minutos de juego. Tan desquiciado terminó Dimitrov, un
jugador con más experiencia y que fue número 8 del mundo (ahora 29°),
que protagonizó un papelón con el destrozo masivo de sus raquetas.
"Fue
la mejor semana de mi carrera, ganar el título en mi primera final...
todo salió perfecto. Luché mucho todo el partido, estuve abajo en el
segundo set (2-5),muy cerca de perder y ante un rival como Grigor.
Quizás a él le pasó con los calambres algo similar a lo que me sucedió
en Australia este año, que no pude completar el partido en mi primer
torneo del año. No fue bueno empezar la temporada así; después, en
Houston, tuve una muy mala semana, así que nos reunimos con mi equipo a
ver si convenía venir acá, y decidimos seguir. Es increíble haber ganado
y llegar también a la final de dobles", contó Schwartzman, que en la
definición por parejas perdió por un ajustado 6-3, 5-7 y 10-7 junto con
Andrés Molteni ante el italiano Flavio Cipolla y el israelí Dudi Sela.
"Trabajo
muy duro para mejorar mi tenis y rendir bien en todas las superficies.
Juego al ciento por ciento cada punto porque necesito hacerlo. Aquí -en
Estambul-, todos los partidos fueron difíciles: contra Tomic, contra
Dzumhur, contra Bagnis, pero sentí que jugué muy bien", agregó
Schwartzman, que desde este 1° de mayo se sumó a la lista de argentinos
campeones de ATP, esa nómina que encabeza el legendario Guillermo Vilas,
y que conquistó el tercer título en el circuito para el tenis de
nuestro país en lo que va de la temporada. Acaso la Legión y sus
talentos ya no estén, pero el grupo argentino que transita las giras se
hace lugar con trabajo y dedicación. Tanto sudor, más tarde o más
temprano, encuentra su premio.
http://canchallena.lanacion.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario