Dos meses y medio después del anuncio del intendente Yeza, se puso en marcha la primera etapa del programa que busca devolver para el uso público unos 15 mil metros cuadrados de arena. En total, son 46 clubes de playa que serán remodelados.
La fisonomía costera de la bellísima
ciudad de Pinamar podría convertirse en el futuro en algo aún más
maravilloso. El camino que hace largos años había iniciado el concejal
radical Lucas Ventoso, con una normativa sobre los concesionarios de balnearios que afectaban al medio ambiente de la ciudad, recibió el impulso del actual intendente del PRO, Martín Yeza, que en los últimos días habilitó el inicio de las primeras demoliciones, tras arduas negociaciones con el sector privado.
Son diez los clubes de playa inicialmente afectados
en uno de los proyectos más ambiciosos de reforma del frente marítimo
dentro de ese municipio bonaerense. La intención de las autoridades
piramarenses es recuperar un mínimo de 15 mil metros cuadrados de espacio público entre 2016 y 2017.
Los trabajos tuvieron varias resistencias, en especial de los más tradicionales balnearios de la región, tal el caso de Cocodrilo, que deberá pasar de sus 2.800 metros cuadrados edificados en la actualidad a no más de 345, el máximo permitido con las nuevas actualizaciones a la ordenanza que regula el rubro.
La
imagen de una playa completamente renovada para la próxima temporada
veraniega es un anhelo de la actual gestión, que podría necesitar de
mayor cantidad de tiempo para terminar de demoler los 46 balnearios existentes a lo largo de los 22 kilómetros de costa.
Las nuevas construcciones irán acompañadas de la reformulación del paseo costero, con menor impacto ambiental, sobre todo en términos de erosión de los médanos y peatonalización con bicisendas para un mejor vínculo con el espacio público.
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