sábado, 24 de julio de 2021

La Peque, en el centro de la escena

 

La trama secreta de cómo Paula Pareto fue elegida para llevar la bandera olímpica en la apertura de los Juegos Olímpicos

 

En una decisión particular, la campeona olímpica de judo finalmente eligió participar de la ceremonia en el estadio Olímpico el día previo a competir por última vez en Tokio 2020.

Por Juan José Ciceri.

 

El mundo del deporte argentino no lo podía creer. En la parte final de la ceremonia de apertura, después de que desfilaron las 206 delegaciones de todos los países que dirán presente en los Juegos Olímpicos, se dio paso a un ritual histórico. Varios protagonistas de la familia olímpica llevaron en sus manos la bandera con los tradicionales cinco anillos. Pero para sorpresa de todos, una de las portadoras, ubicada en el centro de la escena, era Paula Pareto.

Rápidamente, la imagen de la Peque caminando por el medio del estadio Olímpico de Tokio se hizo viral. Un día antes de competir por última vez en el máximo escenario del deporte en el mundo, Pareto tomó una decisión en contra de su tradición, pero lo hizo gracias a una jugada que fue clave para que pudiera ser la representante del continente americano en semejante elección.

“Sabía de esta sorpresa. No sabía si se iba a dar porque ella compite hoy a la noche”, le dijo Mirta Méndez, la mamá de Paula a Infobae poco tiempo después de ver a su hija desfilar en la inauguración de los Juegos Olímpicos. Por decisión propia, como su categoría (-48 kilos) siempre se lleva a cabo el primer día oficial de competencia, Pareto nunca es parte de la delegación argentina en las aperturas olímpicas. Eso pasó en Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016. Pero esta vez, el escenario se modificó para que ella pudiera decir presente.

¿Cómo fue la trama para que Paula no se quede en la Villa Olímpica y haga un viaje relámpago al majestuoso estadio en la capital de Japón?

El primer mensaje con la noticia de que el COI había elegido a Pareto para llevar la bandera olímpica lo recibió Laura Martinel, la entrenadora de la judoca, de parte del Comité Olímpico Argentino. Eso sucedió a principios de julio, pocos días después que ambas, junto a Camila Marcellet (sparring) y María José Domínguez (kinesióloga), ya habían aterrizado en territorio nipón para realizar una concentración especial en Sakai.

Después de considerar cuál era la mejor decisión a tomar, todo se decantó a romper el rito de no ir a la ceremonia inaugural y participar. Claro, el hecho de ser elegida para portar la bandera olímpica, uno de los reconocimientos más importantes que puede recibir una atleta olímpica, fue movilizante para Paula y Laura. Pero la situación indicaba que la judoca tenía el pesaje previo a competir a la misma hora que tenía que estar lista para ser vista por millones de personas en todo el mundo con los otros cinco elegidos al estadio.

Entonces, tras un acuerdo entre el COI y la Federación Internacional de Judo, se decidió que Pareto sea la primera en poder pesarse y así liberarla para viajar en un auto particular al estadio Olímpico. “El tema del horario en el pesaje fue un tema. Le concedieron esa chance. El Comité Olímpico Internacional habló con la federación de judo para que pudiera pesarse primero. De ahí salió para el estadio y se vistió”, contó la mamá de Paula, que también era una de las pocas en saber que el día previo, su hija participó del ensayo general antes de la inauguración.

Y una vez que llegó el momento, una pequeña mujer, médica, vestida de blanco y con sus ya clásicos anteojos, transitó los metros necesarios juntos a sus colegas representantes de los otros continentes, también relacionados al mundo de la salud.

“La verdad es que me lloré todo, me lloré todo. Tengo los ojos secos, la verdad muy emocionante. Sinceramente, es un oro ganado extra, en su despedida de los Juegos como competidora. Representó a toda América Latina, y a toda Argentina. Eso me llena de orgullo”, explicó Mirta.

 

Junto a Pareto caminaron Kento Momota (Asia - Japón - bádminton), Mehdi Essadiq (África - Marruecos - triatlón), Elena Galiabovitch (Oceanía - Australia- tiro), Cyrille Fagat Tchatchet II (Refugiados - halterofilia) y Paola Ogechi Egonu (Europa - Italia - vóley). Como Peque le hizo frente a la pandemia en el Hospital de San Isidro, todos estos deportistas también trabajaron en centros médicos, ayudaron en hospitales o en sitios de testeos de COVID-19 durante la crisis sanitaria mundial y por eso fueron seleccionados para ser parte de este inolvidable reconocimiento.

En la madrugada de este sábado, la campeona olímpica de judo y primera atleta femenina argentina en ganar una medalla de oro individual en la historia, saldrá por última vez al tatami. Después de ser reconocida como nunca nadie antes lo había sido en el mundo olímpico, volvió a la Villa a preparar su despedida.

https://www.infobae.com 

 Pareto, con la bandera olímpica en sus manos (foto imagen tv)

 Pareto, con la bandera olímpica en sus manos (foto imagen tv).

Pareto y la bandera olímpica, un privilegio de pocos, que la argentina pudo vivir


Pareto y la bandera olímpica, un privilegio de pocos, que la argentina pudo vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario