miércoles, 18 de noviembre de 2015

A través de la música

Con un concierto, los niños celebran y piden por sus derechos

"Si el niño está ocupado con actividades artísticas, va a ser mejor persona y va a desarrollar mejor sus capacidades intelectuales. La música es parte de una educación integral y es una apuesta a la paz”, de esta manera define Hadrián Ávila Arzuza, director de la Orquesta Sinfónica de Córdoba, lo que representan las orquestas infantiles y lo que supone un instrumento en manos de los niños.
Ávila Arzuza es un colombiano que desde hace un año y medio está encargado, también, de la práctica de la Orquesta Escuela Mediterránea de Córdoba, que nació por iniciativa de la Fundación Pro Arte Córdoba, con el apoyo de Kolektor, y que ayer realizaba el último ensayo en la escuela Manuel Esteban Pizarro, de barrio Las Palmas, antes de la presentación del jueves, a las 10, en el teatro Real.
“Es una especie de master class , con violines y violas. Algo de clase, algo de ensayo”, explica, mientras suena Oda a la alegría , de Beethoven.
Unos 220 niños, de 8 a 13 años de 10 escuelas públicas de la ciudad de Córdoba y de Unquillo ofrecerán el concierto, organizado por la Defensoría del Niño, en homenaje al 26° aniversario de la Convención Internacional de los Derechos del Niño.
“Es fundamental que le demos a la infancia la importancia que se merece, que le prestemos atención a la educación que se imparte tanto desde la familia como desde la escuela”, plantea el director de la orquesta.
La idea del concierto es que los niños le muestren a otros niños que la música es una alternativa de vida y de esparcimiento. “Las escuelas vinculadas con este proyecto quieren algo distinto para sus alumnos. Creo que la educación musical es tan importante como la literatura”, opina Ávila Arzuza.
Marina Stivel, vicepresidenta de la Fundación Pro Arte, asegura que los resultados entre quienes participan son evidentes. “La orquesta los ha disciplinado, mejoran su rendimiento escolar. Además, les permite vinculares con gente diversa, conocer un teatro y potenciar el conocimiento. Lo que provoca en las familias es también muy importante”, dice.
Alejandra Urrutia, chilena de origen y directora de la Orquesta Sinfónica de Santa Fe, estuvo ayer invitada al ensayo. Al concluir, y después de sacarse fotos con los niños miembros de la orquesta, remarca que la música provoca un enorme impacto en la vida de las personas. “Da herramientas como la disciplina, la puntualidad y pautas sobre la necesidad de aprender a escuchar, a trabajar en equipo, a ser líderes”, sostiene Urrutia, violinista y profesora durante 10 años en orquestas infanto-juveniles en Chile. “A mí la música me transformó. Es una filosofía de vida a la que todos deberían tener acceso”.
Para Ávila Arzuza, el objetivo de las orquestas sociales es que la mayor cantidad de niños se acerquen a la música. “Córdoba merecía un proyecto así. No sólo ofrecemos contención, que es muy importante para vidas difíciles y complejas, sino que les brindamos una educación de calidad”, subraya.
En la orquesta, los profesores exigen un perfeccionamiento individual y colectivo. Pero ponen énfasis en el trabajo grupal. “Como en toda orquesta, se aprende a que si el trabajo individual se hace bien, eso beneficia al conjunto. Es un aprendizaje para la vida también”, concluye el director.

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