Medalla para handball de playa
Viento, lluvia y oro argentino
De un espíritu férreo para superar obstáculos nació el apodo de
“Kamikazes”. No hay temporal que las frene. No hay condiciones
climáticas que puedan con el seleccionado femenino de handball de playa,
que este martes obtuvo la medalla de oro en los IV Juegos Suramericanos
de Playa Rosario 2019 tras el trabajo a destajo de voluntarios,
operarios y organizadores que lograron acondicionar el predio en tiempo
récord, tras el fuerte temporal que azotó a la ciudad con vientos de más
de 60km/h.
Las chicas argentinas nuevamente encabezaron un podio, tal como sucedió
cinco meses atrás en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos
Aires, cuando lograron una fascinante comunión con el público, que se
replicó en Rosario. Fue con una trabajosa victoria frente a Brasil,
después de ganar el primer set por 15-14, caer en el segundo por 13-16, y
definir el partido decisivo en los shotouts, una especie de tiros
penales en este deporte, donde se impuso por 7-6.
El triunfo llegó con suspenso. Una jugadora argentina falló su disparo y
la definición quedó en manos de Brasil. Pero Rosario les trajo suerte.
No por nada Kamikaze significa “viento divino” en japonés, y fue ese
mismo fenómeno climático que puso en duda la disputa del partido, el que
frenó el último tiro de Brasil sobre la línea para que las chicas
pudieran desatar la celebración.
“La unión de este grupo nos identifica como equipo. Nos da fuerzas. Nos
divertimos y nos conocemos mucho dentro y fuera de la cancha. Es nuestra
esencia. Esa que hace que superemos cada obstáculo que se nos presenta
para salir adelante y conseguir los objetivos”, expresó en diálogo con
Rosario 2019 Ivana Eliges, quien está en el seleccionado desde los
inicios.
Las chicas superaron otra prueba de fuego. Y Rosario también demostró estar a la altura contagiado por el espíritu Kamikaze.
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