El instituto de la música recuperó y devolvió a sus autores más de 1500 discos
El Instituto Nacional de la Música (Inamu) recuperó el catálogo de la
quebrada compañía discográfica Music Hall, compuesto por más de 1.500
álbumes, y devolvió los derechos a sus autores, quienes a partir de ahora podrán administrar futuras reediciones.
Se trata de un importante patrimonio cultural compuesto por discos de
artistas como Ástor Piazzolla, Aníbal Troilo, Charly García, León Gieco,
Eduardo Falú, Leopoldo Federico, Waldo de los Ríos, Zamba Quipildor,
Billy Bond, Pappo's Blues y Raúl Porchetto, entre otros.
Estas obras habían quedado en una suerte de “limbo legal” cuando la
discográfica Music Hall presentó su quiebra en 1993 y su patrimonio, a
excepción de su catálogo, fue liquidado entre los acreedores, lo cual
impidió la reedición de estos discos en todos estos años.
En este contexto, el Inamu realizó una oferta por la totalidad del catálogo que fue aceptada por la Justicia.
“Había habido algunos interesados por el catálogo a lo largo de todos
estos años pero ninguna oferta había sido por la totalidad del catálogo.
La Justicia, con buen tino, no quería partirlo porque sino iban a
quedar sin recuperarse los discos de menor éxito comercial”, detalló a
Télam el abogado Esteban Agatiello, quien representó al Inamu en esta
causa.
El anuncio fue realizado en una conferencia de prensa anoche en Boris
Club, encabezada por el presidente de Inamu, Diego Boris, y su
vicepresidenta, Celsa Mel Gowland, de la que participaron muchos de los
músicos “beneficiados” como Charly García, León Gieco, David Lebón, Raúl
Porchetto, Miguel Cantilo y Miguel Mateos, entre otros.
El encuentro se caracterizó por su clima festivo y culminó con una
pequeña zapada, que tuvo como principal animador a Charly García, que
desde el piano acompañó interpretaciones de Gieco, Porchetto, Cantilo y
Lebón.
“Creemos que esto es un gesto de Justicia. Es un orgullo poder firmar la
sesión de estos discos, dar la licencia a los músicos para que ellos
decidan cómo publicarlos”, expresó Boris, al iniciarse la reunión.
Previamente, hubo dos saludos grabados de Gustavo Santaolalla y de Billy
Bond, quienes agradecieron la labor del Inamu y anticiparon que
trabajarán para que sus obras vuelvan a editarse en distintos formatos.
El periodista Alfredo Rosso contó que cuando pasaba en la radio alguna
canción contenida en esos discos solía aclarar que se trataba de una
obra que era “un rehén” y abogó para que esta movida “siente precedentes
porque hay otros sellos que tienen material retenido”.
“Hay compañías que no reeditan obras porque no cortás tickets, entonces
sería bueno que todos devuelvan los derechos a los artistas”, apuntó a
su turno Porchetto.
Por su parte, Miguel Mateos consideró que esta recuperación hubiera sido
“imposible” si se intentaba de manera individual, por lo que celebró la
intervención de “un cuerpo colegiado como este”.
Respecto a este punto, el abogado aclaró a Télam que muchos artistas
intentaron comprar los derechos de sus obras pero les fue imposible por
tratarse de montos muy altos.
Y añadió: “Si dividís el dinero que pusimos y la cantidad de discos recuperados, la cifra resulta ínfima”.
El toque reflexivo lo aportaron Charly García y Lebón, quienes a su
manera dejaron entrever la importancia cultural de esta recuperación y
los entretelones que llevaron a muchos músicos a firmar contratos
leoninos en muchos casos.
“El estado musical argentino da lástima. Prendés la tele y es horrible
lo que se ve, tanto líricamente como musicalmente e ideológicamente. Así
que yo quiero desear que esto funcione porque yo empecé a escuchar a
los Beatles y eso me abrió la cabeza”, deslizó Charly.
“Lo único que recuerdo es que vine de afuera, vi a Almendra y Manal y
decidí que era acá donde me quería quedar. Yo quería tocar. No
preguntaba dónde había que cobrar, ni andaba con el librito de boletas
abajo del brazo”, apuntó Lebón.
En tanto, Cantilo subrayó que para recuperar estas obras “hizo falta
dinero, como en todo en esta sociedad” e hizo hincapié en la importancia
de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Ocurre que el dinero utilizado por Inamu para esta recuperación provino
de la percepción del dos por ciento que recauda la autoridad de
aplicación, de acuerdo a lo establecido por esa ley.
A partir de ahora, el Inamu no recibirá monto alguno por las posibles
reediciones de este material, pero el organismo se reservará el derecho a
percibir los importes que se liquiden por Comunicación pública en las
sociedades de gestión colectiva que representa a los productores
fonográficos. El Instituto informó que ese dinero será invertido en el
programa “Mi primer disco”, que financia el debut de nuevos artistas.
“Todo cierra increíblemente porque es el viejo catálogo subsidiando a
los nuevos artistas”, se entusiasmó el letrado que trabajó en la causa.
Agatiello aclaró además que cualquier reedición que se produjo de alguna
de estas obras luego de 1993 fue “fraudulenta” por no contar con el
aval del juzgado interviniente.
La compañía Music Hall se fundó a finales de los años '50 y se destacó
por su extenso catálogo, compuesto por los más relevantes artistas de
tango y folclore.
Años más tarde, dirigida por Néstor Celasco, promovió al incipiente
movimiento del rock argentino, hasta que a principios de los '90 entró
en un concurso de quiebra, hasta que en 1994 cerró sus puertas de manera
definitiva.
Además de los artistas mencionados, Music Hall publicó a músicos como
Alberto Castillo, Alberto Podestá, Carlos Di Sarli, Héctor Stamponi Los
Carabajal, Daniel Toro, Hugo Díaz y Rubén Rada, entre otros.
http://www.telam.com.ar
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