Dos productores plantaron de forma experimental 240 plantas de 20 variedades de lúpulo. 0223 participó de la segunda cosecha. Se harán pruebas en cervezas y, si funcionan bien, pueden abrir un camino hacia una producción a gran escala.
El mundo de la cerveza artesanal está
atravesando un momento histórico en Mar del Plata y 0223 no se quería
quedar afuera. Por invitación de Leonardo Ferrari, el maestro cervecero y uno de los fundadores de Antares, participamos de la segunda cosecha de lúpulo marplatense en el vivero Van Heden. Por ahora, sólo es un experimento de dos productores de la zona.
El lúpulo
es uno de los elementos esenciales que tiene la cerveza, junto a la
cebada. Actualmente, en el país sólo se produce en la zona de El Bolsón (150 hectáreas) y en Fernández Oro (30 hectáreas).
La proporción es muy pequeña y se destina en su mayoría a satisfacer
una parte de lo que demanda la elaboración de los productos de
Cervecería Quilmes.
No es casualidad que en la zona de Mar del Plata dos
productores entusiastas hayan decidido probar suerte con esta planta y
tampoco es la primera vez. Otto Bemberg, el alemán creador de la Cervecería Quilmes, compró en 1945 unas 1000 hectáreas en La Copelina, cerca de Sierra de los Padres, y pocos años más tarde tierras en Camet, donde estableció lupulares. La historia cuenta que fueron desactivados por ser menos productivos que los de la Patagonia.
Hace dos años, Nicolas Van Heden, que es cervecero, decidió armar un lupular en el vivero que tiene junto a su familia en la zona de El Boquerón. Lo mismo hizo Guillermo Parducci, pero sobre la ruta 226, camino a Sierra de los Padres.
Con
la primera cosecha, obtenida en 2015, se hicieron algunas pruebas de
forma casera. El problema fundamental era el secado del lúpulo, que se
tiene que hacer en las horas próximas a la cosecha. Por eso, junto a
Leonardo Ferrari, los dos productores decidieron mandar a hacer una
máquina que permite secar cuatro variedades distintas de lúpulo a la vez y hasta 80 kilos en 10 horas.
El jueves 11 de febrero pasado, junto a un grupo de veinte personas, 0223 participó de la segunda cosecha de lúpulo marplatense en
el vivero Van Heden. "Estamos entusiasmados, las plantas crecen muy
bien, ahora resta saber si el producto es bueno para poder hacer
cerveza", explicó Ferrari.
Entre el vivero Van Heden y el campo que tiene Guillermo sobre la ruta 226, hay más de 240 plantas de 20 tipos de lúpulo de todo el mundo, entre las que se destacan Cascade, Chinook, Saaz, Nugget y Willamette,
entre otras. El proceso de producción se inicia en septiembre y culmina
en febrero o marzo con la cosecha. Las plantas llegan a medir hasta seis metros de altura.
"Antares
no está buscando producir lúpulo, pero está apoyando a estos
productores y brindando todo nuestro conocimiento", explicó Ferrari a
0223 y reconoció que este es un síntoma más del crecimiento que ha
tenido la cerveza artesanal como industria. "En Mar del Plata tenés tres metalúrgicas que
se dedican exclusivamente a elaborar equipos de elaboración de cerveza
para todo el país y no logran cubrir la demanda", resaltó.
Todos
los cerveceros que participaron de la jornada de cosecha se llevaron un
porcentaje de lúpulo secado. Cada uno tiene que preparar una India Pale Ale (IPA) o una American Pale Ale (APA)
y luego, en conjunto, se probarán (el momento más esperado) para
determinar qué calidad y característica tiene el lúpulo marplatense y si
sirve para producir de forma masiva.
http://www.0223.com.ar
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