Casas de arte: nacen nuevos espacios, sin espíritu comercial
Están en Villa Crespo, La Boca y Parque Patricios, y son de libre acceso.
Por María Paula Zacharías
Ni galería ni centro cultural. En la ciudad
aparecieron en los últimos meses nuevos proyectos dedicados al arte sin
espíritu comercial. Organizaciones no gubernamentales potencian nuevos
circuitos en barrios periféricos, con amplitud de criterio y de espacio,
libertad curatorial e independencia del mercado. Móvil, La ira de Dios y
Prisma-KH inauguran una nueva tradición de salas de mediana escala sin
fines de lucro, que en Europa y Estados Unidos no son novedad y que en
América latina están comenzando a cobrar fuerza.
Dedicadas al arte
contemporáneo en sus facetas experimentales, abiertas a diversidad de
disciplinas y con acceso gratuito para el público, son referentes la
Serpentine Gallery y la Whitechapel Gallery, en Londres, y The Kitchen,
en nueva York, y su existencia es facilitada por subsidios, políticas
culturales y una tradición fuerte de apoyo privado a iniciativas
artísticas. En la Argentina su surgimiento tiene que ver con la ley de
mecenazgo: el gobierno de la ciudad recibe proyectos, los analiza y si
los declara de interés cultural, pueden salir a buscar patrocinantes
privados que destinen a esos proyectos culturales parte de su pago de
Ingresos Brutos.
Alejandra Aguado y Solana Molina Viamonte se
conocieron en su época de estudiantes. Molina dirigió por ocho años Ruth
Benzacar, y Aguado vivió en Londres y trabajó en la Tate. Después de un
año de desarrollo, en abril pasado inauguraron Móvil en un galpón con
luz natural en Parque Patricios, que funciona dentro de Chela, una ex
fábrica que hoy es centro autogestionado de experimentación en arte,
tecnología y comunidad.
"Financiamos la producción de obras
específicas para nuestro espacio, en una escala que los artistas a los
que invitamos todavía no han probado y les pagamos un honorario de
artista. Somos ambiciosos en la calidad y el tiempo de desarrollo, sin
el apuro de los circuitos comerciales y las ferias, ni la solemnidad de
los museos", dice Molina.
En 2014 presentaron una muestra con
elementos industriales de Irina Kirchuk, una instalación y una pintura
monumental de Joaquín Boz y una videoinstalación de Tomás Maglione. Cada
una duró tres meses. En 2015 además de tres artistas jóvenes, van a
tener una ópera de una artista visual consagrada, Marina de Caro.
Con
el circuito habitual del arte local están muy conectadas, pero les
interesa sumar nuevo público. Organizan encuentros con los artistas para
vecinos, escuelas, personas mayores, estudiantes, asociaciones
comunitarias y meriendas para chicos, lo mismo que curadores
internacionales y coleccionistas.
"Queríamos que los artistas
locales más jóvenes experimentaran sin pensar en la salida comercial de
sus obras, y nos interesaba mucho el programa de visitas participativas y
talleres. El objetivo de Móvil es poner el foco en la experiencia de la
producción, y movernos para traer a gente de todo tipo", indica Aguado.
Para
sostenerse tienen el apoyo de padrinos y amigos que pueden comenzar a
colaborar con 300 pesos, aunque mediante Mecenazgo un banco privado les
ha ofrecido un apoyo importante para todo 2015. Las obras en exposición
no están en venta, pero sí comercializan una serie de obras múltiples
que los artistas dejan como colaboración, que pueden ser fotos, grabados
o dibujos.
"Son ediciones de obras que se venden a muy bajo costo
y que ayudan a difundir el trabajo de los artistas y permiten al
público adquirir obras de manera accesible", señala Aguado.
La
multidisciplina es el rasgo distintivo de Prisma-KH, en el Distrito de
las Artes de la Boca/Barracas, que se define como una Kunsthalle, sala
de arte en alemán, especie de centro cultural experimental y abierto a
la comunidad. Teatro, cine, performance y artes visuales irán
alternándose durante 2015. Por dos años, en el piso superior, trabaja la
artista Catalina León, con la única condición de exponer en la sala al
término de su residencia. Además del gran espacio galponero de
exposiciones, pintado de negro, con luces de inspiración industrial y
paneles blancos, funcionará un bar o cafetería.
El responsable es
Alberto Sendrós, que fue por diez años galerista del circuito Retiro.
Quiso abrir Prisma antes de que terminara el 2014, tan prolífico en
mudanzas y aperturas, e hizo una gran fiesta de inauguración en
diciembre pasado para estrenar la casa y una obra de Nicolás Mastracchio
en su fachada.
"Yo quería crear un lugar cuyo destino no
estuviera ligado necesariamente a mí, como la galería que llevaba mi
nombre. Me gustaría que Prisma fuera una institución que siga su propio
camino. Y en ese sentido tengo más libertad para trabajar con más
disciplinas y sin urgencias económicas, con fondos que no dependen de
ventas. Muchos de nuestros proyectos van a estar canalizados a través de
Mecenazgo, que está funcionando muy bien", cuenta Sendrós.
"La
galería era un lugar tan aburguesado y convencional que ya no me
entretenía más, sumado a la necesidad de vender. Mis artistas habían
crecido tanto que ya no hacía por ellos un aporte significativo",
cuenta.
El 18 abril inaugurarán su primera exposición, un proyecto
comisionado de Luciana Lamothe, encargado y comprado por un mecenas
para su colección, especialmente pensado para la sala. La segunda
muestra estará dedicada a un artista joven, Nicolás Vasen, habrá ciclos
de cine y teatro, y luego otra muestra de artes plásticas, de Sofía
Bohtlingk. "Nos interesa principalmente llegar al público del barrio",
destaca Sendrós.
La ira de Dios es una institución más híbrida,
dirigida por los artistas Pablo Caligaris y Carolina Magnin. En 2010
comenzaron como galería de fotografía y nuevos medios en un departamento
de Villa Crespo, y desde hace unos meses encontraron un galpón para
ampliar sus horizontes, siempre en la calle Aguirre (por la película de
Herzog que le dio nombre, Aguirre, La ira de Dios). "Nos convertimos en
una asociación civil sin fines de lucro en un espacio donde podemos
presentar obra de gran formato", dice Magnin.
Recurrieron al
financiamiento colectivo para un primer reciclado del espacio, y en la
plataforma ideame juntaron 34.000 pesos gracias al aporte de 152
colaboradores que donaron entre 10 y 5000 pesos (las recompensas eran
obras originales de artistas afines). Venden obra de artistas
representados con un porcentaje menor de lo habitual, y piensan viajar a
ferias.
En el primer piso alquilan estudios a artistas como
Martín Salinas, Matias Siragusa, Frabro Tranchida, Eva Shin, Julián
León, Silvana Muscio, Mariana Villafañe y Alejo Hoijman. En estos días,
además, comenzaron un programa de residencia por un mes para once
artistas extranjeros y uno local becado, Pablo Lozano, que terminará con
una muestra colectiva de todos los participantes.
En breve,
lanzarán un concurso para intervenir la fachada, que por ahora es un
portón azul graffiteado donde se lee Generation 00. "Todo el dinero que
ingresa se vuelca en el proyecto, para producir muestras, mejorar el
espacio, dar becas y comprar equipos. Nos interesa mucho el intercambio
entre artistas, y generar vínculos y conexiones para que el circuito no
sea endogámico", explica Caligaris. Sin dudas, el arte local está en un
momento de cambios.
Ámbitos lejanos al concepto de galería
Móvil
Iguazú 451, Parque Patricios movil@movil.org.arwww.movil.org.ar
Prisma-KH
Wenceslao Villafañe 485, La Boca info@prisma-kh.comwww.prisma-kh.com
La ira de Dios
Aguirre 1029, Villa Crespo info@lairadedios.com.arwww.lairadedios.com.ar.
http://www.lanacion.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario