Guido Pella quiere volver a creer
El argentino ganó un partido luego de casi tres meses y se encuentra en la busca de las sensaciones que lo llevaron al top20. Recuperar la confianza será el primer paso.
Guido Pella viene sufriendo duros reveses en sus últimos meses de su vida tenística: derrotas dolorosas, falsos positivos de su equipo de trabajo que lo privaron de un disputar el Masters 1000 de Cincinnati en el regreso de la actividad post pandemia, la detección del Covid-19 cuando llegó a Córdoba para comenzar la gira sudamericana de polvo de ladrillo y una racha consecutiva de caídas. Un cóctel explosivo que derivó en una falta de confianza enorme en el argentino. Pasó del mejor nivel de su vida en 2019 (llegó a ser top20 y cuartofinalista de Wimbledon) a caer en una pendiente en la que no encontraba el final. Sin embargo, el 26 de abril de 2021 puede llegar a ser un día clave en su recuperación: superó a Egor Gerasimov por 6-0, 2-0 y abandono en la primera ronda del ATP 250 de Múnich y, en efecto, volvió a ganar un partido después de 79 días o para que quede más claro luego de casi tres meses.
En ese sentido, logró reconfirmar lo que se había vislumbrado la semana pasada en Barcelona. Es que llegó a sacar para quedarse con el triunfo en su derrota frente a Kei Nishikori en tres parciales. No obstante, a pesar del sabor amargo de la caída se notó a otro jugador: a uno más ambicioso dentro de la pista, con mayor convicción. Dejó otras sensaciones y se le notaba en su aspecto físico: desde la postura hasta los gestos que le hizo a su equipo de trabajo durante aquel encuentro. Y, en ese sentido, ante Gerasimov le empezó a correr su drive como en los viejos tiempos, estuvo atento desde la devolución (4 de 11 en break points en cuatro juegos) y puedo imponer condiciones.
Lógicamente, Pella fue uno de los jugadores más beneficiados por el congelamiento del ranking. Actual 55 del mundo, está 4-9 en el balance desde el regreso del circuito. Y más allá de eso, poco a poco se le nota su espíritu resiliente. Ese que trabajó mentalmente con Estanislao Bachrach, Doctor en Biología Molecular y autor de varios bestsellers, para mejorar su cerebro y, en efecto, para poder mantenerse seguro y confiado cuando las cosas no salían. Tanto es asi que la victoria frente al bielorruso es la prueba máxima dado que perdió en el ATP 250 de Cagliari hace tres semanas por 6-4 y 6-0.
MÚNICH, UN LUGAR QUE LE SIENTA BIEN
La ciudad alemana debe ser una de las ciudades en las que más cómodo se siente el bahiense de 30 años. En 2017 alcanzó la final (perdió contra Alexander Zverev luego de haber superado la clasificación) y llegó a los cuartos de final en 2019 (cedió frente a Roberto Bautista Agut en tres parciales). Esta vez tendrá un cuadro que podría llegar a ilusionarse con llegar alto: John Millman será su próximo rival (1-1 en el H2H). Y el más rival más complejo que asoma en un camino futuro es el noruego Casper Ruud. A pesar de eso, será paso a paso. Y el primer paso para el regreso ya está dado: se acabó la mala racha y, a partir de ahora, esperemos todo sigue cuesta arriba. Tenis y talento hay de sobra.
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