Roland Garros: Schwartzman y una victoria en el debut que vale por 50
El Peque venció por 6-3, 1-6, 6-4 y 6-2 a Andrey Kuznetsov en primera ronda y alcanzó su 50º triunfo en torneos Grand Slam. Buen primer paso para el argentino, que quiere ser protagonista.
Schwartzman arrancó con el pie derecho en París. (foto Prensa @rolandgarros).
Diego Schwartzman tenía la enorme responsabilidad de ser el primer argentino en debutar en el cuadro principal de Roland Garros 2022, una edición especial por estos pagos, porque además del Peque contará con la presencia de otros 13 representantes nacionales entre singles y dobles. Y una vez más, el número 16 del mundo no falló: venció por 6-3, 1-6, 6-4 y 6-2 al ruso Andrey Kuznetsov, superó por octava vez la primera ronda del gigante francés y, como si todo esto fuera poco, se dio el lujo de alcanzar su 50ª victoria en torneos Grand Slam.
Schwartzman arrancó con el pie derecho su actuación y, con solvencia, se despachó en el primer set con un 6-3, ante el ruso que llegaba de la Qualy y que, en lo que va del año, sólo había disputado partidos en el circuito Challenger y la primera ronda de la clasificación en el Australia Open. Sin embargo, Kuznetsov había ganado el único antecedente entre ellos, en Bastad 2017. Además, viene de vencer a Marco Trungelliti, otro argentino, en la última instancia de la Qualy.
El Peque, que poco a poco comienza a recuperar confianza y el buen nivel que lo llevó a ser protagonista en Buenos Aires (final), Río de Janeiro (final) y Barcelona (semifinales), tuvo un bache en su juego en el segundo set, también producto de una corta interrupción por la lluvia. Esto le permitió al ruso sorprender con un 6-1. Pero ya en el tercero, Diego reaccionó y fue letal: se llevó el chico por 6-4 y lo cerró en el cuarto con un contundente 6-2.
Así, en 2 horas y 41 minutos, se metió en la segunda ronda del segundo Grand Slam del año. Si bien la victoria fue clara, el Peque no quedó conforme con su juego y así lo dejó en claro post partido: “Hay que ser realista, no me sentí muy cómodo hoy, no tiene nada de malo. Había que ganar, jugar un domingo en Roland Garros es una presión extra porque uno piensa que, si pierde, casi como que no jugó el torneo”, expresó en diálogo con ESPN.
“No tuve un buen día, me costó. Él venía con un problema de cadera, le costaba mucho el tema de la movilidad y fue un partido raro desde mi lado. Tengo que corregir varias cosas, por suerte tengo dos días para el siguiente partido”, agregó, antes de admitir que "no estaba fino" y que por momentos se sintió "fastidioso" en el segundo set cuando "no salían las cosas".
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