Argentina Open: Francisco Cerúndolo brilló, llegó a la primera final de su carrera y buscará su primer título en Buenos Aires
El tenista argentino derrotó por 7-6 (7-5), 3-6 y 6-2 al español Albert Ramos Viñolas y alcanzó ya el 112º puesto del ranking; Diego Schwartzman será su rival, lo que asegura otro título para nuestro país.
José Luis Domínguez
Es increíble lo hecho por los Cerúndolo en estas dos semanas en las que el circuito ATP pasó por la Argentina. Al logro conseguido por Juan Manuel Cerúndolo en Córdoba, se suma la excelente actuación de Francisco, su hermano mayor, en Buenos Aires, que se subió a la final del Argentina Open con una victoria por 7-6 (7-5), 3-6 y 6-2 sobre el español Albert Ramos Viñolas. Un triunfo que lo deja a un paso de su primer título ATP, a las puertas del Top 100, y lo llena de confianza para encarar todo lo que viene. Y un festejo asegurado para el tenis argentino, porque su adversario en la finalísima será Diego Schwartzman.
Ramos Viñolas, con sus 33 años y casi la mitad de su vida en el circuito, asomaba como un muy buen examen para el mayor de los hermanos Cerúndolo. Alentado por una docena de amigos en las raleadas tribunas del Buenos Aires, el joven Francisco comenzó con algunos destellos de su estilo agresivo, decidido a jugar desde la base y asumir el protagonismo del encuentro con los bombazos de drive y varios drops para cambiar de ritmo y sacar al español de su zona de confort. Lo esperó con paciencia el zurdo catalán, que buscó arrinconarlo con pelotas profundas, menos “palos” y machacando alto sobre el revés. En ese pulso se consumieron los primeros games, con varios quiebres de servicio de un lado y del otro.
Dentro de ese desarrollo cambiante, empezaba a perfilarse mejor Cerúndolo, con ligeras ventajas que no lograba aprovechar, con varios errores no forzados. El primer set ingresó en zona de definición, ya con los dos más firmes en su saque, y desembocó en un tie-break luchado palmo a palmo, y que empezaba a cotizar en alza al calor del mediodía. El argentino quebró la paridad con una derecha cruzada inatajable, y un error del catalán selló el primer parcial.
Lejos de rendirse, Ramos Viñolas se paró más adelante, insistió con sacarle peso a la bola para que Cerúndolo tuviera que pegar en todas. Ese trabajo de desgaste que hizo el catalán le rindió frutos en un tramo sensible. En el octavo game, el argentino tuvo un juego discreto y perdió el saque en cero. Cerúndolo pagó ese momento errático con la pérdida del segundo set.
Escapó el argentino de un arranque complejo en el tercero, al levantar un 15-40 con un par de aciertos para recuperar la confianza. Quebró a continuación y lo gritó con ganas, consciente de haber dado un paso enorme, y lo ratificó con el 3-0, mientras el español se enredó en un par de piques dudosos. El camino a la final parecía más allanado, y Cerúndolo fue a buscarlo. Pero, al mismo tiempo, quedaba aún un trecho por delante. Ramos Viñolas, con sus cientos de batallas encima, se recompuso; exigió siempre una pelota más en cada punto y recuperó el quiebre. En un sexto game importante, Cerúndolo volvió a escaparse: quebró con un par de misiles de derecha, y luego con su saque desparramó por el fondo al español. Con la soltura por las nubes, no dudó y sentenció la semifinal en el segundo match-point, con una actuación sobresaliente.
Así, Cerúndolo apunta a ser el primer argentino ganador en Buenos Aires en 13 años, desde aquella victoria de David Nalbandian sobre José Acasuso, y el primer finalista en el ATP porteño que llega desde la qualy desde que el propio Acasuso lo logró en 2001. Y una curiosidad: los Cerúndolo son los primeros hermanos en llegar a finales consecutivas en el circuito desde 2017, año en el que Alexander Zverev (el menor) ganó el título de Roma, y Mischa Zverev (el mayor) alcanzó la definición en Ginebra siete días después.
Desde la vuelta a la actividad del circuito, en agosto pasado, Fran Cerúndolo escaló más de un centenar de posiciones, desde el 247° escalón. Con lo sumado en Buenos Aires se ubicará el lunes próximo en el puesto 112°, que lógicamente también será el mejor de su aún corta carrera. Falta aún un último paso, claro, el que tendrá este domingo frente a Diego Schwartzman, nada menos que el número 9 del mundo. Pero ya nadie podrá quitarle el enorme salto que dio en una semana que le cambió por completo su carrera.
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