Schwartzman pasó a semifinales, pero es duda por una lesión
El
tenista argentino venció a Pablo Cuevas en un duelo épico tras salvar
cuatro match points, pero terminó con una molestia. Se trataría de un
pequeño desgarro. Debe volver a jugar este sábado.
FOTO: Peque Schwartzman Argentina Open
El tenista argentino Diego Schwartzman sacó a relucir su enorme
coraje para instalarse en las semifinales del Argentina Open, en un
partido en que salvó cuatro "match points" y jugó los dos últimos puntos
lesionado para vencer al uruguayo Pablo Cuevas por 5-7, 7-6 (13-11) y
7-5 en la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis Club.
El "Peque" Schwartzman, ubicado en el puesto 14 del ranking mundial, no quería sufrir otra frustración tras haber perdido el domingo pasado la final en Córdoba
ante el chileno Cristian Garín, y no se dio por vencido ni aun en una
pierna hasta que revirtió el resultado ante Cuevas (48) para vencerlo en
tres horas y 41 minutos, el partido más largo de la historia del torneo.
"No
me gusta ganar así. No sé qué tengo, pero no es nada bueno. Estoy
contento por ganar, pero iré a hacerme estudios porque nunca me lesioné y
es muy feo estar así", lanzó el argentino entre lágrimas, en su primer
contacto con la prensa luego de su heroica victoria, que seguramente no
olvidará jamás.
El tenista surgido del Club Náutico Hacoaj debería
jugar este sábado semifinales ante el vencedor del partido que animarán
más tarde las dos revelaciones del torneo: el brasileño Thiago Monteiro
(92) y el portugués Pedro Sousa (145).
Sin embargo, la lesión que
sufrió en el último set en el aductor de la pierna izquierda
probablemente le impida presentarse a la segunda semifinal de este
sábado, aunque esto se sabrá con precisión una vez que sea examinado por
los médicos.
La primera "semi" que sí está confirmada se jugará mañana a partir de
las 14 y tendrá como protagonistas al argentino Juan Ignacio Lóndero
(69) y al noruego Casper Ruud (45).
El "Peque", máximo favorito al
título en el certamen porteño, venía con el físico maltrecho tras la
'batalla' que libró esta madrugada para doblegar al azuleño Federico
Delbonis (87) en tres reñidos sets, en un esfuerzo que se notó ante
Cuevas, sobre todo en la primera mitad del partido.
Cuevas, quien había superado al "Peque" en los cruces más recientes,
ambos en Brasil, en San Pablo 2017 y Río de Janeiro 2019 impuso su mayor
potencia en el primer set, cuando jugó con una actitud muy ofensiva,
tiró muchos "winners" y eligió buenos ángulos, así se adelantó por 7-5.
El
argentino intentó variar el juego en el segundo parcial, es decir que
intentó mover a Cuevas para restarle potencia a sus golpes, pero lo
logró a medias, ya que jugó bien con el servicio pero no tanto con la
devolución, así se mantuvo la paridad en el marcador y la definición se
estiró al tie break.
En el tie break comenzaron a
vivirse las emociones fuertes, las que mantuvieron en vilo a las 3.500
personas que colmaron por primera vez la cancha central.
Schwartzman tuvo ventajas de 4-2 y 5-3, pero sufrió con algunas decisiones equivocadas al momento de definir y levantó cuatro match points antes de llevarse el set por 13-11.
Bien
plantado en el fondo de la cancha, sólido con su servicio y efectivo
con la devolución, el argentino se adelantó 4-1 en el tercer set y
parecía tener la victoria al alcance de sus manos, ante la algarabía del
público.
Sin embargo, Cuevas sacó a relucir la típica "garra charrúa" y acorralado sacó sus mejores tiros hasta igualar 5-5.
El momento de mayor emotividad surgió cuando el "Peque" sintió el
tirón en la pierna izquierda, recibió atención médica y salió a jugar
con una ampulosa venda y casi sin moverse en la cancha.
El
"Peque", muy inteligente, apostó todo a una o dos pelotas, no más, así
se adelantó 6-5 con su servicio y luego quebró a Cuevas para ganar por
7-5 ante el delirio del público que no podía creer lo que estaba
observando, una muestra de coraje increíble que fue premiada con una
gran ovación.
Más allá de la victoria, la presencia de Schwartzman
en las semifinales de mañana es una incógnita, y la esperanza concreta
para el tenis argentino es el cordobés Lóndero, quien intentará avanzar a
la final ante un duro rival como Ruud.
La coronación de un
extranjero en Buenos Aires es algo que se repite sistemáticamente desde
2008, cuando alzó el trofeo el cordobés de Unquillo David Nalbandian.
El
ATP que se juega en cada febrero desde hace 20 años en el barrio
porteño de Palermo consagrará a un nuevo campeón, debido a que el
italiano Marco Cecchinato, ganador de la edición 2019, cayó rápido el
martes pasado en la ronda inicial.