jueves, 4 de septiembre de 2014

Los pibes en Sevilla

Argentina dio una muestra de carácter en un sólido triunfo sobre Senegal

Fue por 81-46 en el penúltimo partido del Grupo B, del que el equipo de Lamas podría quedar incluso primero si este jueves le gana a Grecia, aunque depende de otros resultados.


Los jugadores festejaron el sólido triunfo sobre el sorprendente Senegal (Marcelo Figueras/Enviado especial)

Si el debut contra Puerto Rico fue la contundencia ofensiva en estado puro, la derrota ante Croacia fue el reflejo de la dureza del torneo y la sufrida victoria frente a Filipinas fue necesaria para demostrar que no hay partido en el que se pueda salir confiado, Argentina dio esta tarde en Sevilla una muestra de carácter. Presencia. Temperamento. Convicción. Identidad. Defensa. Con su sólido triunfo ante Senegal por 81-46, quedó muy bien parado en el Grupo B del Mundial de básquetbol. Tanto que si Grecia le gana más tarde a Croacia, Argentina podría mañana hasta quedar primero en la zona en caso de vencer a los griegos. Gracias a la diferencia de puntos, el equipo de Lamas se aseguró no quedar cuarto en el grupo y así, si de da la lógica en el Grupo A, evitaría en los octavos de final a España, que tiene las mayores chances de ganar la zona de Granada.
Estaban avisados los jugadores argentinos: Senegal les plantearía un partido muy físico, en base a su envergadura y atleticismo, además de aprovechar el envión anímico que le había generado ganarles a Puerto Rico y a Croacia. Gorgui Sy Dieng, de 2,11 metros, era el hombre a defender como se pudiera. Y a quién iban a mandar a rasparlo sino a Andrés Nocioni, quien ya se había fajado con Andray Blatche en el duelo contra los filipinos. Chapu no esquiva los desafíos y le imprimió enseguida dureza a la marca sobre el pivote de Minnesota, con diez centímetros menos de altura pero unos cuantos pergaminos más.
La defensa fue determinante para que el primer tiempo concluyera con Argentina ganando 41-24, con la máxima ventaja del partido y Senegal buscando puntos abajo de las butacas del Palacio de los Deportes. Fue áspera la marca de Nocioni y de Leo Gutiérrez sobre Dieng, que se fue al descanso con 4 tantos y 2 faltas. Le doblaron la defensa todo el tiempo y le dificultaron incluso el pase de la pelota a un compañero mejor ubicado. Pero no sólo funcionó con Dieng la defensa, sino que en el perímetro también se metieron las manos y Marcos Mata tuvo otro buen ingreso yendo a los rebotes.
El ataque fue clave para el parcial de 12-0 con el que en 3m37 la Selección pasó a liderar 12-2 en poco más de la mitad del primer cuarto, con triples de Nocioni y de Walter Herrmann, más dobles de Luis Scola. Salió Campazzo por dos faltas, pero Laprovíttola entró como si estuviera jugando en su casa y terminó siendo el único base cuando más tarde saldría Prigioni también por dos faltas.
El estadio aturdió a propios y a extraños cuando Faye encaró con la pelota dominada el aro argentino. Pero no contaban con su astucia: Nocioni lo midió y la tapa fue furibunda. Esa foto vale oro. Bestial. Aunque Senegal cerró el cuarto con un doble de Dalmeida y Argentina quedó 20-15. Había que mantener esa concentración defensiva.
A la Selección le gustó el 12 porque, al igual que en el arranque del cuarto inicial, otra vez logró un parcial de 12-0 en los primeros 4m16 del segundo cuarto. Triples de Leo Gutiérrez y de Laprovíttola, más un doble de Mata y otro de Scola, quien además concretó dos libres, le dieron a la Argentina una ventaja de 17 tantos (32-15).
No se alteraría demasiado el escenario hasta la chicharra porque el equipo nacional jugó con el dominio absoluto del ritmo de juego, siguió levantando la mano para que Senegal tirara incómodo y estuvo implacable desde la línea de libres (9-10), de tantas faltas que hacían los africanos ante la movilidad argentina.
Scola sacó a bailar a más de uno con su juego de pasos, sello distintivo de este crack, y llegó a los 14 puntos en un tiempo. Y cuando Julio Lamas lo sentó para darle descanso, Marcos Delía cerró la primera mitad con un libre para el 41-24.
Todo parecía encaminarse sin mayores problemas para la Argentina, más aún después del doble de Scola y del triple con el que Prigioni adelantó 46-24 a la Selección. Pero no podía ser todo color de rosas. Senegal debía entregar una mejor imagen y se notó mayor movilidad de piernas y búsqueda hacia el aro. No se podía entregar tan fácilmente. Entonces dejó en cero a la Selección durante un parcial de 9-0 con alguna volcada intimidatoria. Argentina cometió siete pérdidas en siete minutos del cuarto. Una locura que debía modificar. Y vaya si lo hizo. Herrmann apareció con un triple salvador y Scola se convertía en indescriptible sumando 20 puntos y 14 rebotes en tres cuartos, para llegar al último ganando 53-38.
El trabajo defensivo de Leo Gutiérrez fue encomiable y mereció esos aplausos que recibió cuando Lamas lo sentó después de que el partido se definiera con medio cuarto por jugar. Entonces llegó el otro momento del partido. El momento en el que los hinchas del básquetbol argentino demostraron inteligencia, pensando en el panorama que le espera a la Selección dentro de poco, muy poco. Y con Campazzo, Laprovíttola, Mata, Bortolín y Delía en la cancha, arrasaron con un solo grito: "¡Vamos, vamos los pibes!". Luego ingresó Gallizzi para que debutaran todos en un Mundial.
Y así Argentina se fue repleta de orgullo del Palacio de los Deportes. Dio una muestra de carácter y mañana, desde las 17 de nuestro país, cerrará el grupo contra Grecia.

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