Cuando se cumplen 50 años de la creación de la tira, el jurado del Instituto Cervantes decidió galardonar al humorista gráfico argentino; "sus personajes trascienden cualquier geografía, edad o condición social", argumentó.
"Mafalda nació así; creía que el mundo iba a cambiar para mejor, pero cambió para ser igual", ironizó Quino. Foto: Patricio Pidal / AFV
Sonó el teléfono y Alicia Colombo contestó. El mensaje la dejó sin habla. Sin cortar, corrió hasta la cama, donde todavía dormía su marido y lo despertó: "Te dieron el Príncipe de Asturias". Así llegó hasta el departamento de Santa Fe y Talcahuano la noticia de que el humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado, mundialmente conocido como Quino, había obtenido el Premio Príncipe de Asturias 2014 en la categoría Comunicación y Humanidades.
El padre de Mafalda se puso de pie, convencido de que ése iba a ser otro día de preguntas difíciles. ¿Qué pensaría Mafalda hoy? "¿La verdad? No tengo la menor idea", repetiría hasta el cansancio.
"Mafalda es inteligente, irónica, inconformista, contestataria y sensible. Sueña con un mundo más justo y respetuoso de los derechos humanos. Al cumplirse 50 años de su nacimiento, los lúcidos mensajes de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento. La obra ha sido traducida a innumerables idiomas, lo que revela su valor universal. Sus personajes trascienden cualquier geografía o condición social", destacó el director del Instituto Cervantes, Víctor de la Concha, durante el anuncio del premio en Oviedo.
La candidatura de Quino, que en julio cumplirá 82 años, había sido propuesta por el catedrático de geografía y demógrafo Rafael Puyol y despertó la simpatía de muchos de los 18 miembros del jurado. Su nombre se impuso en la última votación al periodista mexicano Jacobo Zabluduvsky, al filósofo Emilio Lledó, a la periodista congoleña Caddy Adzuba y al biólogo español Francisco José Ayala.
Sorprendido y halagado, aunque algo fastidiado de responder siempre lo mismo, Quino agradeció la distinción durante una conferencia de prensa en el Centro Cultural de España, con una advertencia: "Prohibido preguntarme qué diría hoy Mafalda. Uno llega cansado a los premios", aclaró.
"Espero que me invite a comer una tortilla", bromeó Quino al negar que el príncipe Felipe de Borbón lo hubiera llamado para felicitarlo.
Según Quino, la tira nació el 29 de septiembre de 1964, cuando se publicó en la revista Primera Plana. Ése sería el día que la "anotaron", porque en realidad el dibujo vio la luz dos años antes, a pedido de una agencia publicitaria que lo contrató para hacer la versión local de Charly Brown, para promocionar una cadena de electrodomésticos. La idea era regalarles los dibujos a los diarios como una especie de publicidad encubierta. Los diarios dijeron que no y las tiras quedaron en un cajón.
Mientras, Quino, que había dejado su Mendoza natal, ya se ganaba la vida como dibujante en varios medios porteños. Claro que para eso debió pasar casi "tres años miserables", según sus propias palabras, llevando dibujos a distintas editoriales. "Todos me decían lo mismo: que eran una porquería. Y tenían razón", dijo hace poco en una entrevista.
La primera vez que Mafalda fluyó de la lapicera de Quino habló con una lucidez universal, comprensible en cualquier parte del globo. Se la ve con un lápiz dibujando y se le rompe la mina. En el último cuadro reflexiona: "Estas cosas sólo pasan en este país".
"Mafalda nació así no por mí, sino porque ya estaba el Che Guevara haciendo la guerrilla en América latina, la guerra en Vietnam, Juan XXIII, las mujeres protestando por todo y salió así porque la época era así. Entonces parecía que el mundo iba a cambiar para mejor. Y cambió, no digo que para peor, sino para seguir siendo como siempre", ironizó.
Dejó de dibujarla en 1973, por una suma de razones. El gobierno militar, entre las principales: "Una chica como Mafalda no podía dejar de hablar de lo que estaba pasando. Y si yo hablaba de lo que estaba pasando, me tenía que ir del país, como ocurrió dos meses después", contó recientemente en una entrevista. En 1984, también había explicado que temía porque empezaba a repetirse: "Un dibujante me dijo una vez que cuando uno tapa el último cuadrito de una historieta con la mano y sabe cómo va a terminar debe dejar de hacerla. Y, bueno, eso me pasó".
Sólo volvió a dibujarla para afiches o campañas de bien público, como la que protagonizó para Unicef en 1977. Pero en 2005, por ejemplo, se negó a que se la usara para una campaña del Ministerio de Educación. "Nunca me afilié a ningún partido político. Antes prefiero ser francotirador", dijo aquella vez.
Hace siete años tuvo que desmentir que hubiera dibujado una tira inédita en la que Mafalda era atropellada por un camión de sopa.
"No tengo la menor idea de qué diría Mafalda 50 años después. Para mí es un dibujito. Hay gente que se enoja, pero para mí es eso. Lo que me sorprende es que, después de tanto tiempo, el pensamiento haya cambiado tan poco", remató.
El 2014, el año de los premios
En lo que va del año Quino recibió varias distinciones
- Legión de Honor
- Invitado al Salón de París
- Apertura Feria del Libro
- Homenaje a Mafalda
- Con los cómics famosos
http://www.lanacion.com.ar
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