Distinguen hoy a una científica argentina
Por Valeria Shapira | LA NACIÓN
PARIS.- Le dijo a su marido que soñaba con terminar su
carrera científica con este galardón. Sin embargo, el premio llegó
mucho antes. Con sólo 49 años, la investigadora argentina Ana Belén
Elgoyhen, doctora en Bioquímica, profesora de Farmacología de la UBA e
investigadora independiente del Conicet, recibirá hoy en esta ciudad el
Premio L Oréal-Unesco For Women in Science para la región de América
latina -para muchos, una suerte de Nobel "femenino"- por su contribución
al entendimiento de las bases moleculares de la audición, un campo en
el que investiga desde hace más de diez años.
"¡Es verdad, esto es como ganarse el Nobel femenino! Es un gran honor,
una alegría enorme. Pensar que el día que volví al país, después de
pasar unos años investigando en los Estados Unidos, el ex ministro de
Economía Domingo Cavallo nos mandó a lavar los platos", recuerda
Elgoyhen en diálogo con LA NACION, feliz de trabajar en la Argentina y
de visitar esta ciudad, a la que no venía desde hacía 30 años. Está
acompañada por sus padres; su marido, Norberto, y su hijo Bruno, de 9
años.
La doctora Elgoyhen recibirá hoy, en París, lo que algunos consideran el
"Nobel" de las mujeres científicas. Foto: Micheline Pelletier/gentileza
L'Oréal
En 1994, mientras realizaba investigaciones en el campo de la neurología
en el Instituto Salk de California, Elgoyhen identificó los nervios
receptores del oído que intervienen en los procesos de modulación de los
sonidos y los hacen comprensibles. "Todo apareció por casualidad.
Hallamos los genes que sintetizan unas proteínas denominadas receptores
de acetilcolina -explicó la científica, que trabaja en el Instituto de
Investigación en Ingeniería Genética y Biología Molecular (Ingebi)-. Se
trata de un sistema que llamamos eferente coclear, que permite que medie
la comunicación entre las células del sistema nervioso central y las
del oído."
Se estima que uno de cada 20 recién nacidos padece una deficiencia
auditiva. Además, entre el 10 y el 20% de la población sufre de acúfenos
(zumbidos en los oídos) en algún momento de su vida. En el futuro, el
trabajo de Elgoyhen y sus colaboradores podría ser útil para hacer
frente a éstas y otras patologías de la audición.
"En el interior del oído, la actividad de ciertas células puede verse
disminuida por la acción del sistema que describimos", explica Elgoyhen,
aunque aclara que "de todos modos nosotros hacemos ciencia básica, y
éste es sólo el comienzo de un largo camino de investigación".
Ayer por la mañana, ante el presidente de la Academia Francesa de
Ciencias, Jules Hoffman, y de un auditorio de prestigiosos científicos,
Elgoyhen presentó el resultado de sus investigaciones en el campo de la
fisiología y la genética auditivas. El sábado almorzará en el Elíseo:
será homenajeada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, con motivo
del Día Internacional de la Mujer.
Según el doctor Armando Parodi, investigador superior del Conicet,
presidente del Consejo de Administración de la Fundación Leloir e
integrante del jurado internacional que otorga las distinciones, "el
trabajo de la doctora sorprendió gratamente a los evaluadores debido a
su alto nivel científico, comparable con el de los países más
desarrollados". Entre quienes votaron por Elgoyhen se encuentran el
profesor Günter Blöbel, premio Nobel de Medicina 1999, y Christian de
Duve, que obtuvo el Nobel en 1974 y forma parte del equipo que ideó el
premio, hace una década. Elgoyhen es la segunda argentina en recibir la
distinción, que ya obtuvo la doctora Mariana Weissman en 2003, por sus
trabajos sobre los sólidos cuánticos.
Doctora en Bioquímica por la UBA, Elgoyhen realizó su formación
posdoctoral en el Laboratorio de Neurobiología Molecular del Instituto
Salk, después de ganar la beca Pew. "Estoy más que satisfecha por haber
estudiado en mi país, donde la educación siempre fue de excelencia. No
tenemos nada que envidiar a otros", dice, orgullosa.
En la puerta de la sede de la Unesco en París cuelga un póster gigante
con la foto de Elgoyhen y de otras cuatro científicas que también hoy
serán premiadas (una por cada continente): Lihadh Al-Gazali, de la
Universidad de Emiratos Arabes Unidos; Ada Yonath, del Instituto
Weizmann de Israel; Narry Kim, de la Universidad Nacional de Seúl (Corea
del Sur), y Elizabeth Backburn, de la Universidad de California, cuyo
nombre suena entre los posibles candidatos al Premio Nobel.
Ayer, en una de las salas de ese organismo, otra argentina, la doctora
en Biología Carolina Trochine (30), que trabaja en la Universidad
Nacional del Comahue, también fue distinguida: recibió un beca para
desarrollar su proyecto sobre "el papel del nitrógeno en la dinámica
trófica y el estado ecológico" de lagos templados.
"Ahora iré a Dinamarca a estudiar diferentes lagos para conocer el
efecto del nitrógeno que proviene de la actividad humana. Mi idea es
realizar un pequeño aporte al conocimiento sobre lo que ocurre hoy y
comparar esta situación con escenarios climáticos futuros", contó a LA
NACION. El premio L Oréal-Unesco es parte de un programa que incluye,
además, el otorgamiento de becas internacionales a jóvenes
investigadoras, como Trochine, y un premio nacional que entregan las
subsidiarias de L Oréal con el apoyo de las comisiones nacionales de la
Unesco y de un tercer socio, que en el caso de la Argentina es el
Conicet. Los diez años de vida del programa han dado como resultado el
reconocimiento de más de 400 científicas en 76 países.
Esta noche, también en la Unesco, en una ceremonia a la que concurrirán
unos 1500 invitados de todo el mundo, cada una de las cinco premiadas
recibirá 100.000 dólares en reconocimiento de su labor. "Nos alegra que
en estos diez años el trabajo de tantas mujeres capaces haya salido a la
luz", dijo Beátrice Dautresme, vicepresidenta de L' Oréal.
La doctora Elgoyhen destacó: "En la Argentina jamás me sentí
discriminada por ser mujer a la hora de investigar. Pero hay que darles
más espacio a la educación y a la ciencia".
Para la bióloga, las limitaciones femeninas suelen ser otras: "Las
mujeres tenemos que hacer todo. Y hay que ir del laboratorio a la casa, y
criar hijos y no tener culpa por trabajar tantas horas", comentó ayer,
emocionadísima, mientras abrazaba a su hijo Bruno en la sede de la
embajada argentina en París, donde se la homenajeó. Allí estuvieron
presentes científicos argentinos de prestigio, como Juan Carlos
Chachques, Diego de Mendoza, José Weisfreid, Norma Sánchez y Mariana
Weissman, entre otros. Bruno respondió al comentario de su mamá para
resumir, de algún modo, que la carrera de Elgoyhen es fruto del estudio y
el esfuerzo: "Mami, ya sabía que ibas a decir que vas y venís todo el
tiempo, del laboratorio a casa, y después a la facultad. Lo sabía".
http://www.lanacion.com.ar
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