jueves, 2 de septiembre de 2021

Flushing Meadows

US Open. Facundo Bagnis, en su mejor hora: derrotó a Marco Trungelliti y llega por primera vez a la tercera rueda

 

El zurdo se impuso en casi tres horas de juego y buscará los octavos de final de Flushing Meadows contra el neerlandés Van de Zandschulp

Facundo Bagnis reacts during a Men's Singles match at the 2021 US Open, Wednesday, Sep. 1, 2021 in Flushing, NY. (Andrew Ong/USTA) 

 

Facundo Bagnis reacts during a Men's Singles match at the 2021 US Open, Wednesday, Sep. 1, 2021 in Flushing, NY. (Andrew Ong/USTA)Andrew Ong/USTA - USTAC


Siempre se puede ir por más. Lo sabe Facundo Bagnis, que a los 31 años se da un gusto grande: alcanzar la tercera rueda del US Open. Por primera vez el jugador nacido en Armstrong, Santa Fe, arriba a esa instancia en un Grand Slam, luego de once participaciones con despedidas en el debut o la segunda rueda. Ahora, dio un paso más, al ganarle a Marco Trungelliti en un duelo argentino por 7-6 (7-4), 4-6, 6-3 y 6-3.

El zurdo, que actualmente ocupa el puesto 80° del ranking, se enfrentará en la próxima etapa con el neerlandés Botic van de Zaandschulp, que dio una de las sorpresas de la jornada al eliminar al noruego Casper Ruud, 8° preclasificado, por 3-6, 6-4, 6-3 y 6-4. Será el primer encuentro entre ambos, más allá de que hasta no hace mucho tiempo ambos transitaban el circuito de challengers.

La segunda etapa del Abierto de los Estados Unidos entregó un duelo singular: un cruce entre argentinos, poco habitual en esta instancia y en el veloz cemento neoyorquino, a cargo además de dos jugadores de la misma generación (1990) y con largo pasado en los torneos de menor rango. Si bien era el primer duelo entre ambos en el nivel ATP, habían jugado seis veces antes, con cuatro victorias para Trungelliti. El santiagueño, vale recordarlo, ingresó en el cuadro principal luego de salvar seis match-points en la última rueda de la clasificación. Bagnis, ubicado en el puesto 80° del ranking, entró de manera directa y venía de debutar con un triunfo convincente sobre el japonés Taro Daniel.

El pulso de casi tres horas en la cancha 15 fue parejo durante un largo rato, hasta que empezó a Bagnis empezó a encontrar la llave mientras promediaba el tercer parcial. “Desde que los dos teníamos 10 años que jugamos juntos, así que era un partido muy difícil para mí. En el historial, además, Marco tenía ventaja sobre mí, pero yo me sentía con la presión de ganarle. Ya cuando ganó él la ronda anterior y supe que tendría que enfrentarlo me puse muy incómodo. Anoche dormí mal, estaba muy nervioso. Marco es un rival engañoso, porque su ranking no va de acuerdo con su nivel de juego, porque en la primera rueda le ganó al 30 del mundo (Davidovich Fokina), y rinde mucho cada vez que juega en un Grand Slam”, contó el santafecino sobre las horas previas de un duelo con un fuerte componente mental.

“Creo que los dos estábamos muy nerviosos al comienzo. Él empezó a jugar bien en el segundo set. En el tercero, cuando estábamos 2-2 o 3-3, empecé a tener la sensación de que así como iba el juego no me iba a cansar, me relajé un poco, mis tiros empezaron a hacer daño y encontré un gran nivel de tenis, mi instinto me decía lo que tenía que hacer. Era un partido especial, con una oportunidad muy buena para los dos de llegar a una tercera rueda, así que sacarlo adelante me pone muy contento y me da mucha confianza para ir por más”, remarcó Bagnis.

¿Qué le espera a Bagnis en la próxima etapa? Un adversario que, a los 25 años, también atraviesa la mejor temporada de su carrera. El neerlandés, 117° del ranking, y al igual que Trungelliti, ingresó desde la clasificación, tras ganar todos sus partidos en tres sets y en la primera rueda al español Carlos Taberner en cinco parciales. Y al igual que Bagnis, alcanza por primera vez la tercera rueda en un torneo grande. “Es un partido parecido al de Trunge, es una posibilidad muy buena para ambos. Seguramente habrá tensión, espero que eso no se sea en momentos importantes, de que uno se pueda mantener en partido lo más posible, el que lo pueda hacer será el que siga adelante”, expresó el zurdo.

“El desafío ahora es disfrutar esto y a la vez ir por más, enfocarse en lo que viene. Es un desafío lindo. Yo hace rato siento, al empezar cada año, con mucha fuerza para seguir intentándolo, y ahora se me está dando. Es el mejor año de mi carrera, con muchas ganas de seguir”, cuenta Bagnis, feliz con lo alcanzado, pero sin perder la perspectiva en lo que viene.

El hombre surgido en Armstrong, sin embargo, llegó a ser 55° del mundo hace cinco temporadas. Otros tiempos. “Cuando estuve cerca del 50, en 2016, dependía más del equipo de trabajo que tenía en ese momento, sentía que yo no tenía el control. Lo que me decían, iba y lo hacía. Cuando logré entrar el Top 100, el ranking me jugó una mala pasada, y yo pensaba que por ser el 55 tenía que ganarle al 60 o 70 del mundo y hacer algo diferente, o dejar de hacer lo que venía haciendo. Hoy lo puedo decir, soy mucho mejor jugador y persona, me siento más completo. Un partido como el de hoy, no me sentí cómodo, pero hice todo lo posible para ganar y esas son victorias que valen más, ganar en este tipo de circunstancias, lo hace más especial”, le comentó Bagnis a LA NACION.

“A esta altura se disfruta más la carrera. Cuando sos chico se trata de ganar y ganar, y perdés y está todo mal y ganás y está todo bien. Después empezás a notar la suerte de hacer este deporte, y ser profesional en un deporte que te ha dado mucho, tiene que estar la fuera interior, y a partir de eso lo disfrutás más, si no la exigencia del tour te pasa factura y no te permite que sigas estando al menos dentro del Top 100, que es el objetivo que todos tenemos”, finalizó.

Por José Luis Domínguez.

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