Juegos Olímpicos de la Juventud: Mirco Cuello, una nueva medalla para el boxeo argentino
Se impuso al marroquí Abdessamad Abbaz en la categoría gallo de hasta los 56 kilos y obtuvo el tercer puesto.
En la última jornada de los Juegos Olímpicos de la Juventud, la bandera argentina volvió a flamear en un podio de la mano del boxeo que, tras el emocionante oro de Brian Arregui, sumó una nueva medalla para la cosecha de la misión nacional. Mirco Cuello derrotó por puntos en fallo unánime al marroquí Abdessamad Abbaz y se llevó el bronce en la categoría gallo.
Como ocurrió en todas las sedes y en todas las competencias de Buenos Aires 2018, las tribunas del Pabellón Oceanía del Parque Olímpico vibraron con un combate que el santafesino supo manejar desde el principio.
"Fue una revancha. Estaba amargado por haber perdido en semifinales, pero me puse un nuevo objetivo que era llevarme esta medalla. Por eso salí a ganar. Estaba tranquilo y nunca pensé que se podía escapar. En el primero y el segundo round, creo que lo controlé de afuera. Y en el último, ya salí mucho más motivado", analizó Mirco.
En la tribuna, sufrieron y disfrutaron con su victoria sus compañeros del seleccionado argentino de boxeo -entre ellos Victoria Saputo, que a las 16.20 irá por el bronce en el peso mosca-, sus amigos y su familia. A ellos, Mirco les dedicó la victoria.
"Me abracé primero con los chicos del seleccionado con los que convivimos desde hace bastante en el CENARD. No los veíamos desde que vinimos a la Villa y los extrañamos mucho. Después con mi familia. Desde enero que no paso mucho tiempo con ellos, los veo una vez por mes y no es lo mismo. Para todos ellos es esta medalla. Y para mi hijo Nael, de cinco meses. Él es muy chiquito ahora, pero el día de mañana va a saber que yo gané este bronce", contó el oriundo de Arroyo Seco.
De chiquito, Cuello practicaba también fútbol y taekwondo, pero ninguno de esos dos deportes le generaban la adrenalina que le hacía sentir el boxeo. Por eso cuando tuvo que elegir, la decisión fue muy fácil.
"Creo que es el deporte más difícil para practicar. Es muy duro. Pero lo disfruto mucho. Por eso me dediqué con todo. Lo que sentís antes de que se anuncie el fallo, cuando estás esperando que digan si ganaste o no, es único, inexplicable", reconoció.
Antes del comienzo de los Juegos, Mirco había avisado que quería vivir esta experiencia antes de decidir si seguía como amateur, con el objetivo de volver a ser olímpico, o ya empezaba a pensar en el profesionalismo. Este jueves, no dudó. "Después de lo que pasó acá y de todo lo que disfruté, me encantaría estar en Tokio 2020", avisó.
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