El azuleño fue el héroe de la serie ante Italia, le ganó al "uno" local, Fabio Fognini y le dio el triunfo al equipo nacional 3 a 1, en los cuartos de final de la Copa Davis. Ahora, se vienen Gran Bretaña o Serbia.
Cuando todas las fichas estaban apuntadas a "Delpo", la gran figura de la serie entre Argentina e Italia en Pesaro fue "Delbo". El azuleño Federico Delbonis, que había puesto en ventaja al equipo nacional el viernes, volvió a decir presente, derrotó a la raqueta número uno italiana, Fabio Fognini por 6-4, 7-5, 3-6 y 7-5, y metió a los de Daniel Orsanic en la semifinal del Grupo Mundial de Copa Davis. El rival saldrá del ganador del choque entre Gran Bretaña y Serbia.
Por
segundo año consecutivo, el equipo argentino vuelve a meterse entre los
cuatro mejores del mundo, con una actuación convincente, con sentido
colectivo y, como si fuera poco, con el regreso de su máxima figura a la
competencia. Sin embargo, en esta serie no se lo necesitó más que para
ser fundamental en el punto de dobles que le dio ventaja y dejó match
point al conjunto nacional.
En un primer set muy cambiante, el arranque fue inmejorable para Delbonis que se puso rápidamente 2 a 0.
El italiano no se preocupó, ganó cuatro games seguidos y tomó la
delantera (4-2). Sin embargo, el argentino volvió al partido, pelearon
punto a punto un interminable noveno game y en el décimo cerró la historia 6-4.
La tónica no se modificó demasiado en el segundo parcial, comenzó mejor el azuleño que tomó distancia de 3 a 1, que no pudo sostener, la ansiedad le jugó en contra y Fognini lo emparejó y fueron palo a palo hasta la recta final. En el duodécimo game, camino al tie break, Delbonis fue certero con la devolución y quedó a un set del triunfo.
Faltaba poco y faltaba mucho a la vez, Delbonis tuvo un bajón y Fognini se metió en juego, aprovechó sus momentos para llevarse la manga por 6-3
y ponerle dramatismo al partido. Era clave que el argentino pudiera
mantenerse fuerte de la cabeza y encarar de la mejor forma el cuarto
parcial, porque una definición en el quinto, con un hombre de la
jerarquía de Fognini, en su casa, podría haber sido complicado. Más
cuando el italiano quebró, se puso 5-3 y estaba a tiro de estirar el juego. Jugado, Delbonis
se encontró con su mejor nivel y con mucha garra, recuperó el servicio,
igualó las acciones y se quedó nuevamente con el saque del local en el
undécimo para terminar definiendo la historia en un gran punto en su
tercer match point.
Voló la
raqueta, el banco argentino saltó y el equipo nacional dio otro paso en
la Copa Davis. En silencio, sin grandes figuras, con Del Potro volviendo
de a poco, está otra vez entre los cuatro mejores del mundo, con la
ilusión intacta y esperando quién será el próximo obstáculo que, sea
cual sea, será difícil de roer: la Serbia de Djokovic o la Gran Bretaña
de Murray, cualquiera en calidad de visitante.
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