martes, 17 de septiembre de 2013

Promoción de la investigación

Ciencias Exactas se agranda

El edificio albergará las carreras de Computación y Ciencias de la Atmósfera, al Instituto del Cálculo y también un nuevo Centro Interdisciplinario de Formación, cuyo propósito será promover la investigación en Latinoamérica.

La Facultad de Ciencias Exactas de la UBA contará con un nuevo edificio que albergará a las carreras de Computación, Ciencias de la Atmósfera y de los Océanos, al Instituto del Cálculo, que actualmente funcionan en los otros dos pabellones de la facultad, en Ciudad Universitaria, y además tendrá un Centro Interdisciplinario de Formación, para promover la investigación en la región. “Se van a generar ofertas de investigación atractivas, hoy centralizadas en Europa y Estados Unidos. La idea es ser una alternativa a esos lugares para fortalecer los lazos regionales y para que se generen relaciones humanas interesantes”, le dijo a Página/12 Jorge Aliaga, el decano de la facultad. Los pliegos del edificio ya están listos para licitar y se estima que estará terminado para el primer semestre del 2016.

El decano se refirió a la necesidad de que Ciencias Exactas cuente con un edificio con tecnología apropiada para fomentar y desarrollar una política de investigación y desarrollo en la región: “Cuando asumimos en el 2006 teníamos como prioridad recuperar los recursos humanos que se fueron al exterior y solicitar subsidios para equipamientos”, remarcó Aliaga, quien este año termina su segundo mandato al frente de la facultad. “Si querés que el sistema científico crezca, tenés que reforzarlo con un nuevo edificio. En los últimos ocho años duplicamos la cantidad de investigadores del Conicet, aumentamos la cantidad de becarios y la cantidad de equipos de investigación: el diez por ciento de los investigadores del Conicet tiene trabajo en nuestra facultad, mientras que el 20 por ciento de los doctores de la Argentina de cualquier disciplina también son de nuestra facultad.”

El edificio será financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, con aportes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Corporación Andina de Fomento. Según los datos del ministerio, el costo de la obra rondará los 186 millones de pesos y la superficie total será de 17 mil metros cuadrados. Los usos del edificio –diseñado por el arquitecto Rafael Viñoly– se distribuirán en dos plantas principales y un subsuelo. En la planta baja habrá diez aulas con computadores, con capacidad para 50 máquinas cada una, 19 aulas con capacidad para 60 alumnos y cinco aulas para el dictado de seminarios. Todos los ambientes tendrán paredes de vidrio, lo que garantiza luz natural. En esta planta también se ubicarán las salas de proyectos, de lectura, de reuniones, una cafetería y bedelía. En el primer piso funcionará el Centro Interdisciplinario: estarán las oficinas de investigación, la biblioteca, la sala de profesores y las secretarías de los departamentos de las carreras de Computación, Ciencias de la Atmósfera y los Océanos y del Instituto de Cálculo, que actualmente tienen lugar en los otros dos pabellones de la facultad en Ciudad Universitaria. También tendrá dos patios abiertos.

“Se va a liberar espacio para que otros departamentos puedan acomodarse mejor. Es una solución integral al problema de la falta de espacio”, explicó Aliaga. Sostuvo además que en las facultades de Ciencias Sociales y Ciencias Económicas –dos unidades académicas de la UBA que inauguraron nuevos edificios en los últimos años– “el problema del espacio lo sufren los alumnos. Nosotros proponemos un laboratorio de investigación que está asociado al crecimiento de cargos de investigadores en el Conicet. Es un problema del crecimiento de los investigadores y no de los alumnos”.

El anuncio de nuevo edificio se realizó durante la celebración del 50º aniversario de la carrera de Computador Científico de la UBA –primera en Latinoamérica–. En ese marco, el ministro de Ciencia, Lino Barañao, indicó que su deseo es que el nuevo edificio signifique “una refundación, una reedición de ese cambio que se dio hace 50 años”. “El contenido –agregó Barañao– tiene que estar a la altura del continente. Nuestro compromiso es asegurar que eso va a ocurrir nuevamente. Lo que permitió conseguir el aporte de la Corporación Andina fue crear el Centro Latinoamericano de Formación Interdisciplinaria, que es algo que no existe. Un lugar donde no sólo estudiantes de Argentina puedan venir a formarse durante un tiempo sino investigadores de América latina en conjunción con investigadores de Europa y los Estados Unidos. Que Argentina recupere ese espacio de liderazgo en la formación de recursos humanos que supo tener”.
Informe: Federico Funes.

http://www.pagina12.com.ar


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