Sigue siendo el Rey: Independiente campeón
Se lo merecían. Independiente por el
cambio que ha producido en el último tiempo, por recuperar la identidad y
volver a enamorar a la gente, a sus hinchas y a los amantes del fútbol
con un juego ofensivo, dinámico. Y también Ariel Holan, muy criticado
cuando asumió, menospreciado, que en base a trabajo fue el encargado de
devolverle la mística al "rojo". El conjunto de Avellaneda se hizo
fuerte en el Maracaná, en una previa complicada, no se amilanó, le jugó
de igual a igual al Flamengo, empató 1 a 1 y volvió a levantar la Copa
Sudamericana como había hecho en 2010 de la mano de Antonio Mohamed.
Con
autoridad, Independiente se plantó firme y soportó los embates que
trató de meter el local en el arranque. Un mano a mano de Everton que
contuvo muy bien Campaña, fue lo único que logró Flamengo en los minutis
iniciales, pero le costó mucho superar a un "rojo" que estaba muy
concentrado, que no se metía atrás pero presionaba bien y achicaba
espacios cuando no tenía la pelota. El juego era equilibrado, el local
la tenía más pero los de Holan se animaban y estuvieron cerca con una
acción de Meza que no llegó a definir ante la salida de César.
Lo
que no pudo conseguir en juego, Flamengo lo logró en una pelota parada.
El experimentado Diego, de poco peso, sí marcó diferencia con la
pegada, metió un centro bárbaro al segundo palo, Juan la bajó al borde
del área chica, Nicolás Domingo falló en el intento desesperado por
despejar y Lucas Paquetá infló la red para sellar el 1 a 0 e igualar la
serie. Lo que fue un baldazo de agua fría, no sacó de su eje a
Independiente que siguió apostando a lo mismo, intentó crecer por las
bandas, manejando la pelota y desnivelando con la velocidad de sus
mediocampistas ofensivos. Uno de ellos, Maximiliano Meza, se metió al
área, Cuellar lo tocó arriba y abajo, Wilmar Roldán no dudó, cobró el
penal que el VAR le ratificó y Ezequiel Barco con mucha personalidad,
como si tuviera toda la experiencia, canjeó por gol con un toque suave a
la derecha de César que buscó el otro palo, para llevar ald esanso con
el marcador igualado y la ventaja 3 a 2 en el global.
El
comienzo de la segunda mitad iba a ser clave, porque Flamengo tenía que
salir con todo en busca del tanto que lo llevara al menos a los penales
y ahí apareció la solidez y hombría de Independiente para no dejarse
llevar por delante. Apenas una acción de Paquetá que controló Campaña,
el trámite volvió a ser el de la primera mitad, los cambios no le dieron
resultado a Rueda y el "rojo" estuvo más cerca del segundo con una gran
jugada de Gigliotti que trasladó casi 50 metros, definió por encima del
arquero pero Juan salvó sobre la línea lo que podría haber sido la
sentencia de la final.
Por
obligación, Flamengo fue el que más tuvo la pelota en el tramo final,
pero no tuvo claridad ni lucidez para llegar hasta el arco de Campaña e
Independiente lo sostuvo bien, firme en el fondo y con mucha jerarquía
para cuidar la pelota lejos de su arco, con Barco, Meza, Gigliotti
pivoteando y todos aguantando, esperando el pitazo que desató el
festejo, que vio salir las primeras lágrimas de Ariel Holan, ese hincha
fanático que llegó a Independiente para devolverle más que la identidad,
que fue criticado, del que se rieron, y hoy se ríe de todos, porque fue
el padre de este "rojo" que enamoró a propios y extraños, recuperó la
mística y vuelve a sacar la chapa del "rey de copas".
https://www.0223.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario