Investigadora de Conicet ganó un premio de la Academia de Historia
Melina Piglia, investigadora
adjunta del Conicet, perteneciente al Instituto de Humanidades y
Ciencias Sociales (INHUS, CONICET-UNMDP), es la ganadora del segundo Premio de la Academia Nacional de la Historia por Obras Publicadas 2014-2015.
Realizó
toda su carrera en el organismo iniciando como Becaria doctoral en el
año 2004 e ingresando a carrera de investigación en 2011. Es madre de
tres hijas y acaba de recibir la buena noticia de que la obra de toda su
carrera titulada “Autos, rutas y turismo. El Automóvil Club Argentino y el Estado”, fue premiada.
Además
es profesora adjunta de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en la
cátedra de Historia Económica y Social de la Facultad de Ciencias
Económicas y Sociales y profesora libre del Departamento de Historia de
la Facultad de Humanidades.
El
trabajo premiado está basado en su trabajo doctoral y posdoctoral que
realiza un análisis de las intervenciones públicas en materia de
vialidad y turismo de los dos clubes de automovilistas más importantes
de Latinoamérica, el Touring Club Argentino (TCA) y el Automóvil Club
Argentino (ACA), entre 1916 y 1955.
- ¿Cuál es el núcleo del material premiado?
El
libro y la tesis giran en torno a un problema central que es la
relación entre el Estado y la sociedad civil. En función de lo que
pasaba con los clubes de automovilistas y de la política turística y
vial del Estado, yo empecé a pensar la relación entre el estado y la
sociedad civil desde los años 20. Me pregunté cómo el Estado forma la
política pública y cómo la sociedad civil le impone agenda al Estado.
Estos
son temas que actualmente continúan, que siempre me preocuparon y lo
siguen haciendo porque considero que es la forma en que uno puede pensar
la democracia, no sólo a partir del ejercicio electoral sino también a
partir de la participación organizada de la sociedad civil.
En
paralelo a esto, en el libro también se plantean líneas sobre lo que se
conoce como “el giro de la movilidad” en la vida moderna. Es decir, el
movimiento de las personas y sus bienes, los cambios y transformaciones
que suceden en la geografía. 1955.
- ¿Por qué los automóviles?
Yo
no sabía manejar cuando empecé con esto y los autos los diferencio por
el color básicamente. O sea que yo no era `fierrera´ ni venia de una
familia de ese estilo, para nada. Pero si me interesaba el turismo por
nuestra ciudad y la historia del turismo nacional. Cuando empecé a leer
las revistas del Club (ACA) me fasciné porque descubrí que ahí había un
tema. Me pregunté cómo podía ser que un club de automovilistas tuviera
ese poder, cómo tenían tanta presencia en el Estado: ellos construían y
mantenían rutas, decidían por dónde tenían que construirse. Estas
preguntas fueron las disparadoras de este libro.
En
1910 había 4800 automotores en Argentina, en 1921 ya eran 75.000 y diez
años más tarde circulaban unos 420.000 vehículos. Tras una contracción
durante los años más duros de la crisis, el número de automóviles y
camiones continuó creciendo en la segunda mitad de los años treinta . La
Argentina llegó a ser en los años veinte y treinta, el país
latinoamericano con más automóviles y osciló entre el cuarto y séptimo
lugar mundial; tenía un número muy elevado de automóviles en relación
con su población y con su escaso kilometraje de caminos permanentes.
- ¿Cuál consideras es el impacto que un proyecto como este tiene en la comunidad científica y en la población en general?
Creo
que este tipo de libros sirven en varios sentidos. Por un lado, porque
permiten repensar los impactos que las políticas públicas tienen sobre
la vida concreta de las personas, sobre los territorios, sobre la
posibilidad de circular en un lado o en otro, sobre como construyen
lugares turísticos, prácticas, sentidos de pertenencia; a partir de
estas políticas públicas y de las transformaciones técnicas. Es decir,
como la modernización construye mundos culturales además de mundos
materiales.
Y además aporta a otra
discusión que es central y es sobre el lugar de la sociedad civil en el
Estado y de cómo la gente puede generar acciones para el bien común
cuando hay intereses. Cuando hay un interés personal que se convierte en
una causa publica se pueden hacer cosas que impactan directamente en el
bien común y que resignifican prácticas de todo un país.
- ¿Qué significa para vos el libro y este premio en este momento de tu carrera?
Yo
tengo tres hijas y cuando me preguntan cuándo voy a tener un varón digo
que es el libro. Los libros tienen un lugar especial, no desde la
mirada académica tal vez, pero a mí me gustan los libros como objetos. Y
este es un libro al que le puse muchísima energía y tuve la suerte de
trabajar con una editorial como Siglo XXI que tiene editores y
diseñadores excelentes. La experiencia de escritura de una tesis suele
ser angustiosa, en cambio la experiencia de escritura del libro, de
transformar esa tesis y pensar en un lector y aligerar las citas,
realmente me encantó. Y el libro es además una carta de presentación,
mucha gente conoció mi trabajo de investigación a partir de la
publicación del libro.
Por su parte,
el premio me puso muy contenta primero porque me animé a presentarme y
al libro en sí, le da otro aire. Ya lleva tres años de publicado y esto
vuelve a ponerlo en circulación y que se enteren otros lectores de este
material. Me pone muy feliz porque el libro va haciendo su camino, de
alguna manera. Y cada tanto uno se entera porque caminos anda.
- ¿Por dónde seguís ahora?
Los
aviones. El libro se publicó en el 2014 y hoy sigo en el mundo de las
movilidades pensando la perspectiva de la aviación en sus inicios y los
cambios en las costumbres y las geografías también pero a través de los
aviones, viendo la territorialidad y las practicas que rodean este tema.