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Los jugadores suben pistas y fotos de los libros escondidos en distintos puntos de la ciudad a un grupo de Facebook.
Bruselas es la capital y la ciudad más grande de Bélgica, famosa por sus museos, su chocolate y cerveza. Allí, una directora de escuela, Aveline Gregoire, creó una versión bibliófila del Pokemon Go.
La idea surgió cuando estaba ordenando su biblioteca y se dio cuenta de que no tenía espacio suficiente para todos sus libros y se le ocurrió “liberar” los libros en la naturaleza. Así nació el grupo de Facebook “Chasseurs de livres” (Cazadores de libros) donde los integrantes dejan fotos y pistas sobre libros que van escondiendo en la ciudad y van en búsqueda de libros que otros ocultaron. Los jugadores dejan los libros en plazas, comercios o espacios públicos generalmente envueltos en bolsas plásticas para protegerlos de la lluvia (algunos incluso incluyen una pequeña nota introductoria del juego por si son encontrados por alguien que no lo conoce y se quiere sumar a la cacería). Una vez que terminan de leer el libro, lo vuelven a “poner en libertad”.
Participan grandes y chicos, ya que entre los libros hay cuentos y novelas, así como clásicos para todas las edades. El grupo ya tiene más de 70000 miembros, y surgieron grupos en otras partes del mundo. El grupo de Francia, por ejemplo, ya tiene casi 3000 integrantes.
Aveline está considerando dar un paso más allá y convertir el juego en una aplicación.
Fuente foto: Flickr.
Fuente: Playground.
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