Hallan en Playa Serena un perezoso de 3,3 millones de años de antigüedad
Lo encontraron el fin de semana vecinos del barrio Alfar. Especialistas del Museo Lorenzo Scaglia analizan los fósiles.
Los restos de un perezoso terrestre gigante
de 3.3 millones de años de antigüedad fueron descubiertos durante el
fin de semana en los acantilados costeros de Playa Serena por vecinos de
la zona.
Juan Marcelo Lima y Marianela Amaya, vecinos del barrio Alfar, vieron en unos bloques de derrumbe un conjunto de huesos que les llamo la atención. No es la primera vez que Lima encuentra fósiles por lo que rápidamente se puso en contacto con los especialistas del Museo Scaglia que a las pocas horas se hicieron presentes en el lugar.
“Se trataba de los restos de un perezoso terrestre gigante de 3,3 millones de años de antigüedad, momento del tiempo que conocemos en todo Sudamérica como edad Chapadmalalense”, explicó Matías Taglioretti, especialista del Museo Lorenzo Scaglia. Y agregó: “Para ese mismo momento, cae entre las costas de Mar del Plata y Miramar un meteorito de 1 km de diámetro que provoca luego de la explosión una lluvia de tierra fundida que al enfriarse forma las escorias. Estas escorias se encontraban presentes dentro del bloque de derrumbe, razón por la cual podemos saber la edad de este antiguo habitante de las llanuras sudamericanas. Al momento pueden observarse vértebras, costillas, parte de la pelvis y un húmero. Típicamente los fósiles de vertebrados que provienen de la formación Chapadmalal exhiben manchas irregulares, dendríticas de color negro y que se forman durante su enterramiento por los depósitos de óxido de manganeso y este perezoso las posee”.
El especialista explicó que los perezosos terrestres gigantes formaron parte de la fauna típica de América del sur. “Los había de muchas formas y tamaños y algunos de ellos tenían una particular forma de vida, producían y moraban en sistemas de galerías subterráneos, una serie de túneles de 1 a 2 metros de diámetro que llamamos técnicamente paleocuevas o crotovinas y son una de las trazas fósiles más grandes que existen en el planeta”, explicó. Y agregó: “Algunas especies de estos apacibles herbívoros, fieles componentes de la megafauna sudamericana, tenían un chaleco antipredadores debajo de su piel, el cual consistía en pequeñas bolitas de hueso compacto una al lado de la otra que le daban una resistencia formidable contra garras, colmillos y picos filosos de sus posibles predadores”.
Si bien los restos de perezosos terrestres gigantes son comunes para los últimos 30.000 años no es común encontrar restos de perezosos Pliocenos (5.3 a 2.6 millones de años atrás) por lo que el hallazgo adquiere verdadera importancia para entender cómo es que estos animales evolucionaron hasta llegar a su extinción final hace solo 10.000 años atrás.
http://www.lacapitalmdp.com
Juan Marcelo Lima y Marianela Amaya, vecinos del barrio Alfar, vieron en unos bloques de derrumbe un conjunto de huesos que les llamo la atención. No es la primera vez que Lima encuentra fósiles por lo que rápidamente se puso en contacto con los especialistas del Museo Scaglia que a las pocas horas se hicieron presentes en el lugar.
“Se trataba de los restos de un perezoso terrestre gigante de 3,3 millones de años de antigüedad, momento del tiempo que conocemos en todo Sudamérica como edad Chapadmalalense”, explicó Matías Taglioretti, especialista del Museo Lorenzo Scaglia. Y agregó: “Para ese mismo momento, cae entre las costas de Mar del Plata y Miramar un meteorito de 1 km de diámetro que provoca luego de la explosión una lluvia de tierra fundida que al enfriarse forma las escorias. Estas escorias se encontraban presentes dentro del bloque de derrumbe, razón por la cual podemos saber la edad de este antiguo habitante de las llanuras sudamericanas. Al momento pueden observarse vértebras, costillas, parte de la pelvis y un húmero. Típicamente los fósiles de vertebrados que provienen de la formación Chapadmalal exhiben manchas irregulares, dendríticas de color negro y que se forman durante su enterramiento por los depósitos de óxido de manganeso y este perezoso las posee”.
El especialista explicó que los perezosos terrestres gigantes formaron parte de la fauna típica de América del sur. “Los había de muchas formas y tamaños y algunos de ellos tenían una particular forma de vida, producían y moraban en sistemas de galerías subterráneos, una serie de túneles de 1 a 2 metros de diámetro que llamamos técnicamente paleocuevas o crotovinas y son una de las trazas fósiles más grandes que existen en el planeta”, explicó. Y agregó: “Algunas especies de estos apacibles herbívoros, fieles componentes de la megafauna sudamericana, tenían un chaleco antipredadores debajo de su piel, el cual consistía en pequeñas bolitas de hueso compacto una al lado de la otra que le daban una resistencia formidable contra garras, colmillos y picos filosos de sus posibles predadores”.
Si bien los restos de perezosos terrestres gigantes son comunes para los últimos 30.000 años no es común encontrar restos de perezosos Pliocenos (5.3 a 2.6 millones de años atrás) por lo que el hallazgo adquiere verdadera importancia para entender cómo es que estos animales evolucionaron hasta llegar a su extinción final hace solo 10.000 años atrás.
http://www.lacapitalmdp.com